¡A cerrar la cortina! ¡A sacar la sección de ofertas! Las acciones minoristas en ambos lados del Atlántico pasan por un mal momento, ya que los inversionistas se preocupan por cómo van a reaccionar los compradores a las guerras de aranceles y a las sombrías perspectivas económicas.
Las acciones de Puma, Zara y el propietario de Massimo Dutti, Inditex, cayeron marcadamente la semana pasada. El comercio minorista se encuentra entre los sectores con peor desempeño en los índices Dow Jones Industrial Average, Euro Stoxx 50 y FTSE 100 en lo que va de año.
Por supuesto, algunos minoristas están mejor preparados que otros para capear cualquier tormenta inminente en las tiendas físicas. Los inversionistas que descartaron a Inditex de sus carritos de compras, por ejemplo, tal vez se precipitaron.
Los accionistas del minorista de moda más grande del mundo se asustaron después de que se anunció que las ventas en las primeras cinco semanas de su nuevo año fiscal aumentaron 4 por ciento en comparación con el año anterior.
El crecimiento, según el mismo indicador de ventas sin fluctuaciones cambiarias, fue de 11 por ciento en el mismo periodo de 2024.
El director ejecutivo, Óscar García, insistió en que las últimas colecciones de ropa de Inditex fueron “bien recibidas” por los consumidores. Sin embargo, desde entonces, los analistas rebajaron las expectativas de crecimiento de las ventas para el primer trimestre, desde cerca de 9 por ciento antes de la actualización, a 5.5 por ciento, según los datos de Visible Alpha.
Naturalmente, no se puede ignorar la caída de la confianza del consumidor. Pero parte del problema de Inditex reside en su propio éxito. Sus acciones subieron 27 por ciento en 2024. En su punto más alto, en diciembre, se valoró en más de 27 veces sus ganancias futuras, de acuerdo con S&P Capital IQ. Mantener las tasas de crecimiento de ventas de dos dígitos de los años de auge posteriores a la pandemia siempre fue un reto considerable.
Inditex todavía tiene mucho que ofrecer. A pesar de la competencia de empresas disruptivas en línea como Shein y Temu, en los últimos años convirtió sus tiendas en una ventaja. El cierre de puntos de venta más pequeños y la apertura de locales más grandes y llamativos, inspirados en las tiendas insignia de los minoristas de lujo, tuvieron como resultado mayores ventas por metro cuadrado. Estas han aumentado 28 por ciento entre 2019 y 2024.
Los compradores están dispuestos a gastar más dinero cuando pueden explorar una mayor variedad de artículos bajo un mismo techo.
La estrategia también ayuda a limitar los costos operativos, por ejemplo, con menos entregas a diferentes destinos. Rivales como la sueca Hennes & Mauritz (H&M) siguen viendo con envidia sus márgenes de utilidad operativa de dos dígitos.
Pero tal vez la mayor ventaja de Inditex en un periodo de incertidumbre externa es que pocos competidores pueden presumir tener fortalezas similares. Por ejemplo, incluso antes de este año, H&M tuvo dificultades para mejorar su atractivo para los compradores.
Si el nerviosismo de los consumidores se convierte en una desaceleración prolongada, las puertas de Inditex deberían seguir ofreciendo el refugio más atractivo.
OMM