El sombrío panorama empresarial de China amenaza con repercusiones a escala global mientras la segunda mayor economía del mundo registra una lenta recuperación luego de los estrictos confinamientos de la era del covid, advierten las compañías occidentales.
Los informes corporativos de una gama diversa de empresas de todo el mundo documentan sus preocupaciones respecto a China, que durante décadas ha proporcionado un mercado en auge para todo tipo de cosas, desde productos químicos hasta coches, atención de salud y viajes.
“La demanda en China es débil”, lamentó Joel Smejkal, director ejecutivo del fabricante estadunidense de semiconductores Vishay Intertechnology.
José Ferreira Neves, director del grupo británico de comercio electrónico de moda Farfetch, está de acuerdo: “La recuperación no es tan explosiva como todo el mundo pensaba que iba a ser”.
“El principal motor” de la caída de los ingresos de Agilent en el último trimestre fue el negocio en China del fabricante de instrumentos de laboratorio de California, dijo su director ejecutivo, Mike McMullen, algo que llevó a la compañía a reducir sus objetivos anuales de crecimiento.
La economía china perdió impulso en el segundo trimestre de este año, de acuerdo con los datos publicados el mes pasado, ya que la caída de las exportaciones, la debilidad de las ventas minoristas y un moribundo sector de bienes raíces pesaron sobre el crecimiento.
El producto interno bruto creció 0.8 por ciento hasta junio, en comparación con el 2.2 por ciento de los tres primeros meses del año. Las dificultades a las que se enfrenta la nación asiática pesan sobre el crecimiento global.
En un intento de estimular la economía, las autoridades chinas anunciaron a principios de mes un paquete de reformas del mercado financiero y bajaron las tasas de interés, pero menos de lo esperado. El gasto todavía no se recupera, las exportaciones disminuyeron y los precios al consumidor cayeron el mes pasado.
Qi Wang, director de inversiones de MegaTrust Investment, compañía que se especializa en valores nacionales chinos, dijo que no podía recordar una época en la que la confianza de los consumidores del sector de bienes raíces y de las empresas hubiera sido tan baja. “No se trata de una simple cuestión cíclica, parece algo secular y estructural”.
“El pueblo chino no está tan contento ni con tanta confianza en su propio gobierno”, comentó Martin Brudermüller, jefe del grupo de químicos BASF, uno de los inversionistas extranjeros más grandes en China. “Gastan mucho dinero en la educación de sus hijos. Ahora tienen una tasa de desempleo juvenil de 20 por ciento. Ya perdieron mucho dinero en el sector inmobiliario y simplemente se muestran cautelosos a la hora de gastar dinero”.
Brudermüller añadió: “Las bases para las próximas décadas no están cambiando, pero (la recuperación) no está arrancando en el segundo semestre”.
- Te recomendamos Dialogan en China sobre cambios en la Ruta de la Seda, el clima y el medio ambiente La ruta de la seda
Maike Schuh, directora financiera de Evonik, otro grupo alemán de productos químicos, describió la recuperación de China como “muy lenta”, y señaló que la construcción “todavía está en crisis” y “el desempleo, en especial entre los más jóvenes, parece ser un verdadero problema”.
Markus Steilemann, Consejero Delegado de Covestro, empresa rival, informó una caída de los beneficios de casi un tercio respecto al año anterior, y advirtió que "no cabe esperar una rápida recuperación de China en el segundo semestre”.
Los turistas chinos salen menos al extranjero, indicó la compañía de viajes Booking Holdings. “China sigue sin producir de forma significativa”, dijo Glenn Fogel, su director ejecutivo. “No espero para nosotros una recuperación en China durante algún tiempo, probablemente un tiempo significativo”.
Hay excepciones entre las compañías que se orientan al consumidor, como Apple, donde su director ejecutivo, Tim Cook, habló de una “aceleración” en China al pasar de un descenso de las ventas de 3 por ciento en su segundo trimestre a un crecimiento de 8 por ciento en el tercero.
Starbucks, que considera a China como su segundo mayor mercado, señaló que la débil recuperación no tuvo “ningún impacto perceptible” en sus ventas, mientras que Walmart informó un aumento de 22 por ciento en sus ventas en el país el trimestre pasado, y Ralph Lauren hizo hincapié en que sus ventas en el país crecieron más de la mitad en comparación con el año pasado, cuando Shanghái estaba en confinamiento.
“De cara al futuro, esperamos que China siga siendo uno de nuestros mercados de más rápido crecimiento”, dijo Patrice Louvet, director ejecutivo de Ralph Lauren.
Aegon, grupo de seguros con sede en Países Bajos, registró mayores salidas en su empresa conjunta de administración de activos en China, citando lo que el director ejecutivo calificó como una “economía bastante inestable”; sin embargo, sus ventas de seguros de vida en el país —a través de una asociación empresarial independiente— aumentaron 80 por ciento después de que se levantaron los confinamientos.
El grupo alemán Siemens informó sobre una fuerte caída en los nuevos pedidos en China, en especial en su negocio de automatización de fábricas; sin embargo, el director ejecutivo Roland Busch dijo que, “a largo plazo, podemos decir que China es sin duda uno de los principales mercados, y se van a generar utilidades”.
El grupo minero Rio Tinto se mostró “cautelosamente optimista” respecto a la economía china, según Jakob Stausholm, su director ejecutivo. “Ya demostraron una y otra vez que, si hay un contratiempo, son capaces de estimular la economía y de manejarla de manera eficaz”.
Sin embargo, otros admitieron que simplemente no lo sabían: “Es muy difícil predecir el momento y la magnitud de estos cambios de rumbo”, dijo Nicholas Anderson, director del grupo británico de ingeniería Spirax-Sarco. “En el caso de China, mi bola de cristal es muy borrosa, hay mucha niebla”.
Con información de: George Steer, Ian Smith y Euan Healy
- Te recomendamos Presidente de Cuba finaliza gira africana tras reunión con líderes de los BRICS Internacional