Dubái recibió el año nuevo con la suspensión de un impuesto de 30 por ciento sobre la venta de alcohol, ya que el emirato intenta consolidar su posición como centro turístico y de negocios del Golfo.
La iniciativa, que entró en vigor ayer, durará un año y fue descrita como un periodo de prueba por ejecutivos del sector que tienen información de la decisión.
Dubái, centro comercial y turístico de la región, donde los expatriados superan en número a los nacionales en una proporción de nueve a uno, en los últimos años empezó a liberalizar las regulaciones con el fin de volverse un lugar más atractivo para los trabajadores extranjeros.
La ciudad se enfrenta a la dura competencia de sus vecinos más ricos, que intentan desprenderse de la dependencia de los hidrocarburos desarrollando sectores de servicios —como la hospitalidad y las finanzas— que desde hace mucho tiempo es el pilar de la economía de Dubái, que no es rico en petróleo.
Arabia Saudita, que atrae a muchos expatriados con grandes salarios, está desarrollando nuevas industrias y abriéndose al entretenimiento. El reino, alguna vez cerrado a los turistas con excepción de los peregrinos, promociona sus sitios históricos y considera la posibilidad de legalizar la venta de alcohol. Qatar, después de mostrarse durante la Copa Mundial de futbol, también está impulsando el sector de la hospitalidad.
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“El recorte debe apoyar más a los sectores del turismo y de la hospitalidad, después de la fuerte recuperación de la pandemia”, dijo Monica Malik, economista jefe del Abu Dhabi Commercial Bank. “La medida también debe ser bien recibida por parte de muchos residentes, en su mayoría expatriados”, añadió.
MMI, una de las dos empresas de Dubái que distribuyen alcohol, aseguró que descartará la tasa de la licencia personal que se requiere para la compra de las bebidas y que la eliminación del impuesto se reflejará en todos sus productos.
En una tienda de Dubái, al personal se le informó sobre la decisión la tarde de la víspera de Navidad. Trabajaron toda la noche durante las múltiples celebraciones con pirotecnia de la ciudad para reetiquetar los inventarios. “Nunca había visto precios tan bajos”, dijo un miembro del personal con experiencia.
Dubái, la capital de la fiesta del Golfo, desde hace décadas ha logrado atraer a más turistas y trabajadores expatriados acomodados que sus rivales regionales gracias a la tolerancia que tiene la población musulmana autóctona con el estilo de vida más liberal de la ciudad.
Sin embargo, los turistas a menudo se quejan del costo prohibitivo de los restaurantes con licencia, que suelen multiplicar por cuatro o cinco el precio del alcohol. “Será interesante ver si esta exención de impuestos repercute plenamente en el consumidor”, dijo un ejecutivo del sector.
La ciudad registró una fuerte recuperación de la pandemia, al atraer a nuevos residentes al lograr frenar los contagios de coronavirus y al mismo tiempo mantener una economía más o menos abierta.
La invasión de Rusia a Ucrania también convirtió a Dubái en un refugio financiero para los rusos. La relajación de las restricciones impuestas por el covid-19 en China constituye otra nueva fuente potencial de compradores inmobiliarios, ya que las valoraciones de las viviendas y los alquileres se disparan.
A medida que los viajes vuelven a la normalidad, las aerolíneas y los aeropuertos de propiedad estatal registran una fuerte demanda. La Copa del Mundo de Qatar hizo que el sector hotelero se disparara, ya que miles de aficionados optaron por alojarse en Dubái y volar a Doha para asistir a los partidos.
De acuerdo con los observadores, la eliminación de la tasa sobre el alcohol puede verse compensada por la introducción prevista de un impuesto corporativo de 9 por ciento en junio. El gravamen de 30 por ciento sobre la venta de este tipo de bebidas es uno de los muchos “impuestos ocultos” que generan ingresos en ausencia del impuesto sobre la renta.
Dubái ya se benefició cuando Emiratos Árabes Unidos introdujo un impuesto sobre las ventas de 5 por ciento en 2018. “Se espera que el impacto en los ingresos del gobierno sea limitado, en especial con la recuperación de los sectores no petroleros y de las reformas fiscales anteriores”, señaló Monica Malik.