Cuando el barco Belem, de 128 años de antigüedad, llegó al puerto de Marsella, en el sur de Francia, dos meses antes de la inauguración de los Juegos Olímpicos de París con la llama olímpica, LVMH ya estaba a bordo.
El Belem atracó en medio de fuegos artificiales, fanfarrias y un sobrevuelo de aviones de combate Rafale, mientras el nadador olímpico Florent Manaudou desenvolvía con cuidado la antorcha olímpica de su baúl Louis Vuitton hecho a la medida para comenzar el relevo en suelo francés, patrocinado por el minorista de belleza Sephora, propiedad de LVMH.
El evento inició la cuenta regresiva para los Juegos Olímpicos de París, y a un maratón de actividades por parte del grupo de lujo más grande del mundo, mientras deja su huella en los Juegos en su ciudad natal como uno de los patrocinadores más grandes y destacados del evento.
“La antorcha llegó en un suntuoso baúl Louis Vuitton”, gritó el rapero francés Jul ante una multitud de lugareños y turistas que lo vitoreaban. Se reunieron para festejar en los muelles mientras sacaban la antorcha del barco bajo la atenta mirada de los invitados VIP, entre ellos el presidente Emmanuel Macron y Delphine Arnault, directora ejecutiva de Dior e hija mayor del multimillonario propietario de LVMH, Bernard Arnault.
Así comenzó la participación de la empresa de super lujo en los Juegos Olímpicos, menos de un año después de que el conglomerado de lujo, valorado en casi trescientos setenta y nueve mil millones de dólares (mdd), anunció que iba a participar con un acuerdo de patrocinio por valor de ciento sesenta y dos mdd, según una persona con conocimiento del acuerdo.
A partir del 26 de julio, los Juegos Olímpicos de París, el espectáculo de un mes de duración, el grupo aprovechará el foco de atención sobre la ciudad con la que ha entrelazado indeleblemente su imagen para mostrar sus marcas, desde Louis Vuitton, la marca de lujo más grande del mundo, hasta la joyería Chaumet y el especialista en trajes Berluti.
“Aunque anunciamos nuestra asociación hace menos de un año, que es (un espacio de tiempo) muy breve, no hemos estado de brazos cruzados”, dijo Antoine Arnault, el hijo mayor de Bernard Arnault, que lidera la asociación con los Juegos Olímpicos en todo el grupo. “Nuestra asociación nos permitió contribuir en todos los momentos importantes de la celebración de estos Juegos, que es el tema común”.
Si bien espera que los Juegos sean neutrales para los resultados del grupo, la participación de LVMH debería “mejorar la imagen del grupo y sus casas”, añadió Arnault.
El sello del grupo será evidente en muchos momentos importantes de la competencia, que inició con el relevo de la antorcha, que incluyó paradas en el hotel Cheval Blanc de LVMH en la región vinícola de Saint-Émilion y en el museo de arte de la Fundación Louis Vuitton al oeste de París.
Berluti confeccionó los uniformes para la ceremonia de inauguración del equipo olímpico francés, el diseño de un elegante traje azul marino con opciones de falda o pantalón, y los colores nacionales franceses en seda sombreada a lo largo de las solapas. Sus talleres realizaron cientos de pruebas para los atletas que lucieron durante el espectáculo, que se celebró en barcazas que navegaron por el río Sena a través de París el viernes.
En los bares VIP, donde las bebidas fluyen libremente, se entregan millones de botellas de champán Moët & Chandon y coñac Hennessy para abastecer los lugares de hospitalidad olímpica. Chaumet diseñó las medallas que se entregarán a los campeones, cada una con una pequeña pieza de metal de la Torre Eiffel incrustada en el centro, que se guardarán y presentarán en baúles personalizados de Louis Vuitton.
Mientras los atletas suben a los podios, los voluntarios vestidos con uniformes diseñados por Louis Vuitton llevarán los premios, presentados en bandejas hechas por la compañía con el característico cuadro café de la casa. El grupo también organizará eventos para invitados VIP y clientes destacados en lugares como la Fundación Louis Vuitton y el hotel Cheval Blanc en el Pont Neuf, que cuenta con vistas panorámicas al Sena y un salón exclusivo para atletas ganadores de medallas.
él dice...“El precio (del patrocinio) no es mucho para un grupo de ese tamaño, pero
La exposición es extremadamente valiosa. Ayudará a decir: LVMH es París y París es LVMH”
Los Juegos Olímpicos de París “van a contribuir a aumentar el atractivo de Francia alrededor del mundo. Es natural que LVMH y sus maisons (casas) formen parte de este evento internacional excepcional”, dijo el director ejecutivo de LVMH, Bernard Arnault, cuando anunció la asociación el año pasado, parado en un podio rodeado de ministros franceses y miembros del Comité Olímpico con la Torre Eiffel como un telón de fondo.
Reforzar el vínculo entre LVMH y París durante un evento donde la ciudad será la protagonista tiene sentido. París ha actuado como una especie de sobrenombre para las marcas de lujo durante siglos, denotando calidad y exclusividad, y muchas casas LVMH, incluidas Celine y Dior, llevan el nombre de la ciudad junto con el de su creador. El grupo también utiliza con frecuencia la ciudad como lienzo para eventos y desfiles de moda, aprovechando sitios emblemáticos desde las pirámides del Louvre hasta el Pont Neuf.
“Es una victoria para el grupo: el precio (del patrocinio) no es mucho para un grupo de ese tamaño, pero la exposición es extremadamente valiosa. Ayudará a decir: LVMH es París y París es LVMH”, dijo una persona con conocimiento del acuerdo. Y para el comité organizador, “completó bien el presupuesto”.
La asociación olímpica de LVMH también representa la cúspide del impulso del lujo al deporte. Si bien el futbol y el basquetbol alguna vez se consideraron demasiado discretos para las asociaciones de marcas de lujo que se apegaban más a deportes adinerados como la vela, el polo y el tenis, eso cambió en las últimas décadas a medida que grupos ambiciosos empezaron a deshacerse de parte de su exclusividad en busca de nuevos clientes en una una base más amplia y con más aspiraciones, con un gran éxito.
LVMH ha estado a la vanguardia, firmando acuerdos de embajadores de marca y realizando campañas con los mejores atletas junto con supermodelos y actores. Una campaña de Louis Vuitton de 2022, fotografiada por Annie Leibovitz, en la que aparecían las estrellas del futbol Cristiano Ronaldo y Lionel Messi encorvados sobre un tablero de ajedrez rodeados por el equipaje característico de la marca rompió el récord de mayor número de me gustas en Instagram en ese momento. Una repetición este año, con Roger Federer y Rafael Nadal caminando por los Alpes, busca capitalizar una vez más la potencia estelar de los dos virtuosos del tenis.
Sus competidores también se están metiendo en el juego. La casa de lujo italiana Prada es patrocinadora de la selección de futbol femenino de China desde el año pasado, diseñando elegantes trajes andróginos para ellas, y la jugadora china de tenis de mesa, Ma Long, es embajadora de la marca. El diseñador estadunidense Thom Browne, parte del grupo italiano Zegna, ha vestido a equipos como los Cleveland Cavaliers y el FC Barcelona. Acercándose más a los orígenes más exclusivos del lujo, el fabricante de relojes Rolex es un habitual en los principales torneos de tenis, desde Wimbledon hasta Roland-Garros, mientras que Hermès rinde homenaje a sus raíces ecuestres respaldando a varios de los mejores atletas y eventos de este deporte.
Además de vestir a estrellas del deporte en ascenso, como el prodigio francés del basquetbol de 20 años, Victor Wembanyama, con trajes personalizados de Louis Vuitton y una colaboración en 2023 entre la joyería estadunidense Tiffany, propiedad de LVMH, y la NBA, el grupo también patrocina a varios atletas olímpicos. Siete están patrocinados a nivel de grupo, incluido el nadador francés Léon Marchand y el esgrimista Enzo Lefort, mientras que marcas individuales también han firmado acuerdos como el de Dior, nombrando a un grupo de atletas femeninas, incluida la estrella del futbol estadunidense Alex Morgan, como embajadoras de la marca.
Al comienzo de los Juegos Olímpicos de París, LVMH sigue imperturbable ante la tensa política en Francia después de las sorprendentes elecciones anticipadas del presidente Emmanuel Macron a principios de este mes. “Esta asociación no se verá afectada en modo alguno por el clima político en Francia”, afirmó Antoine Arnault. “Estamos alejados de eso”.
En cuanto a si hay probabilidad de futuros patrocinios olímpicos, el grupo no los descarta, aunque Arnault dijo que la atención sigue siendo salir adelante con los Juegos Olímpicos actuales antes de pensar en eventos futuros en Los Ángeles (2028) o los Alpes franceses (2030). “Nada está excluido”, dijo, pero “hay un vínculo más significativo entre nuestras casas y París”.
CHC