Pocas compañías tienen más que ganar con la marcha de la globalización y la digitalización que Mastercard. Su crecimiento se impulsa con cada movimiento que pasa del efectivo a las transacciones electrónicas. Por ello, el director ejecutivo de la red internacional de pagos, Ajay Banga, es implacable en su crítica hacia los intentos de algunos gobiernos, los cuales buscan dividir el sistema de pagos globales en feudos nacionales.
“El costo económico de construir sistemas aislados en un mundo donde los ciudadanos viajan globalmente es realmente tonto”, dice el líder de Mastercard, quien ve cómo más gobiernos se dirigen hacia la nacionalización de los sistemas de pagos al consumidor. Banga teme que los consumidores, desconfiados por el manejo de su privacidad, prefieran regresar al efectivo.
En este momento, Mastercard está en una posición fuerte. La semana pasada reportó ingresos por 17,000 millones de dólares (mdd) en 2019, más del triple que hace una década, cuando Banga tomó las riendas. Las utilidades también crecieron rápido y el precio de las acciones de la compañía aumentó de 20 a 320 dólares en el mismo lapso. Hoy, el ejecutivo espera ingresos de entre 7 y 8% cada año “si hacemos lo necesario y no cometemos miles de errores”.
El Dato.17,000 mdd
fueron los ingresos reportados por Mastercard en 2019
Sin embargo, Banga no da por sentado el crecimiento. “Las compañías globales podrían quedar excluidas de un montón de grandes mercados en el mundo.
El populismo y nacionalismo se exacerban en estos días”. En los últimos años, varios países, desde Rusia hasta India, han desarrollado redes nacionales de pagos o prestado apoyo gubernamental a grupos locales. China tiene una red de pagos totalmente nacionalizada, y países como Francia, Australia, Brasil y México han intentado construir la suya, con éxito limitado.
El problema con las redes locales es triple, argumenta Banga. Requieren grandes inversiones redundantes; son engorrosas o inútiles para las transacciones transfronterizas, y fragmentan los datos que arroja la red, lo que dificulta el trabajo de análisis que se necesita para rastrear el fraude y la delincuencia.
Banga dice que cuando habla con los reguladores, “usan la nacionalización como argumento de seguridad nacional”. En respuesta, señala que los datos nacionales son de uso limitado cuando los terroristas no respetan las fronteras, y que los bancos nacionales tienen más datos específicos del país. “Todos dicen que ese es un buen punto”.
Los peros de Libra
El parroquialismo gubernamental no es la única amenaza para el avance de la digitalización financiera. El movimiento hacia los pagos electrónicos podría dar un bandazo “porque la gente tiene miedo de la transparencia digital”, dice Banga. “Un acontecimiento como el de Facebook- Cambridge Analytica en realidad podría retrasarlo”.
A Ajay Banga le gusta la idea de una moneda global y de inicio respaldó a Libra, pero las inquietudes sobre el cumplimiento en temas de medidas contra el lavado de dinero y la administración, además de sus dudas sobre el modelo de negocio y cómo es que ganaría dinero, lo llevaron a retirarse.
Facebook posicionó a Libra como una herramienta de inclusión financiera, pero luego propuso vincularla a un monedero digital patentado, Calibra. “Pasó de ser una idea altruista a su propio monedero. Yo pensaba: ‘esto no suena bien’”.
También podría haber razones más egoístas para retirarse de Libra. Lisa Ellis, analista de pagos de MoffettNathanson, cree que es posible que un sistema de pagos basado en blockchain pueda convertirse en una red global de pagos en tiempo real, lo que representa una “amenaza existencial” para redes privadas como Mastercard. Además, podría dar fuerza a los monederos digitales como Apple Pay o Paytm de India.
A Banga no le inquieta: “Tenemos más de 30,000 bancos en todo el mundo conectados con 60 millones de comerciantes, con miles de millones de personas en 200 países con regulaciones legales locales de cada país integrados en el sistema.
Todos, incluso los gigantes digitales, se dan cuenta de que es mucho trabajo pesado para intentar y hacer”, y que es “mejor, más rápido, más barato” asociarse con Mastercard.