Gigantes de internet ceden a vigilar y compartir datos

Virus. WhatsApp y Twitter van contra fake news, Apple baja apps no oficiales y Google ofrece información de movilidad.

El nuevo campus del fabricante del iPhone. Shutterstock
Financial Times
Londres /

Silicon Valley intensificó sus esfuerzos para enfrentar la pandemia de coronavirus de maneras inesperadas. Junto con las enormes donaciones, la crisis está impulsando a que los gigantes de tecnología de EU revelen que, de hecho, pueden hacer algunas de las cosas que alguna vez afirmaron que eran imposibles. La vigilancia del contenido y el intercambio de datos con los funcionarios se ha convertido en la norma. El sector tendrá dificultades para volver a sus viejos hábitos cuando termine la pandemia.

Hasta ahora, esa mayor intervención ha recibido elogios. Esta semana WhatsApp, propiedad de Facebook, anunció planes para limitar el reenvío masivo de mensajes para evitar que se repitan las falsedades sobre el coronavirus. Twitter renunció a su ansiedad por la libertad de expresión y actuó rápidamente para eliminar tuits y excluir a quienes cree que difunden información errónea. Las tiendas de aplicaciones de Apple, diseñadas como plataformas abiertas, eliminaron las aplicaciones de coronavirus no oficiales.

La siguiente etapa será más polémica. Los gobiernos en Occidente le piden a los grandes grupos de tecnología que les ayuden a rastrear el virus. Ese tipo de ideas se ven obstaculizadas por la falta de pruebas adecuadas y las leyes sobre la privacidad. Las herramientas proporcionadas hasta ahora son menos precisas que el seguimiento digital que se llevó a cabo en China y Corea del Sur. El Informe de movilidad comunitaria covid-19 de Google muestra datos anónimos de 131 países para mostrar qué tan movidas o tranquilas están ciertas áreas. La plataforma Data for Good (Datos para el bien) de Facebook ofrece herramientas similares para los investigadores. Ninguna de ellas muestra patrones de movimiento para un individuo específico. Pero estos grupos podrían hacerlo.

Si los gobiernos presionan a estos grupos para que hagan más, pueden mostrarse recelosos de asustar a los usuarios. Ambos están bien respaldados con dinero en efectivo y la participación de los usuarios es alta. Pero la publicidad digital, la principal fuente de ventas para ambas compañías, se está desplomando. Una encuesta de compradores de publicidad que llevó a cabo Interactive Advertising Bureau  sugiere que los presupuestos digitales registrarán una caída hasta de 40 por ciento en marzo y abril. Ni Facebook ni Google se han diversificado para alejarse de la publicidad tan rápido como les hubiera gustado. Jefferies estima que ambas están a punto de terminar con una racha de una década con crecimiento de ingresos anuales de dos dígitos. En conjunto, han perdido cerca de 340 mil millones de dólares en valor de mercado en menos de dos meses. 

Difícil horizonte a largo plazo

La conclusión de este editorial del FT indica que para recuperarse, Facebook y Google van a tener que continuar con su rapaz recopilación de datos. Revelar el tesoro de información que tienen ahora puede alimentar un retroceso en la privacidad una vez que la pandemia haya terminado.

Los esfuerzos de los grandes grupos de tecnología para utilizar sus datos para el bien son dignos de recibir elogios. Pero eso puede costarle a la industria a largo plazo.


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