Investiga la UE colusión de VW, BMW y Daimler

Las empresas niegan acusaciones de tener pláticas ilegales al estilo de los cárteles para una variedad de áreas; el caso se remonta al año pasado.

Volkswagen notificó a la Comisión Europea sobre una posible infracción en 2016.
Patrick McGee y Rochelle Toplensky
Bruselas y Fráncfort /

Bruselas inició una investigación formal sobre la presunta colusión entre BMW, Daimler y Volkswagen Group para limitar el desarrollo y retrasar el despliegue de la tecnología de emisiones limpias.

Los señalamientos se remontan a julio de 2017, cuando se acusó a las firmas de sostener reuniones secretas y coludirse, durante décadas, en una variedad de áreas, desde el costo de los componentes hasta la elección de proveedores para vehículos de gasolina y diésel.

Las acusaciones centraron la atención en las áreas grises que separan la cultura empresarial extraordinariamente agremiada de Alemania y las discusiones ilegales al estilo de los cárteles.

Las reglas de la Unión Europea permiten a los rivales cooperar para compartir los riesgos y realizar innovaciones con mayor rapidez, pero el caso se centra en las discusiones para obstaculizar los desarrollos tecnológicos y retrasar su introducción. Bruselas comenzó a investigar de inmediato en medio del furor político de que el gobierno de Angela Merkel actuaba de manera demasiado suave con las grandes automotrices.

La Comisión Europea dijo ayer que se redujo el alcance de las presuntas infracciones, para ocuparse en la tecnología de emisiones, un área polémica desde que se descubrió que VW hizo trampa en las pruebas de emisiones de diésel con “dispositivos de desactivación” en Estados Unidos hace tres años.

La comisión dijo que sospechaba que BMW, Daimler, Volkswagen y sus dos unidades de vehículos de lujo, Audi y Porsche, tal vez “acordaron no competir entre ellos”, y de esta manera infringiendo las reglas antimonopolio sobre tecnologías que hacen que los automóviles sean menos perjudiciales para el medio ambiente.

En específico, evalúa el desarrollo de sistemas de tratamiento de óxido de nitrógeno para los autos con motores a diésel y filtros de partículas para motores de gasolina.

“Si llega a demostrarse, es probable que esta colusión negó a los consumidores la oportunidad de comprar vehículos menos contaminantes, a pesar de que la tecnología estuvo disponible para los fabricantes”, dijo Margrethe Vestager, comisionada de competencia de la Unión Europea.

Las multas potenciales que resulten de la investigación se basarán en los ingresos de los productos y se ajustarán para reflejar la duración y la gravedad de cualquier infracción, con reducciones por la cooperación. Para alentar a los denunciantes, la comisión puede reducir las multas a cero para que la primera compañía que proporcione a los reguladores suficiente evidencia de que se actuó como un cártel.

Daimler reconoció en octubre pasado que reportó el problema a autoridades y solicitó clemencia.

Una persona en VW previamente le dijo a Financial Times que se notificó a Bruselas después de que descubrieron pruebas de una posible colusión a mediados de 2016, en medio de una búsqueda general sobre el cumplimiento en todo el grupo después del escándalo de los motores a diésel.

Mientras tanto, BMW negó que cometió algún delito y dijo que no hay nada inusual en trabajar con rivales en tecnologías con las que no compiten. La automotriz agregó ayer: “La compañía está totalmente comprometida con los principios de la economía de mercado y una competencia justa”.

La investigación exhaustiva puede considerarse como una “victoria” para los fabricantes de automóviles, ya que muchas de las acusaciones originales hasta el momento se quedaron en nada. En la declaración de ayer, la comisión reconoció que analizó “varios temas técnicos más” que se discutieron entre las automotrices, entre ellos los procedimientos de pruebas y ciertas autopartes, pero concluyó que “no tenía suficientes señales” de que se hubieran roto las normas antimonopolio.

La comisión también dijo que no tenía “indicios de que se coordinaran las partes entre sí en relación con el uso de dispositivos de desactivación ilegales para hacer trampa en las pruebas reglamentarias” que estaban en el centro del escándalo del dieselgate de VW.

Esto ayudó a los inversionistas a hacer caso omiso de las noticias. En medio de una recuperación más general para los fabricantes de automóviles, las acciones de VW registraron un alza de 3.3 por ciento, las acciones de BMW subieron 0.9 por ciento, y las de Daimler registraron un alza de 1.2 por ciento.

Aún así, las sanciones pueden ser sustanciales. Los argumentos de que se actúa como un cártel a menudo tardan años en completarse y las multas pueden llegar a ser hasta de 10 por ciento de los ingresos globales del producto en cuestión. En 2017, funcionarios europeos multaron a seis fabricantes europeos de camiones con un monto récord de 3 mil 900 millones de euros por presuntamente actuar como cártel para coordinar los precios de venta y el momento para que llegue la nueva tecnología para reducir las emisiones para camiones medianos y pesados.


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