Como expresión financiera de la globalización, el Hongkong and Shanghai Banking Corporation (HSBC) tiene una larga historia que se remonta a su fundación por un escocés en 1865. Y hace tan solo siete años, el núcleo de su modelo —el financiamiento de las actividades comerciales de China con el mundo— parecía más inteligente que nunca.
El modelo de negocio del HSBC está terriblemente desajustado en un mundo generalmente fragmentado. Las tensiones entre Hong Kong y Londres —las sedes gemelas de HSBC— son particularmente intensas.
La semana pasada, una discusión entre HSBC y su mayor accionista, el grupo asegurador chino Ping An, saltó a la arena pública después de que Michael Huang, presidente de la unidad de gestión de activos de la aseguradora, le dijo al Financial Times que el banco debería dividirse y ser “mucho más agresivo” en su reducción de costos.
La extraordinaria riña, que se gestó en privado durante varios años, salió a la luz por primera vez en la primavera, cuando se supo que Ping An le dijo a la dirección de HSBC que debían buscar una división del negocio. Desde entonces, HSBC ha permanecido de brazos cruzados.
"El modelo financiero global que una vez dominó y dio forma a la industria financiera mundial en el siglo pasado ya no es competitivo", mencionó Huang al Financial Times. “La mera desinversión en algunos mercados o negocios pequeños” no será suficiente para afrontar los retos.
Entonces, ¿por qué este arrebato? En parte, refleja la irritación por los resultados relativamente débiles de HSBC y la lentitud con la que se percibe que actúa el grupo financiero para abordarlos.
El punto de inflexión en la relación entre HSBC y su mayor accionista fue el cese del pago de dividendos en 2020, cuando los reguladores del Reino Unido prohibieron a los bancos hacer distribuciones a los accionistas, debido a los temores sobre el impacto del covid-19 en el sector financiero.
A todo lo anterior se suman las tensiones geopolíticas. Un detonante clave para Beijing se produjo en 2018, cuando el banco proporcionó información a los fiscales de EU sobre la directora financiera de Huawei, Meng Wanzhou, que fue detenida en 2018. Los políticos británicos y estadounidenses, en cambio, fueron muy críticos con los ejecutivos de HSBC por la acción
¿Hacia dónde se dirige HSBC a partir de ahora? El banco empieza a prepararse sensatamente para la próxima generación de líderes. Pero el sorprendente nombramiento de un nuevo director financiero con su base en Londres, molestó a Ping An, que presiona para que más personal de alto nivel se traslade a Hong Kong.
El ritmo de reducción de costos y de ventas de unidades que no se ajustan bien con la franquicia asiática ha sido lento. Un paso obvio sería la escisión de la operación británica del grupo, que ya está delimitada. Ping An considera que liberar el negocio asiático de los grilletes del resto del mundo podría reforzar el valor de HSBC en una cuarta parte y liberar 8,000 mdd de capital. Es el momento de que HSBC acepte la incómoda conclusión de su mayor accionista: sus días como la encarnación bancaria de la globalización han terminado.
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srgs