Crisis en Boeing, obstáculo para diálogo EU-China

Desbalance. Pekín contemplaba comprar aviones en la propuesta de elevar en mil 200 mdd la exportaciones.

El modelo representa 80 por ciento de su cartera no entregada. MATT MILLS MCKNIGHT Reuters
Editorial Milenio
Pekín, Washington y Hong Kong /

La medida de dejar en tierra los aviones 737 Max 8 de Boeing amenaza con complicar las conversaciones comerciales entre Estados Unidos y China al dificultar a Pekín presentar al presidente estadunidense, Donald Trump, un impulso al valor de referencia de los bienes que compra a EU.

Las líneas aéreas chinas y las compañías de arrendamiento financiero tienen la cartera de pedidos más grande fuera de Estados Unidos para el 737 Max, que se encuentra bajo el escrutinio de los reguladores de todo el mundo después de dos accidentes mortales en los últimos seis meses. El modelo también es fundamental para los planes de Boeing, que representa 80 por ciento de los aviones no entregados en su cartera.

Boeing suspendió la entrega del 737 Max luego de que los reguladores dejaron en tierra el avión tras el accidente de Ethiopian Airlines el domingo pasado, que causó la muerte de las 157 personas. Un vuelo de Lion Air en Indonesia, en el que participó el mismo tipo de aeronave, también se estrelló poco después del despegue en octubre y mató a 189 personas.

La incertidumbre sobre el 737 Max crea un dilema para los negociadores comerciales de China, que han respondido a la presión de la administración Trump sobre las políticas industriales al ofrecer comprar mil 200 millones de dólares adicionales en exportaciones estadunidenses durante seis años. Los aviones Boeing tienen una fuerte presencia en la lista de compras de Pekín, que también incluye más compras de soya, maíz, gas natural y petróleo crudo.

Sin duda, no podemos comprar este modelo. Es un tema de seguridad, no de comercio.

China ya tiene problemas para alcanzar el objetivo de mil 200 mdd, de acuerdo con las fuentes con sede en Washington. Un número débil en las compras puede aumentar la percepción de un mal acuerdo y reducir el apoyo político para el mismo en Estados Unidos, aunque la mayor parte de las dificultades para llegar a un acuerdo se centra en problemas estructurales más difíciles.

Los accidentes, y la rápida decisión de China de dejar en tierra el modelo, hacen que sea difícil para Pekín ofrecer comprar más aviones 737 Max.

“Sin duda, no podemos comprar este modelo. Es un tema de seguridad, no de comercio”, dijo He Weiwen, ex diplomático chino y ahora investigador principal en el Centro para China y la Globalización en Pekín. “Otros modelos de Boeing no tienen ese tipo de problemas, especialmente aquellos que han demostrado tener una gran calidad después de operar durante años. Todavía podemos comprar esos, pero sin ninguna duda tendrá que haber controles de calidad más estrictos antes de la aprobación”.

Una reunión entre el presidente Donald Trump y su contraparte china, Xi Jinping, se aplazó hasta abril, y el presidente estadunidense dijo que “no tenía prisa” por llegar a un acuerdo comercial. Todavía no se resuelven los problemas principales, dijo la semana pasada el representante comercial de EU, Robert Lighthizer, mientras las partes discuten sobre el mecanismo de aplicación, el destino de los aranceles actuales y el alcance de las concesiones chinas sobre los subsidios industriales y la propiedad intelectual. La demora le ofrece a Boeing cierto respiro para que pueda introducir mejoras en los aviones 737 Max que podrían reducir las inquietudes sobre posibles compras.

El accidente de Ethiopian se produjo en un momento particularmente malo para Boeing, que esperaba beneficiarse del acuerdo comercial entre EU y China. Justo días antes del desastre, Dennis Muilenburg, director ejecutivo de Boeing, dijo: “Creo que hay una oportunidad económica para que los aviones sean parte del acuerdo definitivo y ayuden a cerrar la diferencia del déficit comercial”.

Las aerolíneas chinas o las arrendatarias de propiedad china representan aproximadamente 10 por ciento de los pedidos no completados de Boeing para la serie 737 Max. Casi una cuarta parte de la línea de pedidos proviene de compradores no identificados, algunos de los cuales también son compradores de China continental. Y no será fácil cambiar el pedido por un avión diferente.

El libro de pedidos más grande de más de 100 aeronaves 737 Max es con las subsidiarias de Avolon, la compañía irlandesa de arrendamiento propiedad del conglomerado chino de aviación hasta financiación HNA y la compañía japonesa de servicios financieros Orix. BOC Aviation, una compañía de arrendamiento bajo la gestión del Banco de China, tiene pedidos 90 aeronaves de la familia 737 Max, mientras que la división financiera del Banco de Desarrollo de China tiene un pedido de 77 aviones.

Airbus podría intentar sacar ventaja de cualquier pérdida inmediata en el apetito que tiene China para las compras de aviones Boeing. Un asesor del presidente francés Emmanuel Macron dijo a Reuters esta semana que había señales “positivas” en las conversaciones para que Airbus obtenga un nuevo pedido de aviones de fuselaje estrecho cuando Xi viaje a Francia a finales de este mes. Para Pekín, una gran compra llamativa del Boeing 737 Max simplemente sería excesiva en estas circunstancias, dijeron los analistas.

Pero Boeing también es fundamental para la política industrial de China. Boeing abrió recientemente una planta en el archipiélago chino de Zhoushan, para pintar y equipar aviones que vuelan desde EU. Eso le brinda a Pekín un fuerte incentivo para seguir comprando aviones estadunidenses mientras desarrolla su propia industria. A Pekín le gusta asegurarse de no depender demasiado de un proveedor de aeronaves, y probablemente desee mantener un límite en los pedidos de Airbus, el otro gran proveedor de aviones de pasajeros a escala mundial. Un avión chino que surgió en el país aún no está listo para un uso comercial.

“Si los aviones Boeing Max estuvieran en la mezcla de compras planeada de productos estadunidenses por parte de los chinos como parte de un acuerdo comercial, los chinos probablemente buscarán sustituirlos por otra cosa”, dijo Bonnie Glaser, asesora principal para Asia en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, un centro de expertos con sede en Washington.

Daños globales

Tras el accidente, el gigante de la aeronáutica se hundió en un estado de crisis, con pérdidas de casi 25 mil mdd en capitalización bursátil y su reputación fuertemente golpeada.

Solo descrédito

La situación empeoró por la manera como lo manejó la compañía estadunidense, según expertos e integrantes del sector, que valoraron su respuesta como “horrible” y “pésima”.

Tardó tres días

La autoridad de Estados Unidos tardó tres días en dejar en tierra el modelo, mientras a escala mundial ya se llevaba a cabo la inmovilización de la aeronave.

Sigue producción

Boeing paralizó el jueves las entregas del 737 MAX 8, aunque seguirá produciendo 52 al mes, teniendo en cuenta la actualización del software de control de vuelo que planea aplicar.

Trabajos en vilo

La firma tiene a casi la mitad de sus empleados —cerca de 70 mil de 153 mil— en Washington, donde están los hangares en los que se fabrican sus aviones.


Con información de Lucy Hornby, Xinning Liu, James Politi y Nicolle Liu


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