Indra Nooyi dejará sus cargos como directora ejecutiva y presidenta de PepsiCo después de más de una década al frente del productor estadunidense de bebidas y bocadillos, dijo el grupo.
Después de tomar el mando de la compañía en 2006, Nooyi supervisó la transición de PepsiCo de su operación principal tradicional de bebidas azucaradas, ya que la compañía y sus pares hacen frente a la creciente preferencia de los consumidores a las opciones más saludables de bebidas y alimentos.
Nooyi, quien constantemente se encuentra en las clasificaciones de las mujeres más poderosas del mundo, dejará su cargo a partir del 3 de octubre de este año, y seguirá como presidenta hasta principios de 2019. Su inminente salida sigue una reciente tendencia de cambios de directores generales entre las grandes empresas estadunidenses de alimentos y bebidas, entre ellas Coca-Cola, Campbell’s Soup y Kellogg, cuyos negocios establecidos tienen dificultades para ganar terreno con los consumidores.
El trabajo de navegar por los gustos de los consumidores ahora recae en Ramón Laguarta, quien se convertirá en el sexto director general de PepsiCo en sus 53 años de historia. Laguarta está en la compañía desde hace 22 años, y desde septiembre de 2017 es presidente, supervisando las operaciones globales, la estrategia corporativa y las políticas públicas y asuntos de gobierno.
“Tiene un profundo conocimiento de los cambios de las preferencias de los consumidores y otras tendencias críticas que se desarrollan alrededor del mundo, y ya demostró que sabe cómo navegar esto de manera exitosa”, dijo Nooyi sobre su sucesor.
A la industria de alimentos y bebidas de EU no le han faltado cambios en los puestos de alto nivel en los últimos dos años. Un desfile de empresas, entre ellas Coca-Cola, General Mills, Kellogg, Mondelez International, Hershey y Starbucks, reemplazaron a sus directores ejecutivos desde principios de 2017. Campbell Soup, cuya apuesta en comida fresca fracasó para dar un giro en su suerte, todavía busca un nuevo jefe.
Al igual que PepsiCo, los negocios en los que esas compañías desarrollaron su reputación ya no son los motores de crecimiento que alguna vez fueron. A principios de este año, Steve Cahillane, CEO de Kellogg, de manera sorprendente admitió que la compañía, que es más conocida por los Corn Flakes y Froot Loops, ya no podía atar su futuro a las ventas de productos de cereales, mientras que los resultados más recientes de Coca-Cola se impulsaron por sus bebidas no azucaradas.
Los resultados más recientes de PepsiCo para el trimestre de junio se ubicaron ligeramente por encima de los pronósticos de los analistas, pero los ingresos de su división principal de bebidas en América del Norte seguían cayendo. La unidad representa alrededor de un tercio de las ventas totales de la compañía, pero la que más contribuye a las utilidades operativas de PepsiCo es su división de botanas, que produce los Doritos y las papas fritas Lays.