En el último par de años el sector de fabricación prosperó en Estados Unidos, pero aumenta el temor de que la serie de crecientes disputas comerciales que provocó Donald Trump tenga como consecuencia que se detenga el crecimiento.
Muchos fabricantes estadunidenses dicen que los mayores costos del acero, el aluminio y los componentes, como consecuencia de los aranceles de Estados Unidos y la amenaza de su exclusión de los mercados de otros países mediante las medidas de represalias, crearon incertidumbre que los tienta a frenar las contrataciones y las decisiones de inversión.
“En general la economía en los últimos 18 meses ha sido muy buena”, dijo Michael Haberman, presidente de Gradall Industries, un fabricante de excavadoras con sede en Ohio. “El año pasado fue bueno, y ahora nos encontramos en la mitad de un buen año. Pero nos preocupan los aranceles”.
La producción del sector manufacturero de EU crece a un ritmo saludable si bien no espectacular, con un aumento de 1.9 por ciento en el año hasta mayo, y ese crecimiento continúa, de acuerdo con estudios separados del Institute for Supply Management (ISM) y de IHS Markit del lunes pasado. Sin embargo, la política comercial de Trump comienza a tener un efecto notable en el sector.
En los estudios tanto de ISM como de IHS se encontró que muchos fabricantes reportaron mayores costos y aumento en las dificultades en el surtido de componentes. Timothy Fiore, de ISM, dijo que los comentarios sugieren que los encuestados “están muy preocupados” por los aranceles, y esto fue antes de que entraran la mayoría de las medidas anunciadas o con las que se amenazó.
Estados Unidos tiene programado el viernes comenzar a cobrar aranceles sobre productos importados de China con un valor de 34 mil millones de dólares, y Pekín golpeará a las importaciones de productos de EU con un valor igual. Las tarifas de represalia de la Unión Europea, Canadá y México como respuesta a las medidas de EU sobre ambos metales entraron en vigencia el mes pasado. Estados Unidos, China, la Unión Europea y otros países amenazan con aplicar medidas mucho más amplias.
La Cámara de Comercio estadunidense, uno de los grupos empresariales que hace campaña contra las barreras comerciales, publicó esta semana un análisis sobre lo duro que los aranceles de los otros países golpearán a cada estado de EU. Thomas Donohue, presidente de la cámara, dijo: “Los aranceles que generan aranceles que generan más aranceles solamente conducen a una guerra comercial que tendrá un costo sobre los empleos y el crecimiento económico de Estados Unidos”.
Las crecientes tensiones comerciales llevaron a respuestas de empresas estadunidenses de alto perfil como Harley-Davidson y General Motors, pero tienen efectos mucho más amplios en el sector de fabricación del país.
Pentaflex, un fabricante de estampados y ensambles de metal con sede en Ohio, registra un año muy sólido, con un aumento de 27 por ciento en sus ventas en los primeros seis meses del año. Los productos de la compañía son componentes de escapes y ejes de camionetas, y la fuerte demanda de transporte significa que las ventas de camiones se encuentran en aumento desde finales de 2016.
Sin embargo, el acero representa alrededor de 60 por ciento del costo de un componente, y el precio del acero en EU se disparó este año. La banda de acero laminado en caliente en Estados Unidos subió 51 por ciento desde octubre pasado, según Steelbenchmarker.
Eso es mucho más que el arancel de 25 por ciento que impuso la administración, y mucho más que el aumento del precio de 4 por ciento para el tipo equivalente de acero en Europa.
Los incrementos de precios obligan a los clientes a exprimir las operaciones para buscar ahorros, dice Dave Arndt, presidente de Pentaflex y de la Precision Metalforming Association, organismo que representa a la industria.
“Todo ha sido bueno para nosotros”, dijo. “Odiaría ver que esto llegue a su fin debido a los aranceles”. Más allá de la presión inmediata de los costos más altos, lo que realmente le preocupa es la amenaza de una creciente guerra comercial.
“Si la gente comienza a ponerse nerviosa sobre la situación, entonces las ventas de camiones pueden caer, y nuestras ventas también”, dijo Arndt.
Para otros fabricantes, la preocupación no es el metal sino los componentes de importación. Gradall Industries compra piezas moldeadas de China, las cuales se espera que resulten afectadas con la nueva ronda de aranceles de 25 por ciento que entrará en vigencia el viernes. Haberman dice que no hay un proveedor adecuado en EU que pueda proporcionar las piezas moldeadas en su lugar. Gradall, que vende sus productos de vuelta en China, enfrentará costos más altos y se encontrará en una desventaja competitiva.
Industria en EU ya sufre por disputas de Trump
La incertidumbre por los aranceles y las represalias de respuesta tientan a los fabricantes a frenar las contrataciones y las decisiones de inversión.
Nueva York /
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