Daimler sufrió su peor desempeño anual en una década el año pasado, ya que se vio obligado a reservar miles de millones de euros en costos de los litigios por el Dieselgate, lo que agravó las dificultades de la empresa para financiar una transición tardía hacia los vehículos eléctricos.
El grupo automotriz alemán informó el martes pasado una caída de más de 60% en sus ganancias de 2019, ya que las utilidades netas de la matriz de Mercedes-Benz cayeron a 2,700 millones de euros (mde) el año pasado, en comparación con los 7,600 mde de 2018, a pesar de que las ventas se mantuvieron aproximadamente en el mismo nivel.
Los resultados mediocres de la compañía llevaron a la propuesta de recortar el dividendo anual a solamente 90 centavos por acción, por debajo de los 3.25 euros que registró en 2019.
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En un año que ya era difícil para los fabricantes de automóviles, debido a una desaceleración en el mercado mundial de autos, Daimler reservó 5,400 mde en responsabilidades legales, incluyendo más de 4,000 mde relacionados con la supuesta manipulación de las pruebas de emisiones de diésel. El grupo sigue negando cualquier mala práctica.
“Vamos a restaurar la salud financiera de esta compañía”, prometió el director ejecutivo Ola Kallenius, quien ya supervisó cuatro advertencias de utilidades desde que asumió el cargo en mayo pasado.
El grupo con sede en Stuttgart, que emplea a casi 174,000 trabajadores en Alemania, anunció el año pasado que recortaría a una décima parte de los directivos en todo el mundo, y más de 10,000 puestos de trabajo para finales de 2022, con un ahorro de 1,400 mde. Kallenius no quiso negar los informes de que podrían eliminarse 5,000 puestos más.
“Pasarán años antes de que Daimler alcance el nivel de rendimiento que los accionistas pueden esperar de un fabricante de automóviles premium”, dijo Michael Muders, gerente de cartera del Inversor Institucional Union, y advirtió que “no hay razón para esperar que los pagos (del Dieselgate) resuelvan el asunto”.
El Dato.2%
de las ventas de Daimler provienen de los autos eléctricos
Además de los problemas de litigios heredados y los altos costos de personal, Daimler debe gastar mucho para aumentar su producción de vehículos eléctricos e híbridos enchufables, a fin de evitar multas de Bruselas por infringir las nuevas regulaciones de emisiones.
Los estándares europeos se aplicaron gradualmente a partir del 1 de enero. Exigen un nivel de CO2 de 95 gramos por kilómetro para toda la flota vehicular de los fabricantes en los próximos dos años. El promedio de Daimler es de aproximadamente 137 gramos, y los vehículos que funcionan con baterías representan apenas 2% de sus ventas anuales.
Mientras tanto, los márgenes de utilidades de los autos Mercedes-Benz, la división central de Daimler, se redujeron a la mitad (3.6%), a pesar de un aumento de 17% en las ventas en China, el mercado más grande de la compañía. La unidad de camionetas van de Mercedes sufrió una pérdida antes de impuestos de 3,000 mde, que Kallenius describió como “horrenda”.
El precio de las acciones de Daimler registró una caída de 14% en los últimos 12 meses, pero subió 2.5% para ubicarse en 44.22 euros en las primeras operaciones del martes, a medida que se redujo la exposición del sector automotriz a los efectos del coronavirus.
La valoración de mercado de la compañía registra un impulso, debido en parte al persistente interés de los competidores de China.