En 2025 inicia la limpieza de desechos espaciales

ESA. La compañía ClearSpace, que presentó el proyecto más viable de recolección, eliminará 3 mil satélites abandonados.

También hay más de 34 mil pequeños objetos. Shutterstock
Clive Cookson
Londres /

La Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) eligió una startup suiza para encabezar lo que será la primera misión del mundo para limpiar una gran cantidad de basura espacial de la órbita.

ClearSpace, un spinout (desincorporación) de Ecole Polytechnique Fédérale de Lausanne, encabezará el proyecto para construir una nave espacial con brazos robóticos, que tomará la etapa superior redundante de un cohete de la ESA que orbita a una altitud de alrededor de 800 kilómetros. El objeto metálico de 100 kilogramos se enviará a toda velocidad hacia la Tierra, para que pueda quemarse sin causar daños en la atmósfera superior.

Más de una docena de consorcios, entre ellos las principales compañías aeroespaciales, compitieron por la misión de eliminación de residuos espaciales de 100 millones de euros de la ESA. Otras ideas de captura incluyeron disparar un arpón a la basura espacial y arrojar una red a su alrededor.

Pero ESA al final decidió que el plan de ClearSpace de atrapar la basura con cuatro brazos robóticos tenía más probabilidad de cumplir con el criterio de la misión de la agencia que lanzará en 2025 y remover un pedazo de 100 kilogramos de desechos a un costo asequible.

El objetivo elegido se encuentra en órbita desde el segundo vuelo del lanzador Vega de la ESA en 2013. Tiene un tamaño y peso cercano al de un satélite pequeño, con una forma relativamente sencilla que hace que sea un buen primer objetivo, antes de que las misiones posteriores avancen para mover objetos más grandes y difíciles, incluyendo eliminar más de un objeto durante un solo vuelo.

Las órbitas alrededor de la Tierra están cada vez más llenas de desechos que representan una amenaza creciente para los vuelos espaciales. La ESA estima que hay más de 3 mil satélites abandonados y 34 mil objetos de más de 10 centímetros que provienen de la desintegración de naves espaciales.

“Imagínense lo peligroso que sería navegar en alta mar si todos los barcos perdidos en la historia todavía estuvieran a la deriva en la superficie del agua”, dijo el director general de la ESA, Jan Wörner. “Esa es la situación actual en órbita, y no se puede permitir que continúe. Los Estados miembros de la ESA dieron su firme apoyo a esta nueva misión, que también señala el camino a seguir hacia nuevos servicios comerciales esenciales en el futuro”.

Wörner dijo que, aunque se ha hablado mucho sobre la necesidad de despejar el espacio de la acumulación de basura que crece rápidamente, la ESA fue la primera agencia en financiar una misión para demostrar en la práctica esa remoción. 

Es necesario que otros se unan

Esta semana, Wörner visitará Estados Unidos para reunirse con su homólogo en ese país, el administrador de la NASA Jim Bridenstine. El objetivo de la visita es convencer a la agencia estadunidense para que intensifique sus propios esfuerzos para despejar el espacio, tal vez a través de un nuevo programa de colaboración con la ESA, pues se considera que los más de 3 mil satélites abandonados pueden representar un problema grave para el futuro.


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