Lo que pensamos acerca de la relación de Pekín y Washington

Opinión. En el FTWeekend Festival se debatió sobre el papel de Estados Unidos al hostigar a China y crear fricciones económicas y geopolíticas, aunque su rival solicitó la desvinculación de la tecnología occidental

Aranceles y prohibiciones a la exportación, parte del conflicto comercial. SHUTTERSTOCK
Rana Foroohar
Londres /

Este fue un tema importante durante el fin de semana, no solo en el G7, también en el Festival FTWeekend que se celebró en Washington, donde hablamos Ed y yo. Mi columna del lunes en el periódico recoge la mayor parte de mis reflexiones sobre la naturaleza evolutiva de la política exterior estadunidense hacia China y el mundo, tal como se expresó recientemente en la cumbre del G7 en Japón.

La idea del encabezado es que EU trata de alejarse de una postura de “desvinculación” y acercarse a una de “reducir el riesgo”, que consiste en atacar los puntos de estrangulamiento económico y las concentraciones de poder dondequiera que se encuentren, ya sea en los Estados nacionales o en el sector privado. Creo que se trata de una estrategia inteligente, porque baja la temperatura de las relaciones entre EU y China, sin dejar de abordar la cuestión central de la coerción económica que hizo posible el poder monopolístico, ya sea en chips, datos digitales, materias primas o capacidad de fabricación.

Esto no quiere decir que Estados Unidos y China realizan un reinicio para llegar a cualquier semejanza a la normalidad pero, como dijo Kevin Rudd, ex primer ministro de Australia y actual embajador de su país en EU, durante un panel conmigo en el Festival FTWeekend, si podemos dejar atrás la cuestión de Taiwán, podemos empezar a dejar que el proceso de reducción de riesgos económicos se desarrolle como lo hará, y “dejar que gane el mejor sistema (refiriéndose a la economía política), y creo que sé cuál va a ser”. Traducción: le gustan las posibilidades de Estados Unidos en el mundo posneoliberal, con la excepción de una guerra con hostilidades militares reales en el Mar de China Meridional.

Por supuesto que esto es un gran “sí”. Me ha resultado bastante interesante que en las últimas semanas, incluso después de que la secretaria del Tesoro estadunidense, Janet Yellen, y el asesor de seguridad nacional, Jake Sullivan, pronunciaran discursos que pueden considerarse conciliadores hacia China (dado que rechazaron de manera explícita la desvinculación), Pekín en realidad adoptó una postura cada vez más de línea dura hacia Occidente, en particular aprobando normas de espionaje más estrictas que tendrán el efecto de hacer muy difícil para cualquier empresa extranjera pasar información en formato digital a través de las fronteras. Esto me resulta extraño. Los chinos afirman que Estados Unidos quiere “frenarlos” y, sin embargo, cuando Washington les tiende la mano, el bando del presidente Xi Jinping adopta una línea todavía más dura contra las compañías occidentales de las que supuestamente quieren más. Hmm.

Esto va a un punto central que también se trató en el panel en el que participé con Rudd, la ex asesora jefe del Consejo de Seguridad Nacional y del Consejo Económico Nacional, Jennifer Harris, y el editor jefe de EU de Financial Times, Peter Spiegel. Aunque a menudo se responsabiliza a EU de hostigar a China y crear el entorno económico (a través de aranceles y prohibiciones a la exportación) que condujo a las fricciones económicas y geopolíticas entre ambos países, en realidad fue Pekín el que utilizó por primera vez el término desvinculación, o el equivalente chino, en el plan Made in China 2025 (Hecho en China 2025), que se publicó en 2015, mucho antes de la administración Trump.

En el plan se pide de forma explícita la desvinculación de la tecnología occidental en varios sectores, a medida que China se esforzaba por desarrollar sus propias cadenas de suministro regionales y mundiales. Tenemos que recordar esto, porque una vez que los chinos establecen una política como esta, nunca se desvían de ella. Por eso estoy a favor de una mayor capacidad industrial en EU y de las políticas que contribuyen a crearla, como la Ley de Chips. Como dice uno de los personajes del libro Chip War, a cuyo autor, Chris Miller, entrevisté en el festival, “los hombres de verdad tienen fábricas”.

Los hombres y mujeres de verdad también saben cuándo dar un giro. Ed, tuve la suerte de ver la mayor parte de tu gran entrevista con Hillary Clinton en el festival. Una cosa que me sorprendió es la sensación de que no se ha movido ni un milímetro en términos de pensar en las ramificaciones económicas de la política neoliberal hacia China (el bien documentado choque con China) o las consecuencias políticas de la misma (yo contaría la victoria de Trump sobre Clinton como parte de eso, dada su capacidad para explotar la muy real y legítima experiencia sentida de vaciamiento industrial por la política comercial de Clinton en varios estados pendulares o indecisos).

Básicamente, Clinton dijo que le parecía bien que China entrara en la Organización Mundial del Comercio (OMC), sin salvedades ni reservas. Parecía que seguía enfadada y, lo que es más importante, desconcertada por Trump como hombre, y no abordó realmente lo que los demócratas pueden y deben aprender de su victoria (algo sobre lo que el economista del MIT Daron Acemoglu tenía sabias reflexiones en la sección Lunch con Financial Times con él que se publicó el pasado fin de semana).

Ed, ¿me falta comprender algo de Hillary Clinton? ¿Aprendió algo del hecho de que China no se hizo más libre a medida que se hacía más rica? ¿Comprende que el fracaso de los demócratas neoliberales a la hora de reconocer y abordar el impacto de la liberalización comercial extrema en la clase trabajadora estadunidense es parte de la razón por la que tenemos a Donald Trump? Más allá de eso, ¿qué aprendiste de tu entrevista con ella y qué fue lo más importante que aprendiste del Festival FTWeekend?

Lecturas recomendadas

—La revista del New York Times no es algo que me suela entusiasmar, pero me encantó el reciente artículo sobre si los deseos de las personas mayores que sufren demencia deben cumplirse cuando están enfermas, incluso si contradicen los deseos que expresaron cuando estaban bien. Es una mirada fascinante a una familia que luchó con estas cuestiones, a medida que la matriarca perdía poco a poco sus capacidades cognitivas, aunque su capacidad de amar y su deseo de ser vista como un individuo autónomo se mantuvieron.

—Acabo de empezar a leer la novela Trust, de Hernán Díaz, que apenas ganó el Premio Pulitzer, y no puedo soltarla. Es una exploración asombrosa y apasionante del dinero, la clase social y el poder en EU, y de lo que todo eso conlleva al final.

—Creo que el New York Times hizo un gran trabajo describiendo de manera gráfica las nuevas vías legales e ilegales de migración en Estados Unidos.

—Y en Financial Times, echen un vistazo a mi almuerzo con Daron Acemoglu: su libro Power and Process (coescrito con Simon Johnson) merece una lectura detenida, y esta es una hoja de referencia.

Edward Luce responde

Rana, el Festival FTWeekend dejó mucho que pensar. Ya había entrevistado antes a Hillary Clinton sobre las elecciones de 2016 y, por supuesto, ella escribió mucho al respecto. Ella culpa a una mezcla de las deficiencias de su propia campaña (no enfocarse lo suficiente en el Medio Oeste es un buen ejemplo, y su propia metedura de pata cuando habló de los “deplorables”), la interferencia rusa, la decisión de James Comey del FBI de volver a abrir la investigación de los correos electrónicos 10 días antes de las elecciones, y las peculiaridades del colegio electoral. Después de todo, el voto popular lo ganó por 3 millones de votos.

Así que no estoy seguro de qué decir cuando preguntas si ella entiende si el neoliberalismo llevó a la elección de Trump. Hay muchas suposiciones en tu pregunta que no comparto. Los demócratas, incluida la administración de Obama y la de Clinton, intentaron en repetidas ocasiones aprobar proyectos de ley para fortalecer la red de seguridad pública, ampliar la asistencia de salud (empezando por el malogrado “Hillarycare”, como recordarás) y mejorar la capacitación y la inversión para ayudar al desindustrializado Medio Oeste. Fueron los republicanos los que bloquearon todo esto y los republicanos los que hicieron que se dispararan los déficits con sucesivos recortes de impuestos que beneficiaron de forma desproporcionada a los ricos. Ninguno de los dos partidos estaba en condiciones de impedir el paso a la automatización, que es la causa de una mayoría abrumadora de puestos de trabajo industriales que se han perdido en EU y en otros lugares, como se ha constatado en repetidos y detallados estudios empíricos.

No todo puede reducirse al comercio. De hecho, mi temor es que este repetido diagnóstico erróneo de lo que le ha ocurrido a la economía de Estados Unidos conduzca a una medicina equivocada. Mencionaste a Kevin Rudd; él, como la mayoría de los australianos, no es partidario del giro de Estados Unidos al “posneoliberalismo”. Creo que estará de acuerdo con mi opinión de que esta es una mala receta.

Financial Times Limited. Declaimer 2021



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