La historia de Boeing con el programa espacial de la NASA se remonta a las misiones Apolo de la década de 1960, que consolidaron el dominio estadunidense entre las estrellas. Ahora, un panorama competitivo cambiante y un ojo morado por dejar varados a dos astronautas en la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés) plantean una pregunta que alguna vez fue impensable: ¿la compañía debería abandonar el negocio?
Los funcionarios de la NASA anunciaron el mes pasado que los astronautas Barry, Butch, Wilmore y Sunita, Suni, Williams regresarían a la Tierra a bordo de una nave espacial SpaceX el próximo año en lugar del Boeing CST-100 Starliner que los llevó a la estación espacial en junio, con lo que su misión planeada para ocho días se extendió a ocho meses.
El administrador de la NASA, Bill Nelson, dijo que habló con el nuevo director ejecutivo de Boeing, Kelly Ortberg, y está “100 por ciento” seguro de que la compañía volaría misiones de la NASA nuevamente.
Pero Ortberg ingresó a una empresa en crisis, y su primera prioridad es dar un cambio de rumbo al negocio de aviones comerciales de Boeing. El espacio es “una pequeña distracción en la cartera” de aviones comerciales y militares, dijo Todd Harrison, investigador sénior del American Enterprise Institute. La compañía tal vez no está lista para vender todavía, pero “no está fuera del ámbito de las posibilidades”.
“Esto no es central para el negocio de Boeing”, dijo. “Tienen que preguntarse: ‘¿Cómo beneficia el negocio espacial de Boeing al resto de la compañía?’, y creo que la respuesta a eso es: ‘No mucho’”.
Boeing no quiso hacer comentarios acerca de si consideraría la posibilidad de vender su negocio espacial. En una carta a los empleados el mes pasado, Ortberg dijo que la compañía debe enfocarse en regresar a salvo a la Tierra el Starliner sin tripulación.
“A menudo nos define más la forma cómo nos presentamos en tiempos de cambio o desafío, y este es un momento importante para nosotros”, dijo.
Bajo el radar
Desde hace años Boeing lidia con problemas de alto perfil en su negocio comercial, empezando por un defecto de diseño en el 737 Max que provocó dos accidentes fatales en 2018 y 2019. La pandemia de covid-19 provocó una disrupción en la demanda de aviones de las aerolíneas y, cuando regresaron, la cadena de suministro aeroespacial se había vuelto menos confiable y muchos trabajadores de alto nivel muy cualificados fueron sustituidos por contrataciones con menos experiencia. En enero, un panel de la puerta de un avión se desprendió en pleno vuelo, lo que obligó a Boeing a reexaminar sus procesos de fabricación y calidad bajo la lupa de los reguladores y los legisladores.
Pero Boeing también ha tenido dificultades en su negocio de contratación de defensa y espacial, que registró pérdidas en 2022 y 2023. Las pérdidas se deben en gran medida al 15 por ciento de su negocio de defensa que está vinculado a contratos de precio fijo, en los que la compañía registró catorce mil millones de dólares (mdd) en cargos durante la última década.
Eso incluye mil quinientos mdd en cargos por el Starliner, una cápsula espacial lanzada sobre un cohete construido por United Launch Alliance, una empresa conjunta entre Boeing y Lockheed Martin. Si bien “las implicaciones del regreso de la nave espacial vacía (están por determinarse)”, dijo la analista de Jefferies Sheila Kahyaoglu, el regreso sin tripulación contribuirá al negocio de defensa de Boeing utilizando aproximadamente dos mil mdd en efectivo libre este año y mil cuatrocientos mdd el próximo año.
Hasta ahora, SpaceX ha completado ocho misiones tripuladas a la estación espacial, y Boeing no ha terminado ninguna. Con la estación espacial programada para ser desmantelada en 2030, a Boeing se le termina el tiempo para completar las seis misiones programadas que tiene bajo contrato con la NASA.
El negocio de defensa generó cerca de veinticinco mil mdd en ingresos en 2023. El espacio representó aproximadamente una cuarta parte de las ventas de esa división en 2016, el último año para el que la empresa proporcionó ese nivel de detalle, y probablemente sea una porción menor del total en la actualidad, dijeron Rob Spingarn y Scott Mikus, analistas de Melius Research. En ese momento, representaba alrededor de 7 por ciento de los ingresos generales de la compañía.
El dato...Veinticinco mil mdd
Generó el negocio de defensa de Boeing en ingresos en 2023
El negocio espacial de Boeing incluye el lanzamiento de satélites, así como Starliner y la empresa conjunta del negocio de lanzamientos. Está perdiendo participación de mercado en satélites frente a SpaceX, dijo Harrison. El negocio de satélites cambió en los últimos cinco años, pasando a satélites en órbita baja, que está a alrededor de 640 kilómetros (km)sobre la Tierra, en lugar de colocar satélites en órbita geoestacionaria, a treinta y cinco mil cuatrocientos cinco km sobre el planeta. Los satélites de órbita baja terrestre funcionan mejor porque reciben una señal de la Tierra más rápido porque están más cerca, y son más baratos de lanzar.
“Es imposible medir la rentabilidad de SpaceX, dado que es una empresa privada respaldada por un multimillonario”, dijo Clayton Swope, subdirector del Proyecto de Seguridad Aeroespacial del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales. Pero otras empresas además de Boeing, incluidas Viasat e Intelsat, también pierden participación de mercado ante la compañía de Elon Musk y su dominio en los satélites de órbita baja terrestre.
El panorama competitivo “fundamentalmente cambió”, dijo Harrison. El analista de AeroDynamics Advisory, Richard Aboulafia, resumió las dificultades de Boeing en el espacio de manera más contundente: “Hay un nuevo gran gorila, y no son ellos”.
Pero si Boeing quisiera vender su negocio espacial, necesitaría encontrar un comprador, y eso podría resultar difícil, dicen los expertos. Lo más probable es que venda partes del negocio, dijo Spingarn. La empresa busca vender su negocio de lanzamiento, que podría generar entre dos mil y tres mil mdd, dijo Mikus, pero encontrar un comprador para el resto depende de las utilidades. Boeing no quiso hacer comentarios acerca de si vendería la empresa conjunta.
“No vas a encontrar un comprador para un montón de contratos que están perdiendo dinero”, dijo Mikus.
Una crisis de reputación
Lo que la NASA teme es que Boeing cancele el programa Starliner, dijo Harrison. La agencia espacial contrató tanto a Boeing como a SpaceX para su programa de tripulación comercial, por lo que ninguna de las dos compañías tendría el monopolio del transporte de astronautas a la estación espacial.
Pero Swope dijo que cree que Boeing dudaría en vender el negocio espacial en medio de la crisis después de una mancha de reputación, a pesar de las presiones financieras.
“Es difícil de capturar en tus resultados trimestrales, pero los sentimientos de prestigio y el legado que existe podrían estar en las mentes de los ejecutivos de Boeing si estuvieran contemplando separar esa unidad de negocios”, dijo.
Incluso si el sentimiento los dejara inmutables, el negocio espacial es una pequeña parte de las finanzas generales de Boeing. Según Spingarn, arreglar el negocio de los aviones comerciales tendrá un impacto mucho mayor en la capacidad de Boeing para generar efectivo disponible, y por eso será el principal foco de atención de los esfuerzos de Ortberg.
“Todos esos son problemas, pero arreglar los aviones comerciales es la tarea principal”, dijo. “Starliner se suma a la lista como otro problema, pero está muy abajo en la lista”.
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