Más de dos docenas de instituciones financieras en todo el mundo exigen que el gobierno brasileño controle la creciente deforestación, algo que, según ellos, creó “una incertidumbre generalizada acerca de las condiciones para invertir o proporcionar servicios financieros a Brasil”.
El llamado a la acción, que se entregó en una carta dirigida al gobierno brasileño, surge a medida que aumentan las preocupaciones de que los inversionistas puedan comenzar a desinvertir en la economía más grande de América Latina si la administración de Jair Bolsonaro no logra frenar la destrucción ambiental.
“Como instituciones financieras, que tienen el deber fiduciario de actuar en el mejor de los intereses a largo plazo de nuestros beneficiarios, reconocemos el papel crucial que desempeñan los bosques tropicales en la lucha contra el cambio climático, la protección de la biodiversidad y la garantía de los servicios de los ecosistemas”, se lee en la carta, firmada por 29 instituciones que administran más de 3.7 billones de dólares en total de activos. Entre los firmantes se encuentran Legal & General Investment Management y Sumitomo Mitsui Trust Asset Management.
“Considerando el incremento de las tasas de deforestación en Brasil, nos preocupa que las empresas expuestas a la posible deforestación en sus operaciones y cadenas de suministro brasileñas enfrenten cada vez mayores dificultades para acceder a los mercados internacionales”.
La deforestación en la selva tropical de la Amazonia aumentó en Brasil desde la elección de Bolsonaro. En los primeros cuatro meses de este año, un área del doble del tamaño de la ciudad de Nueva York fue arrasada debido a que los taladores y los mineros de oro ilegales aprovecharon la laxa aplicación de la ley para la tala de bosques durante la pandemia.
Ricardo Salles, ministro de Medio Ambiente, también avivó la controversia cuando fue captado en video diciendo que el gobierno debe aprovechar la atención de los medios para “cambiar y simplificar” las reglas ambientales
“Si no vemos este tipo de cambio, el riesgo de mantener la inversión puede llegar a un punto en el que no podamos seguir invirtiendo”, se lee en la misiva.