Falleció Marcel Ospel, gloria y tragedia de UBS

Ex presidente del banco. El ejecutivo se convirtió en un símbolo del auge de la industria financiera suiza, pero también de algunas de sus peores imprudencias.

El basiliense murió el domingo a los 70 años. Pascal Lauener/Reuters
Sam Jones
Zúrich /

Marcel Ospel, el ex presidente de UBS que desarrolló el banco suizo hasta convertirlo en una potencia mundial antes de verlo desplomarse durante la crisis financiera, murió de cáncer a los 70 años de edad. La muerte de Ospel fue anunciada en un comunicado por su viuda y tercera esposa, Adriana Bodmer, el domingo. El ejecutivo deja seis hijos. 

“Aquellos que no puedan soportar los vientos fríos no tienen cabida en la cumbre”, reflexionó desafiante Ospel en 2008 después de que UBS perdió 80 mil millones de francos suizos. Estaba hablando después de que tuvo que dejar el cargo de presidente del banco, lo que puso un ignominioso final a su carrera de 43 años en la banca. 

Los últimos años de retiro del banquero nacido en Basilea de hecho los pasó en el frío, ya que tenía problemas para aceptar el papel que tuvo en la espectacular casi quiebra de UBS y la crisis de fe en la santificada industria bancaria suiza que ha perdurado a su paso. Para muchos, Ospel se convirtió más tarde en un símbolo de los desaparecidos días de gloria de la industria financiera del país y de algunas de sus peores imprudencias.

La fase inicial de la carrera de Ospel despegó en la Swiss Bank Corporation, a la que se unió en 1977. Ascendió rápidamente en la organización en una era de crecimiento vertiginoso y la internacionalización de los servicios financieros: el banco adquirió SG Warburg, con sede en Londres, en 1995. Ospel se convertiría en jefe de la subsidiaria y en Dillon, Read & Co de Wall Street en 1997.

En 1998, como director ejecutivo y presidente de Swiss Bank Corporation, Ospel logró el mejor golpe de su carrera, orquestando una fusión con el Union Bank of Switzerland, para formar UBS.

El banco combinado —del cual se convirtió en director ejecutivo— era en ese momento el banco más grande de Europa por activos y el segundo banco más grande del mundo.

Bajo la gestión de Ospel, la búsqueda de crecimiento de UBS no disminuyó. En 2000 adquirió el corretaje estadunidense Paine Webber, parte de las ambiciones de conquistar Wall Street y desarrollar la franquicia de banca de inversión más grande del mundo.

En 2001, Ospel se convirtió en presidente del banco. Bajo su dirección, en los siete años que siguieron, UBS se involucró cada vez más en el mundo de alto riesgo y de las altas recompensas de las finanzas estructuradas.

Para entonces, Ospel era uno de los hombres más poderosos y políticamente conectados en Suiza. A menudo se lo mencionaba como un candidato potencial para la curia de siete hombres, el Bundesrat, que sirve como gobierno del país, y con frecuencia se le veía recibir atención en los exclusivos restaurantes de Zúrich, especialmente en Kronenhalle. Allí le gustaba cenar con los políticos más importantes, así como con amigos, debajo de las numerosas pinturas originales del lugar de maestros modernos como Joan Miró, Marc Chagall y Pablo Picasso.

Sin embargo, Ospel ya era en ese entonces una figura divisiva. En 2001, se consideró ampliamente que Ospel fue responsable de la quiebra de la preciada aerolínea nacional Swissair. El director ejecutivo de la aerolínea en problemas, Mario Corti, testificó ante el tribunal que, al insistir en condiciones de préstamos más estrictos, UBS había “estrangulado” a la empresa.

Ospel también presidió un cambio cultural significativo en la banca suiza que trajo enormes bonificaciones, al estilo de Estados Unidos, para las personas que generaban negocios, y entre ellos principalmente para él. Aunque poco notable en comparación con la remuneración de sus pares internacionales, los 137 millones de francos suizos que recaudó en su tiempo al frente de UBS irritó profundamente la sensibilidad suiza, provocando frecuentes homilías en la prensa suiza sobre la importancia de la modestia y la moderación en la banca.

En 2007, cuando la economía mundial se descarriló, parecía que esto le daba la razón a sus críticos. UBS se convertiría en una de las mayores víctimas de la crisis crediticia. En total, el banco registró pérdidas por 80 mil millones de francos suizos y el Estado suizo lo tuvo que rescatar. Durante varios años después de su retiro, la amenaza de las recriminaciones persistió. 

Cronología

1977

Marcel Ospel se une a Swiss Bank Corporation, fase inicial de su carrera.

1998

Como presidente de Swiss Bank Corporation logra la fusión con el Union Bank of Switzerland para formar UBS.

2001

Se convierte en presidente del banco. En su dirección se involucró cada vez más en el mundo de alto riesgo.

2007

UBS perdió 80 mil millones de francos suizos y el Estado lo tuvo que rescatar tras la crisis crediticia.


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