Ivanka Trump lanza polémicas declaraciones en medio de las protestas raciales

FT MERCADOS

En un momento en que la consigna es escuchar, la hija del presidente Donald Trump irrumpe en escena para compartir sus ideas con el mundo.

Ivanka Trump, empresaria inmobiliaria e hija del presidente de EU.
Jo Ellison
Ciudad de México /

En una poco habitual muestra de franqueza emocional la semana pasada, Ivanka Trump tuiteó su decepción por una cultura que estaba preparada para violar el bastión de la libertad de expresión. Ella no hablaba de los derechos de miles de personas que se manifestaron por el asesinato de George Floyd sin que les aventaran gas lacrimógeno, sino sobre la decisión de la Universidad Estatal de Wichita de eliminar su discurso de graduación pregrabado. 

La forma de regañar de Ivanka Trump fue publicar en YouTube su discurso de 9 minutos para llegar a los estudiantes y compartir sus ideas más amplias con el mundo. “¡Escucharse los unos a otros es más importante ahora que nunca!”, escribió como forma de introducción. “¡Sé que todos estos talentosos graduados tendrán grandes sueños y aspiran a hacer del mundo un lugar mejor!” 

¡Al igual que a su padre a Ivanka le encantan los signos de exclamación! Pero en lo que se refiere a la entrega y porte, se encuentran en dos extremos opuestos. Mientras el presidente Donald Trump de Estados Unidos es corpulento, dispéptico y caótico, su hija es serena, brillante y pulida como una figura de cera. 

Días antes de compartir su sabiduría con la gente, Ivanka se unió a su padre para una fotografía al lado de una iglesia. Deslizándose con tacones, traje de pantalón y una mascarilla, detrás del presidente del estado mayor conjunto Mark Milley, era el retrato de lo rubio beato y benigno, una doncella sonriente que ofrecía Biblias que sacaba de su bolso de mil 540 dólares. 

Lo dice...

Mientras Donald Trump es corpulent, dispéptico y caótico, Ivanka es serena, brillante y pulidad como una figura de cera.

De igual manera, la forma de presentar un discurso público es benevolente y amable. Mientras que el timbre vocal de su padre siempre parece estar a dos pasos de alcanzar un acuerdo de algún viejo cacharro, su hija habla con aforismos simples con un chirrido de princesa de las hadas. 

Tan tranquila, tan generosa, tan rubia. Y sin embargo un espectáculo mucho más incómodo que el de su padre. 

Al verla hablar acerca de los logros de los estudiantes, traté de pensar a quién me recordaba. Entonces me di cuenta: parece Ivanka moldeó su actuación en la villana de alguna película distópica para adolescentes. En particular, me recordó a Kate Winslet como Jeanine Matthews, una dictadora rubia platinada que busca la destrucción de los Divergentes en la serie de películas del mismo nombre. 

Sin duda, Ivanka logró perfeccionar el arte de un discurso aburridamente plano para que cada oración suene igual. “Tu viaje hasta hoy no llegó sin determinación, sacrificios, agallas, sudor y probablemente incluso algunas lágrimas. Pero perseveraste”, dijo en un monólogo que incluyó temas inspirados en Star Wars: “El logro del héroe es algo para quien está listo”, instruyó. “La aventura para la que está listo es la que recibe”. 

Si bien el estilo de Ivanka es más conciliador que el de su padre, ella comparte su hábito de poner las cosas en peligro, o en cualquier lado de una división. En la semana en que Jim Mattis, el exsecretario de Defensa de Estados Unidos (EU), comentó que el liderazgo de Donald Trump era peligrosamente divisivo, la retórica de Ivanka juega con un tema similar de amigo y enemigo. “Eres un graduado en tiempos de guerra”, anunció. “Toda nuestra sociedad está comprometida en un esfuerzo nacional para derrotar al virus, proteger a nuestros conciudadanos y abrir de nuevo a EU”. 

Sin embargo, igual que su presencia en la sesión fotográfica de la iglesia sugería el comportamiento de una mujer que mentalmente estaba haciendo la reservación para hacerse el manicure, el discurso de graduación también carecía de conexión o pasión. Me hizo preguntar por qué se sintió tan obligada a compartirlo. Pero Ivanka desde hace mucho tiempo alberga ambiciones grandiosas. 

En el documental Born Rich de 2003, sobre las personas súper privilegiadas que viven en Manhattan, la joven Ivanka describe su intención de seguir el negocio familiar y entrar en el negocio inmobiliario. Filmada mientras evalúa el horizonte de Nueva York, se pregunta “en qué parte, tipo, del cielo, tú sabes, tal vez esté uno de mis edificios”. 

Pero ella siguió a su padre a otra parte. Y aunque puede parecer que Ivanka se desplaza en el alcance de la órbita de su padre, su deseo de ser notada todavía es lo suficientemente poderoso como para atraerla. A pesar de su resistencia, le encanta ser el centro de atención e incluso en un mes donde la consigna ha sido escuchar, el instinto natural de Ivanka fue meter su cuchara. 

¿Quizás esperaba que el discurso destacara su humanidad en un momento en que la humanidad en la administración es difícil de leer? En lugar de eso, la hizo parecer aún más peculiar de lo habitual: un avatar con dientes emitido desde Planet Weird. 

También me pregunto lo que los graduados piensan acerca de su consuelo de que, armados con su aprendizaje, pueden mirar hacia el futuro en el que podrían “construir un hospital de campaña, vigilar nuestras comunidades…. mantener a Estados Unidos conectado” o incluso “extraer sangre para salvar vidas”. 

No es exactamente la escala de aspiración que ella misma albergó alguna vez. En cambio, espero que ellos también estén soñando con el horizonte de una ciudad y se pregunten dónde podrían llenar su parte de cielo.

srgs

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