McAfee llevó una vida nómada marcada por estafas y paranoia

El creador del software antivirus levantó y perdió su fortuna antes de convertirse en un político libertario; falleció el miércoles pasado en una prisión de Barcelona en un aparente suicidio

El millonario fue un gran promotor de las criptomonedas. Alexandre Meneghini/Reuters
HANNAH MURPHY
San Francisco y Madrid /

Cuando el magnate de la seguridad cibernética John McAfee intentó postularse para la Casa Blanca en 2016, invocó un mantra de Silicon Valley de Steve Jobs en su video de campaña, celebrando a los inconformistas: “Por los locos, los inadaptados, los rebeldes, aquellos que no encajan”.

McAfee, hallado muerto en su celda en prisión el miércoles como resultado de un aparente suicidio, encajaba en las descripciones. 

En sus 75 años, el pionero del antivirus que lleva su nombre construyó y perdió una fortuna, se cambió a sí mismo para presentarse como un político libertario, y luego como un hombre promotor de las criptomonedas, todo esto mientras tenía repetidos roces con la ley. 

Su muerte se produjo horas después de que el Tribunal Superior español aprobara una solicitud de extradición de Estados Unidos, donde se enfrentaba a cargos de evasión de impuestos. McAfee se encontraba en prisión en Barcelona desde octubre, cuando fue arrestado por solicitud de EU después de huir en su yate. 

Para muchos, la vida nómada de McAfee se había convertido en paranoia, violencia y estafas. Fue acusado de fraude por su participación en esquemas de inflar y botar de criptomonedas, y estaba vinculado con el asesinato de un vecino en 2012. Sus divagaciones en Twitter y YouTube se habían vuelto cada vez más incoherentes.

Pero para los amigos y fans a quienes se dirigió en el video de su campaña, él era un héroe antisistema, cuyos temores en torno a la vigilancia gubernamental habilitada por la tecnología y las instituciones financieras reflejaban una creciente desconfianza hacia las autoridades en la actualidad.

“Siempre soñó con construir un internet alternativo que no tuviera todos los defectos y problemas que tiene el internet actual”, dijo Kim Dotcom, un emprendedor y amigo de internet al que se acusa de ser el autor intelectual de una de las infracciones de derechos de autor más grandes de la historia.

En palabras de McAfee, según su biografía de Twitter, era un “iconoclasta” y un “amante de las mujeres, la aventura y el misterio”.

McAfee nació en 1945 en una base militar en Reino Unido de madre inglesa y un soldado de EU emplazado allí. Educado en matemáticas, McAfee aprendió a dominar la computación durante sus periodos en la Nasa, Xerox y Lockheed Martin entre 1970 y 1980.

Hizo su nombre con su antivirus, que se volvió omnipresente a medida que los virus informáticos se convirtieron en una amenaza de seguridad cada vez más generalizada. En 1994 dejó el cargo de director ejecutivo y vendió su participación en McAfee por unos 100 millones de dólares, una fortuna que casi perdió durante la crisis financiera.

Una década después de dejar McAfee, fue pionero en aerotrekking, que consiste en volar aviones ultraligeros a altas velocidades sobre una pista de aterrizaje en el desierto. Cuando la tragedia golpeó en 2007, y un cliente de su empresa de aerotrekking murió en un accidente en su propiedad de Nuevo México, se mudó a Belice.

Allí comenzó a vivir en un “palacio de fiestas”, en un estilo de vida de playboy de drogas, armas y novias. Eso tampoco duró mucho: en 2012, su vecino Gregory Faull fue asesinado por un disparo en la cabeza y se nombró a McAfee como “persona de interés” en el caso. Negando cualquier participación, huyó al país vecino de Guatemala, donde luego fue arrestado y deportado a EU. Nunca se presentaron cargos en relación con el asesinato.

Un libertario sin complejos que, según los informes, realizó entrevistas con un arma cargada en cada mano para sentirse “cómodo”, McAfee también se embarcó en una carrera política quijotesca. Anunció una candidatura a la Casa Blanca en 2015 con su propio partido recién formado, el Cyber ​​Party, antes de buscar más tarde (sin éxito) la nominación del Partido de la Liberación en la carrera de 2016.

La desconfianza hacia las instituciones financieras también lo llevó al mundo de las criptomonedas. Se convirtió en uno de los primeros defensores de la moneda virtual, y prometió en 2017 comerse su pene “en televisión nacional” si el precio de bitcóin no alcanzaba los 500 mil dólares a mediados de 2020.

En marzo, los fiscales federales de EU lo acusaron de fraude. Según la denuncia, McAfee seleccionó algunas criptomonedas pequeñas —entre ellas dogecoin— para promocionarlas en la plataforma de redes sociales como la “moneda del día” o la “moneda de la semana” a principios de 2018, comprándolas por adelantado y retirando el dinero una vez que subía el mercado con base en sus recomendaciones.

En su último viaje, McAfee huyó de EU en 2019 en su yate después de que un gran jurado lo acusó de ocultar millones de dólares en ingresos entre 2016 y 2018. El dinero lo ganó, en parte, con la promoción de criptomonedas y la venta de los derechos de la historia de su vida, y fue ocultado por testaferros.

Fue arrestado en España en octubre de 2020 y en una audiencia la semana pasada afirmó que los cargos fiscales de EU tenían “una motivación política”, ya que había utilizado su plataforma para “denunciar la corrupción” del Servicio de Impuestos Internos de EU, pero el tribunal rechazó sus argumentos y el miércoles aprobó la extradición.

Aun en la muerte, McAfee fue notable al generar un frenesí mediático. Por meses mitificó una posible salida del mundo a manos de las autoridades. En un tuit en octubre escribió: “Sepan que si me ahorco… no será culpa mía”.

Cerca de la hora de su muerte apareció una publicación en su Instagram con la letra “Q”, una referencia al culto de conspiración QAnon. “Todo poder corrompe. Cuida qué poderes permites que ejerza una democracia”, escribió en su último tuit el viernes.


LAS MÁS VISTAS