El presidente Donald Trump acusó a Harley Davidson de rendición económica y amenazó con “cobrarles impuestos como nunca antes” por la decisión de cambiar la producción de motocicletas con destino a la Unión Europea de Estados Unidos al extranjero, con el fin de evitar el pago de aranceles más altos en la UE.
La compañía anunció sus planes de reducir la producción estadunidense de los modelos que tienen como destino la Unión Europea en respuesta a los aranceles. Esas medidas las impuso la UE la semana pasada contra 3 mil 300 millones de dólares de importaciones de Washington como represalia a los aranceles al acero y aluminio por parte de EU.
La medida que tomó la icónica marca estadunidense, junto con una fuerte caída de los mercados de capitales de EU el lunes, debido a los temores de una guerra comercial con China, sirvió para ilustrar lo que los críticos advirtieron en repetidas ocasiones que serían las consecuencias económicas de las políticas comerciales proteccionistas del presidente. Pero en una serie de tuits matutinos el martes, el presidente arremetió contra Harley-Davidson y respondió a los críticos, reiterando sus amenazas de aplicar impuestos de importación a las empresas estadunidenses que llevan su producción al extranjero y elevar los aranceles a los automóviles que se importan de Europa.
“Una Harley-Davidson nunca debe fabricarse en otro país, ¡nunca! Sus empleados y clientes ya están muy enojados con ellos. Si se cambian, vean, será el principio del fin, se rindieron, ¡se dieron por vencidos!”, escribió Trump. “¡El aura va a desaparecer y les vamos a cobrar impuestos como nunca antes!”.
Trump insistió en que trabaja para abrir los mercados extranjeros y lograr que otras economías, entre ellas la Unión Europea, reduzcan sus barreras comerciales a los productos estadunidenses.
“Logramos que otros países reduzcan y eliminen los aranceles y las barreras comerciales que se usaron injustamente durante años contra nuestros agricultores, trabajadores y empresas”, dijo. “Abrimos mercados cerrados y ampliamos nuestra presencia. ¡Deben jugar limpio o van a pagar aranceles!”.
Si bien el presidente afirmó que ya se tienen éxitos, la realidad es que la mayoría de los socios comerciales tradicionales de EU tomaron el mismo camino que la Unión Europa y aplicaron represalias en lugar de dar marcha atrás ante las tácticas de mano dura del presidente.
Trump también habló de una pelea mucho más grande que se gesta sobre el comercio transatlántico de automóviles y autopartes, señalando una vez más que planea imponer aranceles a las importaciones automotrices de la Unión Europea y argumentando que van a equilibrar cualquier pérdida de puestos de trabajo en Harley y otras compañías.
“Estamos por terminar nuestro estudio sobre aranceles a los automóviles de la Unión Europea sobre cómo desde hace mucho tiempo se aprovechan de EU en forma de barreras comerciales y aranceles”, dijo. “Al final todo se va a compensar, ¡y no tardará mucho tiempo!”.
El principal funcionario comercial de la Unión Europea dijo el martes que la decisión de Harley-Davidson de trasladar su producción era evidencia de que habría “consecuencias” para las empresas y consumidores estadunidenses por la guerra comercial de ojo por ojo.
“Las consecuencias son que las empresas estadunidenses y los negocios de EU y los consumidores estadunidenses... van a reaccionar y ejercer presión sobre la administración de EU para que diga ‘esperen un momento’”, dijo Cecilia Malmstrom, la comisionada comercial de la Unión Europea.
Chad Bown, ex miembro del consejo de asesores económicos del presidente Barack Obama, ahora en el Peterson Institute for International Economics, dijo que la decisión de Harley-Davidson era predecible y que es un ejemplo de las diversas formas en que las empresas de EU podrían resultar afectadas por la política comercial de Tump y a las que se tienen que adaptar.
El fabricante de motocicletas con sede en Wisconsin enfrentaba una tríada de problemas comerciales, dijo Bown, en la forma de costos más altos debido a los aranceles sobre el acero y el aluminio, soportando la carga de los aranceles de represalia y también al tener que ver cómo competidores como BMW se benefician con los nuevos acuerdos comerciales de la Unión Europea que les dan una ventaja en mercados como Japón.
“Creo que podemos esperar ver que otras empresas estadunidenses hagan lo mismo”, dijo. “Solo es el costo de una mala política comercial”.
Ese mensaje se reflejó con una fuerza cada vez mayor en los miembros del Partido Republicano, de Trump.
Paul Ryan, el presidente republicano de la Cámara de Representantes y quien representa a un distrito de Wisconsin, reaccionó a la decisión de Harley acusando a los aranceles de Trump. Una portavoz de Ryan calificó la decisión como “una nueva prueba del daño provocado por los aranceles unilaterales”.
“La mejor forma de ayudar a los trabajadores, consumidores y fabricantes estadunidenses es abrir nuevos mercados para ellos, no aumentar las barreras a nuestro propio mercado”, dijo.
Trump y sus partidarios insisten en que Harley-Davidson solo utiliza como excusa los aranceles de la Unión Europea para ocultar una política de producción en el extranjero de más largo tiempo. La compañía ya tiene operaciones en Brasil, India y Tailiandia, y a principios de este año dijo que cambiará la producción de Kansas a Tailandia.
“Eso fue mucho antes de que se anunciaran los aranceles. Por lo tanto, usan como pretexto la guerra comercial. Muestra lo desequilibrado e injusto que es el comercio, pero lo vamos a arreglar”, dijo el presidente.