En 2019, Walt Disney estrenó siete películas, cada una recaudó más de mil millones de dólares (mdd) en la taquilla mundial, una hazaña notable que se construyó aprovechando la serie de adquisiciones de estudios de Bob Iger durante sus primeros 15 años como director ejecutivo.
Según Jessica Reif Ehrlich, analista de Bank of America, los estudios cinematográficos de Disney estaban “imparables”. “A Bob se le ocurrió una estrategia de películas de marca y durante 10 años o más, ningún otro estudio pudo competir con ellos”.
Sin embargo, ahora Iger debe lidiar con preguntas sobre si la chispa creativa empieza a parpadear en los estudios de Disney, incluyendo las potencias de taquilla como Marvel, Pixar y Lucasfilm.
“Los motores creativos simplemente no funcionan”, dice Rich Greenfield, socio general de LightShed Partners, un grupo de investigación de inversiones. “Y el desafío con el negocio cinematográfico es que no hay una solución rápida”.
Los decepcionantes resultados en taquilla de Elemental (Elementos) de estudios Pixar —una historia de amor prohibido entre personajes hechos de agua y fuego—, materializaron la sensación de que los estudios de Disney cayeron en un bache.
Elemental tuvo una reacción positiva por parte de la crítica y el público, pero la película recaudó menos de 30 millones de dólares en la taquilla estadounidense en su fin de semana de estreno, un déficit significativo para una película con un presupuesto estimado de 200 mdd. Este pobre resultado hizo sonar las alarmas después de los decepcionantes resultados de Lightyear, precuela de Toy Story, el año pasado, cuando recaudó solo una cuarta parte de la entrega anterior de la franquicia.
Según Ehrlich: “Ha pasado tiempo desde que hubo algo como Toy Story, algo extraordinario que sea original y que realmente impacte a todo el mundo”.
Bob Iger interrumpió su retiro en noviembre para ayudar a restablecer el rumbo de la compañía después de que su sucesor, Bob Chapek, tuvo que renunciar luego de una disputa con el gobernador de Florida, Ron DeSantis, y el aumento de las pérdidas en su negocio de streaming.
Reestructuró la compañía para devolver el poder a los directores creativos, y la semana pasada Disney adelantó las fechas de estreno de varias películas, entre ellas las de sus franquicias Star Wars y Avatar.
Lo dice“Disney está ligada a su producción creativa,
y esa producción simplemente no tiene un buen desempeño”
Pero cuando quedan menos de 18 meses del contrato de dos años de Iger, Greenfield se pregunta si el director ejecutivo tendrá tiempo para revivir la magia de Disney. “Todo en la empresa fluye de su excelencia creativa, ya sean los parques temáticos, los productos de consumo o Disney Plus”, dice.
“Más que cualquier otra empresa, Disney está ligada a su producción creativa, y esa producción simplemente no tiene un buen desempeño, y no está claro qué es lo que falla”, dice Greenfield.
Los ejecutivos de la compañía reconocieron que el desempeño de Elemental fue decepcionante, pero rechazaron la idea de que Disney entró en un bache creativo. Destacaron los buenos resultados en Estados Unidos esta primavera de la versión de live action de La Sirenita y dijeron que tienen grandes esperanzas puestas en las próximas películas, como Indiana Jones 5: el dial del destino, The Marvels y Wish: El Poder de los deseos. Las películas de Marvel siguieron atrayendo a grandes audiencias, añadieron.
Pero los ingresos de taquilla de Elemental provocaron comparaciones desfavorables con las recientes películas de animación estrenadas por los estudios Illumination, copropiedad de Universal. Super Mario Bros: La Película, que se estrenó el 5 de abril, recaudó mil 300 mdd en todo el mundo, y Minions: Nace un villano, recaudó 940 mdd desde su estreno el año pasado.
Pixar está dirigida por Pete Docter, un animador ganador de un premio Oscar que empezó a trabajar en la compañía en 1990. Docter dijo que Pixar trabaja en varias secuelas, entre ellas Toy Story 5 y la continuación de Intensa-Mente (Inside Out).
Dentro y fuera de Disney, existe la sensación de que se presionó demasiado a las marcas más importantes, en particular Marvel, pero también Star Wars y Pixar, para alimentar el servicio de streaming Disney Plus. Durante la pandemia de coronavirus, tres películas de Pixar se estrenaron directamente en el servicio, lo que enfureció a los empleados, que dicen que esto condicionó al público a pensar que no era necesario ver sus películas en una sala de cine.
“La pregunta es hasta qué punto se trata de un uso excesivo”, dice Greenfield. “¿Se intenta empujar todo a Disney Plus con una serie? ¿Fueron demasiado lejos con Marvel y Lucasfilm, diluyendo el poder de las franquicias cinematográficas al introducir todas estas series (en streaming)?”.
Después de que Disney compró Marvel en 2009, generó franquicias que produjeron docenas de películas y recaudaron decenas de miles de millones de dólares, convirtiéndose en el motor de éxitos más próspero de Hollywood. Avengers: Endgame, de Marvel, estrenada en 2019, recaudó la asombrosa cifra de 2 mil 800 mdd y es la segunda película más taquillera de la historia.
Pero el historial de Marvel se ha mezclado recientemente. Tuvo dos éxitos —Guardianes de la Galaxia Vol. 3 y Pantera Negra: Wakanda para siempre— y un fracaso, Ant Man y la Avispa: Quantumania.
A principios de este año, Bob Iger dijo que no había nada “inherentemente malo en términos de la marca Marvel”, pero sugirió que Disney tiene que ser más sensato con las secuelas de sus historias.
“Lo que tenemos que estudiar en Marvel no es necesariamente el volumen de la narrativa del estudio, sino cuántas veces volvemos a la fuente con ciertos personajes”, dijo en una conferencia de prensa en marzo. “Las secuelas suelen funcionar bien para nosotros, pero ¿necesitas una tercera o una cuarta?”.
Lo mismo ocurre con las películas de Star Wars, que están bajo la supervisión de la jefa de Lucasfilm, Kathleen Kennedy. Bob Iger dijo: “Seguimos desarrollando películas de Star Wars. Vamos a asegurarnos de que cuando hagamos una, sea la correcta, así que estamos siendo muy cuidadosos en ese aspecto”.
Para Greenfield, de LightShed Partners, la cuestión es si el público está listo para que Disney se expanda en nuevas direcciones, en lugar de confiar en su valiosa biblioteca de propiedad intelectual.
“Si vemos en retrospectiva la última década y la primera etapa de la carrera de Bob Iger, la mejora año tras año y el crecimiento de las franquicias fue increíble”, dice el socio general de LightShed Partners. “Y creo que la pregunta ahora es, ¿ha recurrido a esa fuente demasiadas veces? ¿Necesitan crear una nueva propiedad intelectual?”.
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