El aumento de las deudas y los gastos imprevistos son las principales causas del estrés financiero de los mexicanos, dice Óscar Rosado, presidente de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef).
La reciente Encuesta Nacional sobre Salud Financiera (Ensafi) 2023, elaborada por la Condusef y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), revela que 36.9 por ciento de la población mexicana tiene un nivel alto de estrés financiero, 34.6 por ciento dijo que su nivel de estrés era moderado, mientras que 28.5 por ciento de los mexicanos aseguran que su nivel era bajo o nulo. Por género, las mujeres reportan tener más estrés financiero que los hombres.
Rosado destacó que dicho padecimiento no es exclusivo de algún grupo social, ya que los resultados de la Ensafi evidencian que el estrés financiero se presenta aún entre las personas que más ganan y que esto a su vez disminuye la productividad y rentabilidad de las personas en sus áreas de trabajo.
“Hay causas conductuales del comportamiento humano que llevan a las personas a realizar compras compulsivas y sobre endeudarse, en resumen a vivir más allá de sus posibilidades”, dice.
¿Cómo esta la sociedad mexicana en términos de resiliencia financiera?
La encuesta mide, por un lado, el bienestar financiero, y por otro, el estrés financiero.
Este último es una patología, una enfermedad al no tener salud financiera. Si lo analizamos así, la mitad de la población mexicana percibe que sí tiene salud financiera y por ende vive con bienestar financiero, pero hay otra mitad de la población, que va de medio a muy alto, que no percibe esta condición.
La Ensafi 2023 identificó que los jóvenes son quienes más ahorran en comparación de otros grupos de la población, incluso tienen varias formas de guardar una parte de sus ingresos. El estudio revela que 52 por ciento de los mexicanos mayores de 18 años ahorra, ya sea de manera formal o informal.
De la población joven que ahorra, la mitad lo hacen en la formalidad, es decir, mediante una institución financiera o bancaria; mientras que la otra mitad lo hace en la informalidad, que consiste en guardar el dinero en medios como las tandas, las cajas de ahorros, entre otros.
Respecto a la división de la encuesta por grupos de edad, la Ensafi reveló que, a medida que aumenta la edad, la tendencia a tener ahorros disminuye. Dentro de la sección de 18 a 29 años se presenta un porcentaje de 59.6 por ciento de personas ahorradoras, mientras que en el grupo de 65 y más años, se obtiene 41.3 por ciento.
Cabe destacar que cada persona tiene una percepción muy diferente del ahorro, según sus ingresos, su grado de educación y el contexto cultura donde se mueve. Sin embargo, tener el hábito de ahorrar puede proporcionar seguridad e independencia financiera, reducir el estrés y apoyar el cumplimiento de metas a largo plazo y la preparación para imprevistos
Otro dato importante que arrojó la encuesta es que la mitad de los mexicanos le tiene aversión al crédito: temen adquirir uno.
¿Qué contradicciones obtuvieron de la encuesta este año?
Un ejemplo sorprendente es cuando se compara entre el estrés financiero y el bienestar. Por un lado, cuando revisamos los indicadores del bienestar financiero por país, México obtiene una puntuación de 52.8, una cifra que no está alejada de países como Corea del Sur y Estados Unidos, estamos más o menos al mismo nivel en una escala de 100, no estamos mal.
Por entidad, la Ciudad de México tiene 55.6 puntos de bienestar financiero y se coloca en tercera posición del índice, los valores más altos se reportaron en Quintana Roo y Coahuila (56.3 y 55.9, respectivamente). En el extremo opuesto está Zacatecas, Oaxaca y Guerrero (49.8, 49.8 y 49.0 puntos, respectivamente).
Pero cuando revisas las estadísticas del estrés financiero, las tres entidades con mayor nivel son Ciudad de México (69.5 puntos), Zacatecas (65.6 puntos) y Baja California (64.8 puntos). Las personas de la capital del país reportaron requerir un mayor ingreso promedio para cubrir gastos (29 mil 500 pesos). Es la entidad con el mayor nivel de estrés financiero y bienestar a la vez.
Por otro lado, hay estados como Baja California Sur que tiene un alto grado de bienestar financiero y tiene bajo grado de estrés. Otro estado emblemático es Nuevo León, que tiene elevado nivel de bienestar y es la entidad que menos estrés financiero tiene. Queda demostrado que los regios son ahorradores.
¿Qué factores generan el estrés financiero?
La acumulación de deudas, la falta de dinero a final de mes y hacer frente a imprevistos: son factores que detonan el estrés financiero en las personas. En el país, la Ensafi 2023 reportó que 36.9 por ciento de la población tiene un nivel alto de estrés financiero, 34.6 por ciento dijo que su nivel era moderado, mientras que 28.5 por ciento aseguró que su nivel era bajo o nulo.
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y la falta de dinero a final de mes son factores que detonan el estrés financiero en las personas"
Cabe destacar que esta condición no es exclusiva de algún grupo social en particular, los resultados de la Ensafi 2023 evidencian que este tipo de padecimiento se presenta aún entre las personas que más ganan y que esto a su vez disminuye la productividad y rentabilidad de las personas en sus trabajos.
Básicamente, el estrés financiero lo generan tres cosas: desempleo, ingresos insuficientes, también conocido como precariedad laboral; y la tercera es un tema conductual. En la encuesta quedó demostrado que a menor ingreso, mayor grado de estrés, en cuanto aumenta el salario, va disminuyendo el estrés financiero, pero ¡oh, sorpresa!, llega un momento que a partir de los que ganan tres veces el salario mínimo —20 mil pesos hacia arriba— el estrés empieza de nuevo a crecer. Aquí ya no es un tema de bajos ingresos, ni de desempleo, tiene que ver con compras compulsivas, sobre endeudamiento, en resumen vivir más allá de tus posibilidades.
¿Por qué se considera al estrés financiero como una pandemia?
Como las epidemias y las pandemias, el estrés financiero entra sigilosamente, no se nota, y solo hasta que hay una evidencia como gastritis, colitis, dolor de cabeza o incluso violencia intrafamiliar, es cuando ves que algo raro está pasando.
Este padecimiento afecta a las pequeñas, medianas y grandes empresas, también a los gobiernos de los tres niveles. En el caso de las compañías, el efecto es muy grave porque se ve reflejado en la productividad y la rentabilidad; entonces hago una invitación al sector empresarial a que tome nota.
Con el estrés financiero, todo el mundo esconde la mano, porque nadie quiere decir que está endeudado, porque genera vergüenza social. Es más fácil que un empleado diga que tiene una enfermedad terminal, a que diga que está endrogado con su tarjeta de crédito, y esto se debe a que no hay empatía social.
CHC