La oferta de Canopy Growth por la compañía de cannabis rival Acreage Holdings fue una apuesta de 3 mil 400 millones de dólares (mdd) de que la hierba va a ser legal en Estados Unidos tan pronto como el próximo año, dijeron los directores ejecutivos de las dos empresas.
El complejo acuerdo, en el que Canopy, con sede en Ontario, pagará a Acreage, ubicada en Nueva York, solamente 300 mdd en efectivo por adelantado, depende de la legalización a escala federal en EU. “Creemos que va a ocurrir más pronto de los que otros esperan, voy a decir que dentro de los próximos 12 a 18 meses a lo mucho”, dijo Kevin Murphy, presidente y director ejecutivo de Acreage, a Financial Times.
Su confianza cuenta con el respaldo de la “fuerte conexión política” de Acreage en Washington, señaló, en referencia a un consejo de administración que incluye a John Boehner, el ex presidente republicano de la Cámara de Representantes de Estados Unidos.
“Este es probablemente uno de los pocos asuntos bipartidistas en Washington”, dijo, uniendo a los activistas por los derechos de los estados de la derecha con los demócratas liberales de la izquierda. “Hay políticos en ambos lados del espectro que se esfuerzan por eliminar el mercado negro, regular el mercado, y aplicar impuestos al cannabis”.
Un acuerdo completo le daría una valoración a las unidades de Boehner en una subsidiaria de Acreage en casi 20 millones de dólares. William Weld, el ex gobernador de Massachusetts, que la semana pasada anunció que competiría con Donald Trump por la nominación presidencial del Partido Republicano para 2020, está en la fila de una suma similar, y Brian Mulroney, el ex primer ministro canadiense, verá sus acciones y opciones registrar una valoración de alrededor de 13 millones de dólares, con base en el precio de operación de Canopy del jueves.
Murphy, quien fundó Acreage en 2014, dijo que el acuerdo podría abrir el camino para más fusiones y adquisiciones por parte de la empresa ampliada. El grupo combinado, predijo, tendría una potencia de mil 500 millones de dólares para buscar adquisiciones en el próximo año o dos, y que fija la mira en compañías más pequeñas dentro y más allá de los 20 estados de Estados Unidos en los que opera actualmente.
Los posibles blancos para adquisiciones “quieren estar en el autobús proverbial, y no que los arrolle el autobús proverbial”, indicó.
La alianza prevista, que los asesores legales canadienses de Canopy describieron como “la transacción más compleja de fusiones y adquisiciones que se completa en décadas”, es la más reciente de una serie de transacciones de mariguana a medida que se extiende la despenalización en Norteamérica.
El hecho de que Constellation Brands, el distribuidor estadunidense de la cerveza Corona, ya invirtió casi 4 mil mdd en Canopy desde 2017 para convertirse en su mayor accionista “hizo trizas las percepciones” del cannabis entre otras empresas de productos de consumo, destacó el co-fundador de Canopy, Bruce Linton.
“El sector provoca una disrupción en una gran cantidad de personas”, dijo Linton. La absorción de Acreage por parte de su compañía aumentaría aún más el interés en el sector entre las empresas de otros sectores, entre ellas las de productos farmacéuticos, predijo.
Tilray, una compañía canadiense de cannabis, ya tiene una sociedad con Novartis, la farmacéutica suiza, y AB InBev, el grupo cervecero.
Alrededor de 70 por ciento del negocio de Acreage se relaciona con la mariguana medicinal, pero Murphy destacó que espera que el cannabis para uso recreativo llegue a ser cerca de la mitad del total si su compra se vuelve legal en Nueva York, Nueva Jersey y Connecticut. En la actualidad, solamente 10 por ciento de los negocios nacionales de Canopy se relaciona con la mariguana medicinal.
La mariguana aún está restringida en la Lista 1 de la Ley de Sustancias Controladas de Estados Unidos, lo que hace que los productos que se derivan de ella sean ilegales a escala federal. Los bancos regulados a nivel federal corren el riesgo de ser procesados cuando trabajan con empresas relacionadas con el cannabis, incluso si a escala estatal su operación es legal.
Los activistas de la liberalización presionan para que el Congreso adopte una legislación que signifique que ya no sea ilegal que las personas compren o vendan la droga, siempre y cuando cumplan con la ley estatal.
Negocio rentable en Canadá
Apenas en marzo pasado, el primer fondo cotizado en bolsa (ETF) de cannabis del mundo acumuló un rendimiento de más de 50 por ciento en lo que iba del año. El fondo Horizons Marijuana Life Sciences Index creció a mil 300 millones de dólares en activos a pesar de registrar algunos flujos de salida este año, de acuerdo con el proveedor de datos ETFGI.
El crecimiento de la ETF de Horizons puso de relieve la popularidad de los ETF temáticos, en particular un puñado que se centran en la naciente industria de la mariguana legal en América del Norte.
“Hay mucha demanda de estos productos sin mucha oferta, algo que le permite a los gestores cobrar una prima y ser casi inmunes a la presión de las tarifas que está generalizada en la industria”, dijo Todd Rosenbluth, director de investigación de ETF y fondos mutuos en la empresa de investigación CFRA.
Por otra parte, la Ley de Fortalecimiento de la Décima Enmienda por Medio de los Estados (STATES, por su sigla en inglés), copatrocinada por la senadora Elizabeth Warren, pondría fin a las contradicciones entre las leyes federales y estatales.