Insta Díaz de León a proteger la independencia del Banxico

“Lo fundamental es conservar el mandato constitucional y la ley que hoy tiene el banco”, afirma el gobernador saliente, “es la mejor garantía de que se puede tener un entorno de estabilidad y baja inflación”

Dejará el cargo el 31 de diciembre y lo sustituirá Victoria Rodríguez. Ariana Pérez
Christine Murray
Ciudad de México /

El gobernador saliente del Banco de México habló sobre la importancia de proteger el mandato constitucional del banco, ya que la institución se enfrenta a la creciente presión política del presidente Andrés Manuel López Obrador y su partido.

La autonomía del banco se puso en duda recientemente cuando López Obrador retiró a su candidato para ser el próximo gobernador y lo sustituyó por una economista del sector público poco conocida.

El gobernador saliente, Alejandro Díaz de León, dijo que confía en que el banco seguirá cumpliendo con sus mandatos siempre y cuando su marco legal se mantenga intacto.

“Lo fundamental es conservar el mandato constitucional y la ley que hoy tiene el banco”, dijo Díaz de León al Financial Times en una entrevista. “Creo que esa es la mejor garantía de que se puede mantener un entorno de estabilidad y baja inflación”.

Victoria Rodríguez Ceja asumirá el cargo a partir del 1 de enero como la primera mujer gobernadora del banco, al frente de una junta mayoritariamente femenina.

Las tensiones entre el banco central y los políticos comenzaron a aumentar el año pasado, cuando un proyecto de ley propuesto por los legisladores del partido gobernante, Morena, pretendía obligarlo a comprar el excedente de dólares. La propuesta habría socavado la autonomía del banco, según los críticos. Finalmente se archivó tras una fuerte oposición.

La junta del banco central también se vio envuelta en una controversia política este año cuando se opuso al intento de López Obrador de utilizar la parte de México de una inyección de liquidez global del FMI para pagar la deuda pública.

Las idas y vueltas con el Presidente y su partido forman parte del funcionamiento normal de la democracia, dijo Díaz de León.

Los bancos centrales están al frente de un esfuerzo mundial para intentar frenar el aumento de la inflación, y la semana pasada muchos de ellos endurecieron su política de forma más agresiva. Los responsables de la formulación de políticas se enfrentan a “una situación crítica para el manejo de la política monetaria”, dijo Díaz de León.

“Está muy claro que los bancos centrales pueden hacer mejor su trabajo en un marco de autonomía y es realmente importante conservar eso”.

El Banco de México se ha enfrentado a un delicado equilibrio para dirigir la frágil salida del país del impacto económico de la pandemia de coronavirus. Una repentina contracción de la producción en el tercer trimestre de este año presionó a su junta de cinco miembros para que no frenara la recuperación subiendo las tasas demasiado rápido.

Sin embargo, México se enfrenta a una espiral inflacionaria que le plantea un dilema. El ritmo de crecimiento de los precios alcanzó su nivel más alto en 20 años, lo que llevó al banco a sorprender a los mercados con un fuerte aumento de las tasas en su reunión de principios de este mes.

A pesar de esto, Díaz de León advirtió que México no tiene necesariamente como objetivo un aumento sustancial de las tasas en el futuro.

“A veces parece que hay dos vías, la vía de los 25 (puntos base de los aumentos de las tasas) y la vía de los 50… la verdad es que en el banco no lo vemos así”, dijo. “En el futuro, todas las opciones están disponibles y ninguna está predefinida”.

México ha experimentado salidas de fondos extranjeros en acciones y en valores gubernamentales desde el inicio de la pandemia, otro factor que podría presionar al banco para que suba las tasas de interés en un intento de atraer capital extranjero.

Sin embargo, Díaz de León restó importancia al impacto económico. “El ajuste ha sido ordenado y gradual”, dijo. “Esperamos que a medida que el riesgo se asiente aún más, el apetito por los instrumentos en moneda local también pueda reaparecer”.

Tras asumir el poder en diciembre de 2018, López Obrador implementó una amplia campaña de austeridad que mantuvo firme durante la pandemia. El FMI, que en el pasado ha abogado por reglas estrictas en el gasto, instó al gobierno a aumentar su gasto para hacer frente al impacto económico del covid.

El Banco de México perdió personal en los primeros meses del gobierno de López Obrador, sobre todo tras la aprobación de una ley que limitaba los salarios del sector público. La rotación de personal se ha estabilizado desde entonces, dijo Díaz de León 


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