Los resultados trimestrales de Halliburton fueron una prueba más de la divergencia en la industria petrolera mundial, ya que el grupo de servicios para yacimientos de petróleo recibió un impulso con el crecimiento en el extranjero mientras que su operación norteamericana quedó rezagada.
Los ingresos de la empresa con sede en Houston registraron una caída de 3.5 por ciento en comparación con el año anterior para llegar a 5 mil 900 millones de dólares, en general en línea con las expectativas, de acuerdo con una encuesta con analistas que llevó a cabo Refinitiv. Subieron 3 por ciento sobre una base secuencial.
“Continuamos aprovechando el impulso de crecimiento a escala internacional y administrando con éxito la dinámica del mercado en América del Norte”, dijo el director ejecutivo Jeff Miller.
Los ingresos internacionales subieron 12 por ciento con respecto al año anterior y la compañía señaló que “el impulso aumenta a nivel internacional y que la mejora de la actividad debería continuar hasta 2020”.
Sin embargo, la compañía de 100 años de antigüedad, al igual que sus rivales, se enfrenta a los precios débiles del petróleo y al exceso de oferta en Norteamérica, el mayor mercado de Halliburton, que ha visto que se enfría el auge del esquisto de EU y como resultado disminuya la actividad de perforación.
En abril, la compañía indicó que “lo peor en la erosión de los precios” en Norteamérica ya quedó atrás. En el segundo trimestre, los ingresos en la región cayeron 13 por ciento en comparación con el año anterior, pero aumentaron 2 por ciento sobre una base secuencial. Miller dijo que está “satisfecho” con el desempeño de la compañía.
“La mayor actividad de perforación en el Golfo de México más los aumentos en la estimulación, el levantamiento artificial y la actividad de cableado en América del Norte fueron parcialmente compensados por menores ingresos y la reducción en la actividad de fluidos en el Golfo”, dijo Stephen Gengaro, analista de Stifel.