El deterioro cognitivo causado por un caso severo de coronovirus (covid-19) es comparable al que se produce entre los 50 y los 70 años de edad, de acuerdo con un estudio reciente de la Universidad de Cambridge y el Imperial College de Londres.
Los investigadores dicen que la degeneración era equivalente a la pérdida de 10 puntos de coeficiente intelectual. Los resultados, publicados a principios de este mes, fueron los más recientes de una serie de estudios que sugieren que el covid-19 tiene un impacto en el cerebro.
El impacto perdurable del covid-19 en los millones de personas que lo contrajeron todavía se está evaluando después de más de dos años de pandemia, con pocas áreas de incertidumbre tan urgentes e inquietantes como los efectos potencialmente duraderos en el cerebro humano.
Los científicos examinan los mecanismos precisos que causan los efectos neurológicos y si los síntomas van a resultar temporales, o si las cargas más pesadas para la salud pueden estar todavía en el futuro.
Los hallazgos más sorprendentes
En medio de un creciente conjunto de pruebas anecdóticas, Alzheimer’s Disease International, una federación de asociaciones de demencia, sugirió en septiembre que el efecto degenerativo del coronavirus podría alimentar la “pandemia de la demencia”. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que el número de personas que viven con demencia, actualmente alrededor de 55 millones, aumentará a unos 80 millones de personas en 2030, a medida que crezca la población de edad avanzada.
En un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Oxford, que se publicó en marzo, se descubrieron daños en los tejidos y reducción en partes del cerebro relacionadas con el olfato en personas que solamente sufrieron ataques leves de covid-19. Los investigadores, que analizaron casi 800 escáneres cerebrales de UK Biobank (Biobanco de Reino Unido) —una de las mayores bases de datos biomédicas del mundo—, descubrieron una reducción del tamaño total del cerebro en comparación con las personas no infectadas y, en promedio, un mayor deterioro cognitivo.
La pérdida del sentido del olfato, que la gente empezó a notar en los primeros días de la pandemia, tal vez fue causada por daños en el nervio olfativo que se extiende hasta el cerebro y transmite esta función, según un estudio publicado el mes pasado.
¿Qué tan preocupados están los expertos?
El doctor S. Andrew Josephson, catedrático de neurología de la Universidad de California en San Francisco y editor en jefe de JAMA Neurology, afirma que las personas que padecen incluso un covid leve describen síntomas, como la fatiga mental, que podrían estar relacionados con el cerebro. “Cada vez vemos más estudios que muestran cambios en el cerebro que pueden estar asociados a eso”, dice.
Las dificultades con la memoria, el lenguaje y la concentración se encuentran entre una amplia gama de síntomas que se engloban bajo el término “covid largo”. Definido como padecer los síntomas durante 12 semanas o más tras el diagnóstico de covid-19, los expertos médicos estiman que esto afecta a más de 100 millones de personas.
Pero otros expertos sugieren que los resultados superficialmente inquietantes tal vez no sean tan preocupantes como parecían en un principio. “La mayoría de los pacientes que vemos clínicamente tienen…. un trastorno de la concentración y de la capacidad de dirigir su pensamiento”, afirma Alan Carson, neuropsiquiatra consultor de la Universidad de Edimburgo. “Es muy desagradable, pero no es un estado neurodegenerativo permanente: es tratable”.
Serena Spudich, catedrática de neurología de la Facultad de Medicina de Yale, dice que no está claro hasta qué grado los cambios en el cerebro son específicos del covid, ni su importancia. “La gente puede perder algo de materia gris y eso puede tener poco peso en la vida real”, menciona.
En busca de la verdad
La investigación sobre la conexión entre el covid-19 y la demencia está en sus primeras etapas. Los científicos dicen que es teóricamente posible que la enfermedad afecte al cerebro de forma similar a otros virus.
En un estudio realizado en Estados Unidos en 2020 se descubrió que las personas con VIH tienen 50 por ciento más de riesgo de desarrollar demencia. Si el Sars-Cov-2 viaja “por las vías cerebrales de forma similar al VIH, es posible que la infección por covid aumente el riesgo de padecer la enfermedad de Alzheimer”, reflexiona Dennis Chan, quien dirige un estudio sobre el deterioro cognitivo por el covid largo, financiado por el National Institute for Health and Care Research (Instituto Nacional de Investigación de Salud del Reino Unido).
El Dato...80 millones de personas
Podrían sufrir demencia en 2030, según la OMS
Otros científicos dicen que la creencia de que el virus podría viajar al sistema nervioso central a través del nervio olfativo ahora parece errónea. “Se ha demostrado que es increíblemente difícil infectar el cerebro con el coronavirus”, dice Carson.
Josephson dice que los investigadores analizan muestras de líquido cefalorraquídeo de pacientes vivos en busca de “anticuerpos o células inflamatorias inusuales” que pudieran arrojar nueva luz sobre el covid largo.
Los expertos sugirieron que los precedentes desalentadores de la historia no se habían repetido hasta ahora.
Los médicos clínicos temían que la pandemia “se asociara a un Parkinson encefalítico que se había descrito después de la gripe española”, dice Anna Cervantes-Arslanian, neuróloga de la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston.
Pero en un estudio que ella dirigió se descubrió que solo 0.5 por ciento de las personas con covid-19 grave padecía meningitis o encefalitis. Alrededor de 10 por ciento tenía alterada la función o la estructura del cerebro, según la investigación publicada en abril.
Nuevos tratamientos
Los investigadores dirigidos por Chan utilizan resonancias magnéticas para comprender las causas de los efectos del covid en la memoria, la velocidad de pensamiento y la toma de decisiones. Dice que su equipo también haría pruebas de técnicas de rehabilitación cognitiva utilizadas para tratar los problemas de memoria después de un accidente cerebrovascular, como establecer tareas para aumentar la concentración.
Otros científicos estudian la posibilidad de nuevos tratamientos farmacéuticos. Se llevan a cabo estudios para examinar los cambios en los tejidos y órganos que causan o son causados por covid-19, con el fin de hacer pruebas de tratamientos.
Josephson dice que todavía no está claro si los impactos en el cerebro son causados por un sistema inmunológico hiperactivo o lo contrario. Sin embargo, dijo que si esto no se puede establecer rápidamente, tal vez sería mejor seguir adelante con el ensayo clínico de fármacos que modifican el sistema inmune, ya sea disminuyendo o mejorando, para ayudar a las personas cuyos síntomas sugieren un deterioro cognitivo.
Pero separar el impacto del covid de otros elementos asociados solo indirectamente con el virus sigue siendo un rompecabezas para los investigadores.
“Los efectos del covid en el cerebro son reales, algunas personas tienen afecciones muy discretas y definidas y otras tienen cosas que no entendemos tan bien”, dice Spudich.
“El problema es que hay tantos otros factores sociales, presiones, tensiones relacionadas con estos tiempos de pandemia que definitivamente se enturbian las aguas”.
srgs