Ford está bajo investigación criminal en un caso relacionado con las pruebas de emisiones de sus vehículos en algo que refleja el escándalo del diésel que envolvió a Volkswagen hace cuatro años.
La automotriz estadunidense dijo que la investigación que lleva a cabo el Departamento de Justicia de EU (DoJ, por sus siglas en inglés) se centró en sus “estimaciones de la resistencia al avance”, que son cálculos de la resistencia del aire y la fricción que enfrentan sus vehículos al conducir, que se incluyen en las pruebas de emisiones.
Si se ajustan demasiado bajo, el vehículo utilizará menos combustible en las pruebas y sus emisiones de CO2 serán más bajas que en el mundo real, donde se enfrenta a una mayor resistencia del aire y fricción.
El DoJ abrió una investigación criminal sobre el asunto luego de que la compañía hizo revelaciones manera voluntaria a la Agencia de Protección Ambiental de EU y al Consejo de Recursos del Aire de California en febrero, dijo Ford en una presentación.
“El motivo de preocupación no implica el uso de dispositivos de desactivación”, enfatizó Ford.
Los dispositivos de desactivación, que utilizó VW, eran piezas de software que modificaron los controles de las emisiones para dar lecturas más bajas de contaminación.
La compañía alemana ya pagó más de 20 mil millones de dólares en sanciones penales y civiles en acuerdos con las autoridades federales y estatales de Estados Unidos por el escándalo del dieselgate.
Es demasiado pronto para estimar las multas que Ford podría tener que pagar si se descubre que se cometieron irregularidades.
El DoJ no quiso hacer comentarios.
En otras empresas
Un caso similar involucró a Hyundai y Kia. Se enfrentaron a un acuerdo de 350 millones de dólares en 2014 luego de una investigación de dos años sobre datos incorrectos de ahorro de combustible debido a los cálculos de la resistencia al avance.
Ford también dijo en la presentación que notificó a otras agencias estatales y federales sobre el asunto.