Las redes de criptomonedas que se comprometieron a dar el control a los usuarios se pusieron al mando para intentar sobrevivir a la creciente crisis que afecta al mercado de activos digitales.
En la última semana, tres grupos de finanzas descentralizadas intervinieron con planes de emergencia para proteger a sus proyectos y usuarios del dolor económico ante la caída de los precios de las criptomonedas.
Las plataformas Maker DAO, Bancor y Solend no son nombres conocidos, pero destacan en el mundo de las finanzas descentralizadas, un rincón de lo cripto que tiene el objetivo de construir un sistema financiero alternativo sin una autoridad central de toma de decisiones.
Pero las caídas de los últimos meses eliminaron 2 mil millones de dólares, más de 70 por ciento, del valor total del mercado de criptomonedas desde noviembre, lo que asestó un duro golpe para esos sueños de descentralización.
“No creo que muchos de estos empresarios hayan previsto esto en su análisis de escenarios”, dijo Stephen Diehl, ingeniero de software que se convirtió en uno de los escépticos de más alto perfil de las criptomonedas.
Los partidarios de las finanzas descentralizadas, o DeFi, se dejan llevar por la promesa de un futuro financiero utópico sin un intermediario centralizado como un banco o una bolsa de valores. Dicen que esos estratos solo agregan costos y hacen que el sistema financiero sea más ineficiente.
En su lugar, los usuarios pueden intercambiar, prestar y recibir préstamos de activos mediante contratos definidos en códigos computacionales. Las decisiones sobre la futura dirección de estas plataformas suelen estar determinadas por los votos de las personas que poseen tókenes especiales de gobernanza. A menudo se emiten para los equipos de desarrolladores y los primeros inversionistas.
Pero DeFi también se ganó la reputación de ser el más salvaje del “Salvaje Oeste” en el mundo cripto, en gran parte no regulado, con robos de tókenes por valor de cientos de millones de dólares cuando los hackers explotan los sistemas mal diseñados.
El pasado fin de semana, los usuarios de Solend, una plataforma de préstamos que se basa en el blockchain Solana, propusieron tomar el control del monedero de su mayor usuario. Los operadores temían las repercusiones si la moneda Solana, que cayó por debajo de 27 dólares, bajaba a 22.30, un precio que amenazaba la economía de la plataforma.
“(El monedero) tiene una posición de margen muy grande que pone en riesgo el protocolo de Solana y sus usuarios”, advertía. Si Solana caía por debajo de 22.30 dólares, la propagación a lo largo del mercado significaba que “Solend podía terminar con una deuda incobrable”, advirtió Diehl.
Solend retiró el plan de poderes de emergencia después de las críticas de los usuarios, pero dijo que están “comprometidos con la protección de los fondos de los usuarios, la transparencia y con hacer lo correcto”.
Bancor citó las “condiciones hostiles del mercado” como justificación para la suspensión temporal de un servicio que significaba que los usuarios ya no estaban protegidos si sus tokens depositados estaban sujetos a grandes oscilaciones del mercado.
Y Maker DAO, un colectivo que maneja la stablecoin Dai —un token cripto diseñado para vincularse al dólar— votó para congelar un vínculo con la plataforma de préstamos AAVE debido a la exposición de esta última a Celsius, otra plataforma de préstamos en dificultades.
Dirigir una red de operaciones a través de una votación consensuada significa, en teoría, que los usuarios tienen más voz en el futuro del proyecto, según Ingo Fiedler, cofundador del Blockchain Research Lab y profesor de la Universidad Concordia de Montreal, Canadá. Pero este no es siempre el caso, señaló.
Los planes de emergencia fueron una reivindicación para los reguladores mundiales, que advierten que algunos proyectos DeFi están más centralizados de lo que indica su mercadotecnia.
En un informe del Banco de Pagos Internacionales de esta semana se cuestiona si los proyectos DeFi pueden convertirse en un sistema monetario adecuado porque los desarrolladores no pueden predecir todos los movimientos del mercado.
“La imposibilidad de redactar contratos que detallen las acciones a tomar en todas las contingencias requiere que algunas entidades centrales resuelvan las disputas”, se señala en el informe.
Mientras los reguladores advierten sobre los inconvenientes de las DeFi, el mercado hace sus propios juicios. Para algunos entusiastas, los movimientos imprevistos de Maker DAO, Bancor y Solend no hacen más que alejar a los que nunca se comprometieron del todo con la ética de las DeFi.
“Esto es muy beneficioso para las aplicaciones descentralizadas”, dijo Charles Storry, jefe de crecimiento de Phuture DAO, un proyecto DeFi, pero para otros es poco más que la realidad que se reafirma en los mercados financieros.
“Los responsables de las políticas tienen razón, la descentralización no es nada nuevo. Hay nuevas formas de realizar transacciones de valor, pero el concepto de una nueva entidad que no tiene una verdadera centralización no es cierto”, dijo Ian Taylor, jefe de cripto y activos digitales de KPMG.
“Lo que veremos es una sacudida de los imitadores, porque tienen malos procesos de riesgos”, dijo Taylor, y agregó: “Lo hemos visto una y otra vez”.