Es posible que las empresas del FTSE que buscan a su próximo CEO no tengan que buscar más allá de su propio Consejo de Administración.
El grupo de bienes de consumo Unilever, el minorista John Lewis, el proveedor de servicios financieros Hargreaves Lansdown y el operador de telecomunicaciones BT nombraron el año pasado a un CEO que ya era miembro no ejecutivo de su Consejo de Administración.
En un momento de incertidumbre geopolítica y económica, parece que cuando se trata de liderazgo, los presidentes de las empresas y sus colegas creen que más vale malo conocido que bueno por conocer.
De hecho, de los 59 CEO del FTSE 350 Index que empezaron a ejercer sus funciones desde enero de 2022, un tercio formaba parte del Consejo de Administración antes de su nombramiento, según el cazatalentos Spencer Stuart. En EU, 17 por ciento de los 245 directores del S&P1500 nombrados desde principios del año pasado eran directores no ejecutivos de la compañía antes de convertirse en jefes.
La ventaja de contratar a un director actual como CEO es que, en teoría, ya tiene una buena relación de trabajo con el presidente de la compañía, el resto de la junta directiva y el equipo ejecutivo.
Los candidatos, llamados insider-outsider (dentro de la compañía-externos), están lo suficientemente separados del equipo de liderazgo como para poder hacer cambios, pero entienden la cultura, la estrategia y el modelo de negocios de una empresa y han estado en primera fila ante cualquier problema que pueda estar enfrentando.
Las mayores presiones sobre los Consejos de Administración de las compañías significan que los presidentes ya le dan prioridad a la experiencia entre los nombramientos de nuevos directores.
Sin embargo, nombrar a un miembro de la Junta Directiva también puede ser una señal de debilidad. Puede desencadenar críticas similares a las que recibieron empresas como Disney y Starbucks cuando volvieron a nombrar a sus exdirectores generales en lugar de nuevos.
“En tiempos de mayor riesgo, cuando lo que necesitas es innovación y nuevas ideas, algunas Juntas Directivas buscan seguridad y recurren a manos experimentadas”, dijo Sabine Dembkowski.
A medida que los presidentes buscan seguridad y estabilidad en tiempos de crisis, es probable que las transiciones del Consejo de Administración al puesto de alto ejecutivo perduren.
PRL