La cadena de donas Krispy Kreme informó que un ataque cibernético a la seguridad provocó una disrupción en sus operaciones, incluidos los pedidos en línea, en diversas regiones de Estados Unidos, por lo que la compañía advirtió un impacto material en su negocio.
La compañía estadunidense explicó en un documento que se presentó ante la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC, por su sigla en inglés) que el 29 de noviembre fue notificada sobre una “actividad no autorizada” en parte de sus sistemas de tecnología de la información, por lo que tomaron las medidas necesarias para contener y remediar la situación.
Como resultado, está “experimentando ciertas disrupciones operativas, incluso con los pedidos en línea”, indicó Krispy Kreme; sin embargo, sus sucursales permanecen abiertas, se lee en el documento.
La cadena de donas con sede en Carolina del Norte, que opera en 35 países y cuenta con tiendas propias y unidades dentro de supermercados, señaló que luego del incidente “tuvo y es razonablemente probable que tenga un impacto material en las operaciones comerciales de la compañía hasta que se completen los esfuerzos de recuperación”.
Krispy Kreme explicó que notificó a las autoridades federales y comenzó a investigar en colaboración con expertos externos en seguridad cibernética para “contener” las disrupciones.
El ataque se produjo semanas después de una advertencia de que se esperaba que fraudes y el ransomware amenazaran a los minoristas, al sector de hospitalidad y a las empresas de viajes durante su temporada más ocupada que es la de las vacaciones de Navidad, de acuerdo con un informe publicado el mes pasado por el Retail & Hospitality Information Sharing and Analysis Center (Centro de Análisis e Intercambio de Información sobre Venta Minorista y Hostelería) con sede en Virginia.
En la auditoría que realizó el centro sobre las amenazas cibernéticas reportadas durante la última temporada navideña se mostró que el ransomware representó 26 por ciento de todos los incidentes reportados, cifra que se duplicó en comparación con el 13 por ciento del año anterior.
Este año se han registrado “algunas de las mayores brechas de seguridad hasta la fecha”, de acuerdo con la firma internacional de seguridad cibernética Cypfer, con ataques en aumento también en los sectores minorista y de hospitalidad.
En abril, Panda Restaurant Group, con sede en California, propietario de la cadena asiática de comida rápida Panda Express, informó sobre un hackeo en sus sistemas corporativos en marzo y que se robó información personal de un número no revelado de empleados.
Krispy Kreme informó que tiene un seguro de seguridad cibernética que se espera que “compense una parte de los costos del incidente”. Resaltó que no espera que el ataque tenga un “impacto material a largo plazo en sus resultados operativos y situación financiera”.
Pero los expertos en seguridad cibernética aseguran que una empresa puede tardar meses en recuperarse de un ataque de este tipo.
“Incluso si el sistema vuelve a funcionar, el problema es que los piratas informáticos ya tendrán los datos (de la empresa) y amenazarán con publicarlos”, dijo Graham Cluley, un investigador de ciberseguridad.
Krispy Kreme volvió a cotizar en bolsa en 2021 después de su adquisición en 2016 por el grupo de inversión europeo JABgra Holding. En EU, la empresa amplió sus canales de venta con pruebas piloto en los restaurantes McDonald’s.
Las acciones de Krispy Kreme cayeron casi 3 por ciento en las operaciones en Nueva York. La empresa no quiso hacer comentarios más allá de su presentación ante la SEC.