Los desarrolladores de software hablan de la deuda técnica, lo que significa el costo de reescribir el código de manera rápida e informal para que se ajuste a su propósito. Si no se paga, la deuda tecnológica, como la monetaria, puede generar “intereses”, algo que hace que el cambio sea aún más caro de implementar más adelante.
La deuda cultural puede ser un gran fenómeno similar en muchas empresas, particularmente en el sector de tecnología. La cultura corporativa de rápido movimiento, toma de riesgos y ganar a toda costa, que permitió que una startup como Uber tuviera éxito, es demasiado problemática para una empresa pública global y se tiene que actualizar.
Una pregunta interesante es si Apple tendrá que pagar su deuda cultural mientras se prepara para una pelea a golpes con los reguladores. ¿Será necesario reinventar la cultura monomaníaca que le permitió convertirse en uno de los negocios más exitosos y rentables de la historia?
El mes pasado, la Unión Europea inició dos casos antimonopolio contra Apple.
El primero se refiere a las operaciones de la App Store de la compañía después de las quejas de Spotify, el servicio de streaming de música, y Kobo, el negocio de libros electrónicos. Cada uno criticó a la empresa por exigir 30% de la tarifa inicial de suscripción de todos los clientes que se registran a través de la App Store, mientras promocionan sus propios servicios rivales de música y libros.
Margrethe Vestager, vicepresidenta de la Unión Europea, dijo que Apple parecía estar actuando como un “guardián” discriminatorio que controla la distribución de apps mientras conserva la mayoría de los datos que se derivan de ellas. “Debemos asegurarnos de que las reglas de empresa no distorsionen la competencia en los mercados donde la compañía compite con otros desarrolladores de aplicaciones”, dijo.
La segunda investigación se centra en si Apple niega injustamente la funcionalidad de “tocar y listo” de Apple Pay en iPhones a compañías de pagos rivales.
El Dato...1000 Mdd
Se estima que son los ingresos mensuales de App Store de Apple
La respuesta de la empresa a las investigaciones ha sido previsiblemente feroz. Apple argumenta que inventó y creó la App Store, que ahora llega a 1,500 millones de usuarios de dispositivos. Si a los desarrolladores no les gustan sus reglas, entonces no tienen que jugar. Millones de desarrolladores, que ganaron mucho dinero con la App Store, están contentos con la forma en que opera y les consuela la seguridad que ofrece la tienda. Además, en 85% de las app que son gratuitas para los usuarios de Apple no cobra tarifas.
Esto refleja la actitud inflexible del fundador de la compañía, Steve Jobs, quien reconoció que la introducción del cargo de 30% en 2011 podría resultar en algo “indeseable” entre los desarrolladores. Apple denunció a los últimos demandantes como “vividores” y señaló su determinación de luchar.
Será fascinante ver si Apple mantiene su postura agresiva a medida que aumenta la presión regulatoria. Ese tipo de quejas atraen cada vez más la atención de los legisladores estadunidenses, que convocaron a los jefes de las grandes compañías de tecnología a una reunión en Washington a finales de este mes.
David Cicilline, presidente del subcomité antimonopolio del Comité Judicial de la Cámara de Representantes de Estados Unidos (EU), describió el acoso que ejerce Apple sobre los desarrolladores para que paguen la tarifa de 30% como un “robo en despoblado”. Amenazó con legislar para frenar los poderes de monopolio de la compañía. “Es contrario a nuestras leyes. Es injusto para los nuevos desarrolladores, las startups, y perjudica a los consumidores”, dijo.
Apple tiene una interesante elección por hacer. Simplemente puede resistir este escrutinio regulatorio mientras continúa generando un estimado de 1,000 millones de dólares (mdd) de ingresos mensuales de la App Store. Puede contar con que la Unión Europea tarde años en llegar a un fallo, mientras que el Congreso de EU tal vez nunca legisle.
Sin embargo, Apple también puede ver la virtud de desarmar al más crítico de sus 23 millones de desarrolladores al modificar la forma en que opera la App Store para beneficiar a todas.La historia de Microsoft en la década de 1990 es instructiva. Mientras Bill Gates dirigía la compañía, él terminó enredado en distracciones de peleas legales durante 16 años antes de reiniciar su propia cultura.
Es bastante seguro que Steve Jobs habría adoptado el enfoque combativo de Bill Gates.
Pero eso no hace que sea lo correcto para Apple actualmente. Puede tener más sentido y, en última instancia, puede hacer que la compañía gane más dinero, que pague su deuda cultural y negocie términos más flexibles con los desarrolladores descontentos.