Elon Musk recurrió ayer a Twitter para anunciar que busca convertir a Tesla en empresa privada, en un acuerdo que prevé una valoración de 70 mil millones de dólares y que tiene el potencial para terminar su ríspida relación con Wall Street.
Musk tuiteó su plan poco después de que Financial Times informara que el fondo de riqueza soberana de Arabia Saudita tomó una participación de 2 mil mdd en el fabricante de autos eléctricos.
El uso poco ortodoxo de las redes sociales por parte de Musk, al dar a conocer por esa vía su plan, dejó a los inversionistas tratando de adivinar la seriedad con la que deben tomar los dichos del voluble empresario. El jefe de Tesla soltó la bomba sobre Wall Street a la hora del almuerzo en Nueva York.
“Considero hacer privada a Tesla a 420 dólares. Financiamiento asegurado”, tuiteó Musk. Los títulos de la firma subieron con la noticia y, después de una breve pausa en las operaciones, terminaron el día con un alza de 11 por ciento para cotizar a 379.57 dólares.
En un correo a los empleados publicado por la compañía, Musk argumentó que volverse una firma privada creará “el entorno para que Tesla funcione mejor”, liberado de “cambios bruscos en el precio de nuestras acciones que pueden ser una gran distracción para todos los que trabajan” en la empresa.
También dijo que la compañía estará liberada de los “ciclos de ganancias trimestrales” que lo presionaron a alcanzar objetivos a corto plazo, y que ser público les dio a los vendedores en corto la oportunidad de atacar a la empresa, convirtiéndola en “la acción más corta en la historia del mercado”.
Sin embargo, mientras explicaba las razones por las cuales busca darle la espalda a Wall Street, el jefe de Tesla no dio más detalles sobre cómo iba a financiar un acuerdo o cuándo esperaba hacer la oferta de compra.
El primer tuit de Musk se produjo a menos de una hora de que el FT revelara que el Fondo de Inversión Pública (PIF) de Arabia Saudita había acumulado una participación del 3-5 por ciento este año, lo que lo ubicaba entre los mayores inversores de Tesla.
Previo al salto de ayer, la posición tiene un valor de entre mil 700 y 2 mil 900 millones de dólares. La participación, que se encuentra por debajo del umbral de 5 por ciento que requiere la divulgación pública, convierte al fondo público de inversión en uno de los ocho mayores accionistas de Tesla, de acuerdo con los datos de Bloomberg.
El uso de Twitter de Musk dejó a muchos observadores preguntándose si realmente se podía tomar en serio el plan de compra. A la sospecha se sumó el precio de 420 dólares propuesto para las acciones, que fue visto como una posible referencia al 4/20, con el 20 de abril, cuando consumidores celebran el día de la mariguana.
Las firmas de EU rara vez se ven obligadas a responder a los informes de prensa, pero si deciden hacer una declaración debe ser veraz, de lo contrario puede considerarse manipulación de acciones.
Un reconocido abogado de Wall Street dijo que “no hay forma de que Musk pueda emitir declaraciones falsas en Twitter y no meterse en problemas”. Esa es una simple violación de las reglas de valores existentes”.
Si se descubriera que había emitido una declaración engañosa, Musk infringiría la Regla 10b-5 de la Ley de Intercambio de Valores de 1934. La Comisión de Bolsa y Valores no quiso hacer comentarios.
El PIF, que posee más de 250 mil mdd en activos, inicialmente se acercó a Tesla y a su director ejecutivo, Elon Musk, para expresar su interés en comprar acciones recién emitidas de la compañía.
Sin embargo, Tesla no actuó sobre el interés, dijo una persona con información sobre el asunto. En cambio, el fondo estatal saudita adquirió la posición en los mercados secundarios con la ayuda de JPMorgan. Musk y Tesla están al tanto de la participación de acciones que tiene el fondo público de inversión, dijo esta persona.
No se conoce el momento exacto de la compra, aunque se cree que ocurrió después de la gira del príncipe heredero por EU en marzo.
Otra persona dijo que el PIF y Musk estuvieron contacto desde que el fondo saudita compró una participación de 3 mil 500 mdd en Uber, el grupo de solicitud de transporte, en junio de 2016.
Musk se resistió a vender nuevas acciones este año, a pesar de que la agencia calificadora Moody’s y muchos analistas de Wall Street argumentan que debería construir un colchón financiero más grande.
Tesla gastó mil 800 mdd en la primera mitad del año, con lo que el grupo se quedó con reservas en efectivo de 2 mil 200 mdd a finales de junio. Musk afirma que el fabricante de autos eléctricos tendrá un flujo de caja positivo en los últimos dos trimestres.
La inversión de Arabia Saudita parece confirmar la declaración de Musk de la semana pasada de que “sin duda podríamos recaudar dinero”. Sin embargo, el jefe de Tesla también dijo sería “más disciplinado” no vender más acciones. Trata de demostrarle a Wall Street que Tesla finalmente, después de 15 años, tiene un negocio financieramente sustentable.
Tencent, la compañía china de internet, adquirió una participación de 5 por ciento en Tesla a través de compras en el mercado de valores a principios del año pasado, y pagó cerca de mil 700 millones de dólares para amasar su posición.
Información adicional de Simeon Kerr y James Fontanella-Khan en Nueva York.