Hay dos formas de evaluar Harry y Meghan, la nueva miniserie centrada en los duques de Sussex. Una es por la avalancha de publicidad. Incluso los avances lograron dominar las portadas de los principales periódicos del Reino Unido Cuando se lanzaron los primeros tres episodios, la semana antepasada, la BBC envió una alerta de noticias de última hora y creó un blog en vivo sobre el documental.
Este tipo de cobertura temblorosa hace que el mundo piense que los británicos todavía tienen la mentalidad de los campesinos medievales. Presumiblemente también era lo que soñaba Netflix, desesperado por revivir el crecimiento del número de suscriptores este año, cuando acordó un acuerdo con Harry y Meghan, que probablemente vale millones de dólares.
Pero ¿Qué pasa con el contenido de la realeza británica? ¿Coincide este “Evento global de Netflix” con, por ejemplo, Diana, la Princesa de Gales en Panorama de la BBC; el Príncipe Andrew en el programa de Newsnight o incluso la propia conversación de Harry y Meghan con Oprah Winfrey, en la que alegaron que un miembro de la familia real especuló sobre el color de piel de su bebé? Sin rodeos, no.
Hubo programas de televisión sobre la vida de la realeza realmente explosivos, pero hasta ahora este no es uno de ellos. Harry y Meghan no lanzan bombas, a lo mucho apuntan a heridas existentes. También han comprado la exitosa fórmula de Netflix: nunca digas en una hora lo que puedes decir en varias. Esta es una miniserie, de solo seis episodios, que te hace sentir agradecido de que la plataforma de streaming tenga la opción de ver el documental ligeramente más rápido, un 25% más rápido que la velocidad original.
Los primeros tres episodios, que cuentan la historia de vida de la pareja hasta su boda en 2018, se centran en quejas conocidas y bien fundadas contra la prensa británica. “No tengo muchos recuerdos tempranos de mi madre”, dice Harry. “La mayoría son rodeados por los fotógrafos”. El jefe de prensa de la familia real señaló que algunas de las imágenes de paparazzi de los trailers de la serie no se relacionan con la realeza británica o muestran una cobertura acordada con sus representantes. Pero el punto más amplio es sobre los soportes de los medios. Una de las amigas de Meghan tiene razón cuando pregunta, asombrada: “¿Alguien puede llamarse a sí mismo un experto real?”.
El problema es que la audiencia no puede evitar sentirse confundida. ¿Debemos compadecernos de Harry y Meghan por su tormento? ¿O estamos destinados a admirarlos, a estos hermosos padres jóvenes, en su nueva y lujosa casa de California, con hermosas puestas de sol y sofás, y un gallinero del tamaño de un dormitorio londinense?
Lo dice
Son a la vez una pareja aspiracional y una advertencia sobre la aspiración
La respuesta es, extrañamente, ambos. Son a la vez una pareja aspiracional y una advertencia sobre la aspiración. Su historia de amor es un cuento de hadas, escrito simultáneamente por Disney y los hermanos Grimm. Hay una verdadera tristeza en cómo cada uno de ellos, de maneras diferentes, perdieron a un padre. “Soy el hijo de mi madre”, dice Harry sobre la princesa Diana. Meghan se describía a sí misma como la “niña de papá”, pero, después de que su padre acordó un trato con los periódicos, “ella perdió a su padre”, dice Harry. Sin embargo, dado el evidente privilegio de la pareja, es difícil acertar con el tono.
Entonces los duques de Sussex insisten en que su historia es “más grande que nosotros”. Los primeros minutos incluyen fragmentos de la retórica del Brexit y una estatua del traficante de esclavos del siglo XVII Edward Colston, que fue arrojada al agua en el puerto de Bristol. La escritora y locutora Afua Hirsch y el historiador David Olusoga (consultor del documental de Netflix) exponen puntos sólidos sobre la relación de Gran Bretaña con la raza y la esclavitud.
Sin embargo, este documental busca establecer a Harry y Meghan como figuras más familiares. Ella ya tiene un popular podcast de Spotify; se están convirtiendo en elementos fijos del círculo de celebridades.
El público debe decidir si encuentran atractivos y fascinantes los detalles de la relación de Harry y Meghan, “H” y “M”, como se llaman a sí mismos.
Cuando Netflix encargó la serie The Crown, fue una declaración sobre sus ambiciones al género de drama de gran presupuesto. Liberar el documental de Harry y Meghan es una declaración menos ambiciosa para la plataforma. En última instancia, no puede igualar los mejores documentales de Netflix como Fyre: La fiesta más grande que nunca sucedió y la primera miniserie Tiger King.
Una serie que fue coproducida por la productora de Harry y Meghan, Archewell, nunca iba a indagar demasiado sobre sus vidas privadas. (La directora Liz Garbus se ha negado a decir si la pareja tenía la aprobación del corte final). También dejo afuera a Trevor Engelson, el primer marido de Meghan, por ejemplo, y no rechaza sus diversas afirmaciones. Los productores dicen que otros miembros de la familia real se negaron a ser entrevistados, pero el Palacio de Buckingham indica que no recibieron invitación para participar en el documental.
La paradoja es clara. Cuando Harry y Meghan renunciaron a sus deberes reales en 2020, querían separarse de la familia real, pero están aquí, hablando de eso extensamente. Meghan crítica la vida real como “un reality show orquestado”, aparentemente sin saber que ella misma ha creado el suyo propio. Mientras tanto, la prensa británica insiste en que nadie está interesado en la vida de Harry y Meghan, mientras informa sin aliento sobre cada declaración de la pareja.
El circo real está lejos de terminar. Los últimos tres episodios de la serie llegaron la semana pasada, pero le seguirán las esperadas memorias del príncipe Harry que saldrán en enero, tras un retraso producido por el fallecimiento de la Reina Isabel II que hizo que se pospusiera tres meses.
El libro, titulado Spare, promete ser un relato “íntimo y sincero”, de primera mano, de las experiencias, aventuras y pérdidas que ha tenido en su vida el duque de Sussex, así como los aprendizajes que lo han llevado a ser la persona que es hoy en día. Eso seguramente deberá ser menos glamouroso y tendrá más revelaciones dramáticas.
srgs