Uber libra una última batalla para seguir operando en Londres, ya que la agencia de transporte de la ciudad sopesa renovar su licencia para operar en la capital de Reino Unido.
En septiembre, Transport for London (TfL) le otorgó a Uber un permiso inesperadamente corto de dos meses de duración para su servicio de solicitud de transporte, lo que puso en marcha el reloj para una frenética ronda de negociaciones. Antes de que expire su licencia actual justo antes de la medianoche del lunes, las discusiones de última hora entre Uber y TfL continuaron durante el fin de semana.
Uber y TfL no quisieron hacer comentarios el domingo.
Londres es una de las cinco ciudades, junto con Nueva York, Los Ángeles, San Francisco y Sao Paulo, que en conjunto representaron casi una cuarta parte de las reservaciones brutas de Uber el año pasado.
Esto hace que asegurar la renovación en Londres sea vital para el impulso del director ejecutivo Dara Khosrowshahi hacia un crecimiento más predecible y rentable. Uber también posicionó a Londres como un ejemplo destacado de su intento de convertirse en una ventanilla única para cualquier tipo de transporte y logística, al integrar en su aplicación no solamente viajes, sino bicicletas, entrega de alimentos e incluso transporte público.
Sin embargo, la compañía ya enfrenta el resurgimiento de la competencia en la ciudad por parte de rivales como Ola, Kapten y Bolt.
A Uber ya se le negó anteriormente su licencia de Londres. En 2017, después de una serie de escándalos en la compañía con sede en San Francisco, TfL determinó que no era “apta ni adecuada” para operar en Londres. Después de una batalla judicial, Uber pudo revocar esa decisión en junio de 2018, pero el permiso de 15 meses que se dio como resultado impuso condiciones nuevas y estrictas.
Hace dos meses, TfL agregó aún más requisitos en torno a la protección de los pasajeros y la investigación de los conductores, incluidos el seguro y la verificación de documentos. La agencia de transporte de Londres dijo que el breve periodo de licencia era para “permitir el escrutinio de información adicional” que TfL le exigió a Uber.
Uber dijo que iba a cooperar con la agencia pero, mientras tanto, sus oponentes tratan de explotar la incertidumbre. Steve McNamara, secretario general de la Asociación de Conductores de Taxis con Licencia, dijo que “muestra claramente que la empresa falló en su periodo de prueba y sigue siendo una gran amenaza para la seguridad pública”.
Este mes, en la conferencia de resultados trimestrales de Uber, Khosrowshahi dijo que la compañía seguía “manteniendo un diálogo” con TfL.
El otro frente, en California
Londres es solo uno de sus campos de batalla regulatorios, ya que Uber lucha contra las nuevas normas en su estado de origen de California que lo obligarían a tratar a los conductores como empleados, en lugar de contratistas.
“Cuando veo el marco regulatorio a nivel mundial, siempre tenemos altibajos, pero los equipos realizan inversiones y creo que cada vez más y más ciudades y países de todo el mundo llegan a la conclusión de que Uber es algo bueno para el país y Uber también es algo bueno para su ciudad “, dijo Khosrowshahi.
Sin embargo, también señaló a Londres como un ejemplo de cómo los “brotes de competencia” podrían resurgir, a pesar de su impulso general hacia una mayor estabilidad en su negocio de transporte de solicitud de transporte. Sus rivales de Londres inundaron el mercado con descuentos y promociones para conductores y pasajeros, bajando los precios y haciendo más difícil para Uber -o cualquier otra empresa- lograr tener utilidades en la ciudad.