Ford redujo el precio de su Mustang Mach-E eléctrico el lunes pasado, semanas después de que Tesla recortó los precios hasta 20 por ciento en todos sus modelos. La industria automotriz estaba a punto de aplicar nuevas reducciones a los vehículos eléctricos. Los titulares anunciaban una guerra de precios.
Pero otros fabricantes de automóviles se mantuvieron al margen. La CEO de General Motors, Mary Barra, dijo que los vehículos eléctricos de la compañía tenían el precio correcto. Volkswagen se negó a reducir los precios, al igual que Hyundai y Kia.
Los precios de los vehículos eléctricos subieron en 2022 por la escasez de chips, el aumento de los costos de los materiales de las baterías y los altos precios de la gasolina, que impulsaron la demanda entre los consumidores. Siguen siendo bastante más caros que los automóviles tradicionales.
Hacerlos más asequibles es crucial para atraer a más compradores. Los subsidios de hasta 7,500 dólares son un importante argumento de venta para los consumidores estadounidenses. Sin embargo, la semana pasada, el Departamento de Tesoro de EU ayudó a aliviar la presión sobre las automotrices para bajar los precios, cuando cambió su interpretación de la Ley para la Reducción de la Inflación (IRA, por sus siglas en inglés) para permitir que más vehículos eléctricos de alto precio pudieran aplicar a créditos fiscales para los consumidores.
Tesla fue la primera en apuntarse hace unas tres semanas. Recortó los precios hasta una quinta parte en EU y Europa después de reducirlos por segunda vez en China.
Tesla domina las ventas de vehículos eléctricos en EU, pero cada vez hay más competidores que entran al mercado. “A Tesla le están saliendo nuevos competidores, así que (el recorte de precios) fue el arma que utilizaron para combatirlos”, menciona Michelle Krebs, analista de Cox Automotive.
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El modelo Y, el vehículo utilitario deportivo crossover más vendido de Tesla, compite directamente con el Mustang Mach-E de Ford, quien vendió 39,000 Mach-E en 2022, el mejor desempeño de ventas para cualquier modelo eléctrico no fabricado por Tesla.
Ford planea aumentar la producción del Mach-E este año, aunque todavía tiene problemas con la cadena de suministro. Tener más modelos para vender le da a la empresa una razón para mantener los precios incluso con un competidor clave, dice Krebs.
El horizonte de 10 años de los créditos fiscales al consumidor de la IRA también da a los fabricantes cierta seguridad de que el mercado crecerá a lo largo de la década, dice Nick Nigro, fundador de Atlas Public Policy.
Bajo las reglas de subsidio de la IRA, los coches deben tener un precio de venta de 55,000 dólares, con un tope de 80,000 dólares para los vehículos de mayor tamaño clasificados como SUV, camioneta o Van de energía limpia. Sin embargo, las automotrices se quejaron de que el gobierno clasificaba algunos SUV como coches, lo que significaba que estaban sujetos al límite inferior de 55,000 dólares.
Es muy pronto para saber cómo se va a desarrollar la competencia este año, porque la desgravación fiscal está introduciendo cambios en el mercado, dice Nigro. Pero, hasta el momento, no ve una disminución de la demanda de vehículos eléctricos.
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