La compañía cervecera danesa Carlsberg vendió su unidad rusa a una empresa local en un convenio de 322 millones de dólares, de acuerdo con un documento del gobierno que pudo ver Financial Times, después de que el presidente Vladímir Putin firmó un decreto que pone fin al control estatal de la división.
Rusia tomó el control de la filial de Carlsberg, Baltika Breweries, en julio de 2023 y la puso bajo “administración temporal”, dejando a la compañía sin control sobre un negocio que había representado 10 por ciento de sus ingresos globales. En octubre de ese año, Carlsberg informó que dio por perdido el negocio y acusó al gobierno ruso de “robarse” a Baltika.
El gobierno ruso impuso fuertes restricciones para las empresas occidentales que deseaban abandonar el mercado local después de la invasión a gran escala a Ucrania, negándose a menudo a aprobar las ventas de activos extranjeros a menos que los ofrecieran con grandes descuentos.
En el documento del gobierno se muestra que Baltika se va a vender a VG Invest por 34 mil millones de rublos (322 millones de dólares), y se espera que el acuerdo se cierre en los próximos días; además se produce después de que el lunes pasado Putin levantó el estatus de “administración temporal” de la filial rusa de la compañía.
Carlsberg indicó que el acuerdo tomará la forma de una compra por parte de la dirección (management buyout). VG Invest es propiedad de dos empleados de Baltika de larga data que actualmente ocupan puestos de responsabilidad en el grupo. En los documentos de la compañía se muestra que VG Invest se creó en agosto y está dirigida por el vicepresidente de Baltika, Egor Guselnikov.
En un comunicado, Carlsberg informó que recibirá efectivo como parte del acuerdo, pero no especificó cuánto. Además, la compañía cervecera también tomará el control de las participaciones de Baltika Breweries en Azerbaiyán y Kazajistán.
El director ejecutivo de Carlsberg, Jacob Aarup-Andersen, dijo: “Con el anuncio de hoy resolveremos numerosas demandas y problemas de derechos de propiedad intelectual relacionados con Baltika Breweries. Teniendo en cuenta las circunstancias, creemos que es el mejor resultado posible para nuestros empleados, accionistas y la continuidad del negocio”.
Por su parte, Alexandra Prokopenko, miembro del Carnegie Russia Eurasia Center (Centro Carnegie Rusia Eurasia) en Berlín, expresó: “Solo podemos estar felices de que Carlsberg no se vaya con las manos completamente vacías, como pudo haber ocurrido”.
“Pero es obvio que las empresas que abandonaron el mercado ruso al comienzo de la guerra contra Ucrania han ganado, porque lograron hacerlo sin pérdidas dramáticas como esta”, agregó.
Los activos de la compañía cervecera inicialmente se pusieron bajo control del gobierno después de que la empresa anunció que estaba cerca de cerrar un acuerdo para vender su subsidiaria local a Arnest, un grupo químico ruso que compró los activos locales de Unilever a principios de este año.