La Unión Europea y Reino Unido acordaron continuar con las conversaciones sobre un tratado comercial después del brexit, y dijeron que vale la pena el “esfuerzo adicional” para ver si se puede alcanzar un acuerdo, en medio de señales de progreso en puntos de conflicto claves.
La decisión se hizo durante lo que las dos partes describieron como una llamada telefónica “útil” entre Boris Johnson, primer ministro británico, y Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, después de las intensas negociaciones en Bruselas durante el fin de semana.
“A pesar del hecho de que no se cumplieron los plazos finales una y otra vez, creemos que es responsable en este punto hacer un esfuerzo adicional”, dijeron von der Leyen y Johnson en un comunicado conjunto.
Las conversaciones continuarán en Bruselas, agregó von der Leyen en una declaración televisada, y dijo que fue una “llamada constructiva y útil” con Johnson.
La decisión hace eco de los comentarios de la canciller alemana Angela Merkel de que las dos partes “deben intentar hacer todo para lograr un resultado”.
Johnson dijo a las emisoras más tarde que “todavía tenemos muchas diferencias en algunas cuestiones clave”, pero agregó: “Donde hay vida, hay esperanza”. Los aliados del primer ministro aconsejaron en contra del exceso de optimismo.
Sin embargo, personas cercanas a las negociaciones sugieren que hubo señales de progreso después de una noche de conversaciones en Bruselas, y una persona indicó que las conversaciones “no van en reversa”.
Michel Barnier, negociador principal de la Unión Europea, y David Frost, su contraparte británica, se reunieron la mañana de ayer para evaluar cómo habían avanzado de la noche a la mañana las conversaciones a nivel técnico sobre un acuerdo.
Aunque recientemente ambas partes sonaban pesimistas sobre las perspectivas de un acuerdo antes de que termine el periodo de transición del brexit de Gran Bretaña, el 1 de enero, las conversaciones se redujeron a una cuestión principal pendiente.
Las negociaciones del sábado se centraron en tratar de acomodar las demandas de la Unión Europea para un mecanismo que haría que el comercio libre de aranceles dependa de que las dos partes mantengan una competencia leal para las empresas a través de un marco regulatorio de “igualdad de condiciones”.
Hablando antes del comunicado conjunto de Reino Unido y la Unión Europea, el secretario de Relaciones Exteriores, Dominic Raab, señaló que si el bloque modera sus demandas y trata a Gran Bretaña como un Estado “independiente y que se respeta a sí mismo”, había “todas las razones para sentirse confianza” de que se puede alcanzar un acuerdo, y agregó: “Todavía no estamos allí”.
Raab dijo a Sky News que Reino Unido no podía aceptar un acuerdo que lo deje sujeto a las reglas de la Unión Europea en el futuro. “Estamos trabajando increíblemente duro”, añadió.
Gran Bretaña ya rechazó diferentes modelos para un instrumento, conocido en las negociaciones del acuerdo comercial como un “mecanismo de evolución” o “mecanismo de equivalencia”, que tiene como objetivo disuadir a Reino Unido de fijar estándares menores a los de la Unión Europea si el bloque decide elevar sus normas en ámbitos como las reglas ambientales o los derechos de los trabajadores.
Johnson argumenta que el mecanismo equivale a dejar a Reino Unido atado a las reglas de la Unión Europea, algo que los líderes europeos, entre ellos el primer ministro holandés, Mark Rutte, negaron el viernes.
Johnson repitió que le gustaría llegar a un acuerdo a través de conversaciones bilaterales con los líderes de la Unión Europea —entre ellos Merkel y el presidente francés, Emmanuel Macron—, pero le dijeron que las negociaciones deben llevarse a cabo con la comisión en nombre de los 27 Estados miembros del bloque.
Con información de: Jim Brunsden, Sam Fleming y Guy Chazan
La salida
Reino Unido abandonó la Unión Europea el 31 de enero, y en marzo Londres y Bruselas comenzaron a negociar un acuerdo comercial que debía entrar en vigor el 1 de enero de 2021.
Temas clave
Las negociaciones quedaron trabadas en tres temas: acceso de los navíos pesqueros europeos a aguas británicas, normas de competencia para el mercado europeo y la solución de controversias.
Medidas
El gobierno británico movilizó cuatro barcos militares que patrullarán las aguas territoriales para evitar posibles incursiones de pescadores comunitarios a partir del 1 de enero si no se alcanza un acuerdo.