Hock Tan, el ejecutivo que convirtió a Broadcom Inc en un gigante de tecnología de 250 mil millones de dólares (mdd) gracias a una serie de audaces adquisiciones, dio señales de más negociaciones tras adquirir VMware por 69 mil mdd. El directivo de 71 años dice que Broadcom seguirá buscando adquisiciones de semiconductores, incluso después de que su oferta hostil de 142 mdd por Qualcomm fuera bloqueada en 2018 por el entonces presidente de Estados Unidos (EU), Donald Trump.
La oferta de Broadcom por el proveedor de software para centros de datos, VMware, también es examinada por las autoridades de defensa de la competencia de EU, Unión Europa y Reino Unido.
Aunque las megafusiones tecnológicas están sometidas a un mayor escrutinio estos días, las adquisiciones siguen siendo una “parte clave de nuestra estrategia”, dice el directivo. Broadcom mantiene una lista “selecta de compañías con activos que nos encantaría comprar”, dice Tan. “En esa lista, hay algunas de semiconductores y de software”.
Cualquiera que sea el próximo gran movimiento de Broadcom, Tan tiene la intención de liderarlo incluso cuando pasa la edad a la que se jubilan la mayoría de los ejecutivos. “Acabo de firmar por otros cinco años como CEO de la compañía”, dice Tan.
Hock Tan, que nació en Malasia y se mudó a EU para estudiar en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), ha trabajado en el sector de tecnología desde principios de la década de 1990.
Fue contratado para dirigir lo que en la actualidad es Broadcom en 2006, un año después de que las firmas de capital de riesgo KKR y Silver Lake pagaron 2 mil 660 mdd por Avago Technologies, que surgió de la división de semiconductores de Hewlett-Packard en la década de 1960.
Después de salir a bolsa en 2009, Avago creció rápidamente a través de adquisiciones, como la compañía de semiconductores LSI, el fabricante de tecnología de redes Brocade y, en 2015, la adquisición por 37,000 mdd del gigante de las comunicaciones Broadcom, cuyo nombre adoptó el grupo.
La racha de negociaciones de Hock Tan encalló en marzo de 2018. La intervención de Trump contra el acuerdo con Qualcomm, que se produjo después de que el Comité de Inversiones Extranjeras en EU planteara problemas de seguridad nacional, puso fin a la que habría sido la mayor adquisición del sector de tecnología de la historia.
Tan trasladó la sede corporativa de Broadcom de Singapur a California, tras ver frustrado su intento de fusionarse con Qualcomm.
Viendo hacia atrás, Tan reconoce que su mayor error en la “desventura” de Qualcomm fue volverse hostil. “No sabes en lo que te estás metiendo”, dice. “La única forma real de hacer adquisiciones es hacerlo de forma amistosa y en condiciones de igualdad”.
Hock Tan no dejó a sus banqueros desocupados durante mucho tiempo. A finales de 2018, Broadcom había cerrado una adquisición de 18 mil 900 mdd de CA Technologies, una compañía de software conocida por su negocio de mainframe (servidores de datos diseñados para procesar hasta 1 billón de transacciones web al día) de alto margen. Un año después, Broadcom pagó 10 mil 700 mdd por el negocio de seguridad empresarial de Symantec. Si los reguladores aprueban la adquisición de VMware, por 61 mil mdd en efectivo y acciones, será la mayor operación de Tan hasta la fecha.
A la pregunta de cómo encaja VMware —que produce software de “virtualización” para administrar los sistemas informáticos de las empresas a través de una compleja combinación de hardware de centros de datos y plataformas de computación en nube— con el resto de la cartera de Broadcom, Tan responde simplemente: “No encaja”.
Él dice
"La única forma real de hacer adquisiciones es hacerlo de forma amistosa y en condiciones de igualdad"
Cada una de las 22 divisiones de productos de Broadcom funcionan “de forma muy independiente”, dice, aunque comparten funciones de back-office (administrativas) y algunos equipos de ventas.
“A cada una de ellas se le permite invertir todo lo que necesite para llegar a ser la número uno o mantener su primera posición” en sus respectivos mercados, explica Tan. Si alguna de esas unidades tuviera que depender de una de sus divisiones “hermanas” para lograr ese objetivo, “no merecería existir”, añade el directivo.
“Vemos a VMware como la vigésima tercera división de productos”, dice Tan.“¿Existe una estrategia global? La respuesta, lamento decirlo, es ‘no’. La única estrategia es el modelo que dice que compramos activos y los administramos mejor”, dice Tan.
A pesar de que este modelo se compara con el capital de riesgo, Tan insiste en que esta es la “idea más equivocada” sobre Broadcom: “No somos consolidadores, somos operadores”. Se molesta con los analistas que lo acusan de recortar costos, frenar la innovación y subir los precios después de cerrar un acuerdo.
“No estoy cosechando, estoy tratando de hacer crecer el producto”, dice Hock Tan, un principio que espera que impulse a los clientes de VMware a “consumir más porque les agrega valor”, evitando la necesidad de aumentar los precios.
La estrategia de expansión de Tan para VMware se basa en introducirla en todo tipo de centros de datos, desde instalaciones corporativas privadas hasta las vastas plataformas de computación en la nube de los grandes grupos de tecnología.
En diciembre, la Unión Europea inició una investigación a fondo, diciendo que tenía preocupaciones “preliminares” de que la compañía degradaría o bloquearía la interoperabilidad entre el software de VMware y el hardware de centro de datos de los competidores de Broadcom, bloqueando a los clientes en su propio kit.
“La propuesta de valor básica para que exista VMware es que debe ser capaz de virtualizar cada pieza de hardware que existe en un centro de datos”, dice Tan.
Al mismo tiempo que intenta apaciguar a los reguladores, Tan se enfrenta a la amenaza de que Apple —su mayor cliente, con cerca de 20% de las ventas del año pasado— sustituya los chips inalámbricos de Broadcom de sus iPhones por piezas que la compañía de Cupertino diseñó internamente.
Tan se muestra “seguro de poder superarlos en ingeniería” a pesar del enorme éxito de otros diseños de chips de Apple.
Al igual que Apple y la mayoría de las empresas, Broadcom está reevaluando dónde se abastece y fabrica sus productos, después de dos años de escasez y disrupciones a causa del covid y a las tensiones entre EU y China.
Más allá de unos cuantos componentes especializados, Broadcom subcontrata la fabricación de sus semiconductores. Tan dice que está considerando a Intel como posible nuevo socio de fundición, como alternativa a su principal proveedor, la taiwanesa TSMC.
Broadcom también estudia la posibilidad de recurrir “un poco más” a la subcontratación interna, dijo Tan, incluyendo la posibilidad de fabricar sus propios sustratos. Estas piezas poco sofisticadas, pero vitales del tejido conectivo de cada chip, se han convertido en un cuello de botella en la cadena de suministro de semiconductores.
“Los sustratos son algo que solíamos dar por sentado, como el agua y el aire”, dice. “Ahora ya no”
SGS