El primer ministro de India, Narendra Modi, hizo un llamado para que se amplíe el mandato de los bancos multilaterales, mientras que la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) exigió un aumento de los recursos de la entidad de crédito para fin de año.
Los esfuerzos por aumentar los balances y reformar la gobernanza de los bancos multilaterales con sede en Washington son uno de los temas centrales de la cumbre del G20 que se celebró este fin de semana en Nueva Delhi, en parte como medio para que los Estados occidentales se ganen el favor de las naciones en desarrollo en medio de las divisiones geopolíticas por la invasión de Rusia a Ucrania.
“Tenemos que ampliar el mandato de los bancos multilaterales de desarrollo”, dijo Mod durante la tercera sesión de dirigentes de la cumbre. “Nuestras decisiones en este sentido deben ser inmediatas y efectivas”, señaló.
A pesar de las tensiones geopolíticas y la discordia sobre Ucrania, los funcionarios indios dicen que lograron avanzar en una ambiciosa agenda financiera durante la presidencia rotativa de Nueva Delhi del grupo de grandes economías, incluida la reforma de los bancos multilaterales, la regulación de las criptomonedas y el marco para la reestructuración de la deuda de los países muy endeudados.
India, que se autoproclama líder del llamado grupo del Sur Global de economías en desarrollo, presionó el sábado con éxito al G20 para que admitiera a la Unión Africana como miembro pleno de la agrupación.
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El llamado de Modi para ampliar el mandato de los bancos multilaterales coincide con las demandas de reforma del Banco Mundial formuladas por Estados Unidos y la Unión Europea, consideradas cruciales para ayudar a los países más pobres a satisfacer las exigencias financieras que se requieren para abandonar los combustibles fósiles y adoptar tecnologías verdes.
A Washington también le preocupa que el aumento de los préstamos bilaterales por parte de China estreche los lazos diplomáticos entre el Sur Global y Pekín.
En vísperas de la cumbre, el presidente de EU, Joe Biden, abogó por aumentar en 25 mil millones de dólares la capacidad de préstamo del Banco Mundial a los países de bajos y medianos ingresos, con la posibilidad de superar 100 mil mdd si otras naciones se comprometen a aportar más.
Por su parte, la Unión Europea le da prioridad a una reforma de amplio alcance de la institución para que los países en desarrollo puedan influir más en sus decisiones y operaciones. Es probable que EU se oponga a ello, en caso de que conceda a China una mayor proporción de los votos.
El sábado, los líderes de las 20 economías más grandes del mundo llegaron a un acuerdo para una declaración conjunta en la que “instan a los bancos multilaterales de desarrollo a realizar esfuerzos integrales para evolucionar su visión, estructuras de incentivos, enfoques operativos y capacidades financieras, de modo que estén mejor equipados para maximizar su impacto.
“Vamos a movilizar más amplitud y financiamiento en condiciones favorables para impulsar la capacidad del Banco Mundial de apoyar a los países de bajos y medianos ingresos que necesitan ayuda para hacer frente a los retos globales”, añade un comunicado.
“Para marcar realmente la diferencia, necesitaremos un mayor apetito por el riesgo, un financiamiento significativo del sector privado y un sentido de urgencia”, declaró en la cumbre Ajay Banga, presidente del Banco Mundial.
Por su parte, la directora del FMI, Kristalina Georgieva, dijo que es necesario aumentar la cuota de préstamos del fondo. Los líderes acordaron que se incluirá una revisión de su cuota antes del 15 de diciembre de este año.
“Para que la economía mundial sea más fuerte y resiliente en un mundo más propenso a las conmociones, es vital alcanzar un acuerdo para aumentar los recursos de las cuotas del FMI antes de finales de año y garantizar los recursos necesarios para el apoyo sin intereses a los países más pobres”, dijo Georgieva.