AstraZeneca intenta tranquilizar a los inversionistas al asegurar que su planes de sustituir la quimioterapia tradicional por una nueva generación de fármacos van por un buen camino.
David Fredrickson, vicepresidente ejecutivo de la operación oncológica de AstraZeneca, dijo que los resultados de dos ensayos clínicos —en cáncer de mama y de pulmón—, demuestran que su nuevo tratamiento es mejor que la quimioterapia, de la que los médicos dependen desde hace más de una década, y constituye un “logro enorme”.
El grupo farmacéutico anglo-sueco se asoció con la compañía farmacéutica japonesa Daiichi Sankyo para desarrollar dos conjugados anticuerpo-fármaco clave, que utilizan anticuerpos para administrar una carga de quimioterapia a un tumor con menos efectos secundarios.
El primer fármaco de la empresa, Enhertu, ya está transformando el tratamiento para el cáncer de mama, lo que hace albergar grandes esperanzas a los inversionistas sobre el éxito de los ensayos clínicos del segundo, conocido como Dato-DXd.
Susan Galbraith, vicepresidenta ejecutiva de Investigación y Desarrollo Oncológicos, declaró que la compañía consideraba que los datos completos del ensayo eran “clínicamente significativos”, especialmente en un segmento que representa alrededor de 70 por ciento de los pacientes, los que padecen cáncer de pulmón “no escamoso”.
El ensayo clínico sobre cáncer de pulmón, en el que se estudió a más de 600 pacientes, comparó el nuevo candidato a fármaco Dato-DXd con el Docetaxel, un medicamento quimioterapéutico aprobado por primera vez en la década de 1990, pero que se sigue utilizando. Se observó que el nuevo tratamiento ayudaba a los pacientes a vivir un promedio de 4.4 meses sin que el tumor crezca, en comparación con los 3.7 meses con Docetaxel. En el subgrupo no escamoso, la mediana fue de 5.6 meses, frente a 3.7.
Los analistas de Jefferies, al comentar la publicación inicial del resumen de los datos sobre el cáncer de pulmón la semana pasada, afirmaron que los resultados globales podían decepcionar, pero que el resultado en el subconjunto era “sólido”.
En 2020, AstraZeneca se asoció con Daiichi Sankyo para Dato-DXd en un acuerdo de un valor de hasta 6 mil millones de dólares (mdd), después de su acuerdo para Enhertu. Las empresas han realizado importantes inversiones en ensayos clínicos de ambos fármacos en distintos tipos de cáncer y combinaciones con otros tratamientos.
Pero la semana pasada, Daiichi Sankyo anunció que se asoció con la estadounidense Merck en tres nuevos conjugados anticuerpo-fármaco potenciales, un acuerdo valorado en hasta 22 mil mdd, si se aprueban los fármacos y alcanzan varios hitos de ventas. Las acciones de Daiichi se dispararon 14 por ciento después del anuncio, mientras que Merck, conocida como MSD fuera de EU, ganó 1.6 por ciento.
Galbraith no comentó sobre si AstraZeneca había presentado una oferta para asociarse en los próximos fármacos en fase de desarrollo. No obstante, dijo que AstraZeneca cuenta con cuatro conjugados anticuerpo-fármaco en fase de ensayo clínico y que cerró dos acuerdos con empresas chinas para participar en la creación de nuevos medicamentos.
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