La pelea de Hollywood es tu pelea

Habrá más batallas sobre cómo dividir el pastel de propiedad intelectual en todas las industrias

Empleados de televisión y creativos de la meca del cine estadunidense protestan por las condiciones laborales que imponen los estudios. ap
Rana Foroohar
Londres /

La preocupación que se transmite con mayor frecuencia en lo que respecta a las huelgas laborales actuales de Hollywood parece ser el riesgo de perderse nuevos episodios de nuestros programas favoritos, pero el malestar de los trabajadores en los medios y el entretenimiento es un indicador temprano del tipo de interrupción empresarial impulsada por la tecnología que muchas otras industrias también enfrentarán pronto.

Los actores y escritores están en huelga por muchas razones: salario, beneficios, residuos y los efectos de la inteligencia artificial en su negocio, pero, en esencia, la lucha se trata del valor de los activos intangibles y la propiedad intelectual, como ideas para historias o imágenes y voces digitales, y la cuestión de cómo se debe compartir ese valor.

Los activos intangibles constituyen en su gran mayoría la riqueza corporativa de las industrias. Cosas como software, patentes, datos digitales, marcas comerciales y otra propiedad intelectual representan alrededor de 80 por ciento del valor en los balances de las grandes empresas. Es probable que ese porcentaje aumente aún más a medida que aumenta la inversión en tecnología, las nuevas herramientas se abren paso en industrias antiguas y aumenta el comercio en línea.

Pocas industrias dependen tanto de los activos intangibles como Hollywood, pero en los últimos años, Silicon Valley ha alterado el modelo comercial del cine y la televisión de la misma manera que lo ha hecho con el negocio de la música y los medios de comunicación.

Así como el mercado publicitario algorítmico cambió fundamentalmente la forma en que las personas consumen y producen noticias, los servicios de transmisión digital como Netflix han cambiado los métodos de producción y consumo de las ofertas de Hollywood. Con internet, Silicon Valley ofreció un nuevo canal de distribución para el entretenimiento filmado junto con una mayor inversión en producción de nuevos programas para llenar esa tubería digital interminable, pero las grandes compañías tecnológicas también aseguraron un mayor control sobre el contenido.

Hace una década, por ejemplo, no era raro que los creadores fueran dueños de alguna parte del producto final, como una serie o un especial. A medida que los servicios de transmisión como Netflix y Hulu despegaron, tuvieron valoraciones tan altas que pudieron ofrecer pagos de tarifa plana más altos para, por ejemplo, un episodio de un nuevo programa o una serie transmitida; sin embargo, ero estaban mucho menos inclinados a ofrecer la propiedad de back-end del producto final.

Eso estaba bien cuando el dinero era barato, pero como la sobreproducción y las tasas de interés más altas han reducido las valoraciones de las grandes plataformas de transmisión, los jefes del entretenimiento están menos dispuestos a hacer grandes acuerdos únicos para contenido nuevo. Mientras, muchos actores y escritores tienen interés en los ingresos futuros. El resultado es que ambos lados se sienten apretados.

El talento de Hollywood ha luchado contra la gerencia durante periodos de cambio tecnológico muchas veces en el pasado. Allá por 1919, cuando el auge de la industria cinematográfica moderna condujo a la consolidación y los llamados a topes salariales, Mary Pickford, Charlie Chaplin y otras estrellas decidieron iniciar su propio estudio, United Artists. Durante el auge de la televisión de las décadas de 1950 y 1960, el futuro presidente de Estados Unidos Ronald Reagan, entonces un demócrata liberal y presidente del Sindicato de Actores de Pantalla, ayudó a asegurar mejores derechos residuales.

Ahora, la vida de clase media que disfrutan muchos en la industria del entretenimiento está siendo exprimida por la transmisión, que paga menores residuos, si es que paga alguno. Si eres un escritor en un programa exitoso como Stranger Things, de Netflix, por ejemplo, no compartes las ganancias finales de la forma en que lo harías en un programa de transmisión. También es probable que trabaje más horas, por menos paga y menos seguridad de lo que pudoser antes.

Se puede argumentar que en realidad hay más trabajo que en el pasado, ya que el internet permite un flujo interminable de contenido, pero muy a menudo la calidad de ese trabajo ha disminuido desde que el contenido se convirtió en mercancía. El Sindicato de Escritores de América afirma que la paga del escritor y productor promedio se ha reducido 4 por ciento durante la última década.

La inteligencia artificial tiene el potencial de poner estas tendencias en esteroides. Muchos actores comenzaron en la industria, junto con la afiliación al sindicato (y, por tanto, atención mé, pero las imágenes digitales ahora están eliminando muchos de esos trabajos. Incluso los actores establecidos pueden ver reducidos sus ingresos si los estudios pueden usar sus imágenes digitales en repetidas ocasiones en nuevas películas.

Lo que vale para ellos también vale para los escritores.“Puede imaginarse a los estudios aplicando su versión de ChatGPT a, digamos, un nuevo guión de Marvel con imágenes digitales que ya poseen y escupiendo un guión en tres semanas en lugar de seis meses, dando a los autores 15 mil dólares por semana en lugar de 50 mil sin propiedad”, dijo el ex productor Jonathan Taplin, profesor de la USC y autor del próximo libro The End of Reality, que examina el efecto de Silicon Valley en nuestra economía y sociedad.

Esto puede parecer el problema del “violín más pequeño del mundo” en comparación con los que enfrenta, por ejemplo, un trabajador de un almacén de Amazon, pero la inteligencia artificial tiene el potencial de alterar los trabajos en todos los niveles, desde el trabajo en fábricas o centros de atención telefónica hasta el derecho o la radiología. Muchos profesionales realizan tareas bien remuneradas pero rutinarias que pueden realizarse mejor mediante algoritmos. Además, en un mundo en el que los intangibles representan cada vez más riqueza, pero las empresas ricas en intangibles crean cada vez menos puestos de trabajo, el problema de cómo dividir el pastel inevitablemente se extenderá.

En resumen, la batalla actual de Hollywood puede ser solo la precuela de una serie de varias partes de larga duración que llegará pronto a un lugar de trabajo cerca de usted.


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