
Las principales compañías de defensa de Estados Unidos están fuera del repunte mundial del sector después de que Donald Trump pidió a Europa gastar más en su propia seguridad y prometió recortar el presupuesto del Pentágono.
Las acciones de las seis compañías de defensa más grandes de EU cayeron 4 por ciento en promedio desde que Trump volvió a la Casa Blanca, mientras que las europeas, encabezadas por la alemana Rheinmetall, subieron casi 40 por ciento en el mismo periodo.
Las compañías de defensa de Corea del Sur también ganaron al aprovechar la campaña de rearmamento de Europa. Las acciones de Hanwha Aerospace, el mayor actor del país que se benefició con la demanda de países de la OTAN como Polonia y Rumania, subieron 70 por ciento.
La diferencia en la suerte pone de relieve cómo la amenaza de Trump de reducir el apoyo militar estadunidense a la seguridad de Europa, junto con una campaña de recorte de costos en el gobierno liderada por Elon Musk y la purga de la semana pasada de las altas esferas del Pentágono, hacen que cambie la opinión de los inversionistas sobre el sector.
La industria se enfrenta a una disrupción sin precedente, dijo Byron Callan, socio gerente del grupo de investigación Capital Alpha Partners.
Había incertidumbre en varios frentes para el sector estadunidense, en particular “sobre los programas actuales y futuros, la perspectiva de recortes drásticos en la plantilla laboral del gobierno y cómo otros países pueden reaccionar a los cambios en las políticas internacionales de EU”, dijo.
El desempeño del sector de defensa de EU estaba por detrás de Europa y Asia antes de las elecciones presidenciales del año pasado, pero la victoria de Trump y su primer mes en el cargo ampliaron la brecha. Sin embargo, las acciones de algunos grupos estadunidenses que tienen grandes negocios aeroespaciales civiles, en particular Boeing y RTX, ahora están a un nivel más alto.
Las acciones de Rheinmetall, el mayor contratista de defensa de Alemania, y de Leonardo, de Italia, subieron más de 10 por ciento la semana pasada, ya que la decisión de Trump de iniciar conversaciones de paz con Rusia sobre la guerra en Ucrania fortaleció las expectativas de que Europa tendrá que asumir una mayor carga por su propia seguridad.
Las acciones de los contratistas alemanes subieron aún más ante la esperanza de un mayor gasto por parte del gobierno entrante liderado por Friedrich Merz, a pesar de algunas preocupaciones sobre si sus planes pueden verse obstaculizados por los partidos que se oponen a armar a Ucrania.
Los grupos de defensa de EU, por otro lado, se encuentran entre las empresas que dependen en gran medida del gasto federal y se preparan para recortes en el presupuesto anual del Pentágono de 850 mil millones de dólares. El Departamento de Defensa tiene como objetivo recortar 8 por ciento, o 50 mil millones de dólares, del gasto en el año fiscal 2026. Se esperan recortes de tamaño similar en los años siguientes.
El secretario de Defensa de EU, Pete Hegseth, se reunió la semana pasada con un equipo del Departamento de Eficiencia Gubernamental” (DOGE, por su sigla en inglés) en el Pentágono, y señaló que el foco de los recortes son los artículos en la “sede central, exceso de personal, despidos y gastos generales”.
El sector recibió la mayor cantidad de fondos de contratos federales, según los analistas de Barclays, con Lockheed Martin, General Dynamics, RTX y Northrop Grumman entre los 10 principales beneficiarios del gasto del gobierno estadunidense.
Si bien se espera que la mayor parte de los recortes recaiga en áreas como los salarios de civiles, los servicios de mantenimiento, la capacitación y la educación, es probable que los grandes contratistas de la industria no se salven por completo, según los analistas.
La parte más abordable del presupuesto de defensa de EU para los grandes contratistas del gobierno, los llamados primes, es la de adquisiciones, investigación y desarrollo y pruebas y evaluación. Esto representó “alrededor del 35 por ciento del presupuesto total del Departamento de Defensa y posiblemente no se salve por completo de los recortes”, dijeron los analistas de Morgan Stanley.
Aunque el contexto geopolítico y el probable apoyo al gasto en seguridad nacional en el Congreso siguieron siendo “constructivos” para el sector, “el enfoque que señala la nueva administración para la reforma gubernamental está inyectando una gran gama de incertidumbre”, agregaron.
La perspectiva de que grupos liderados por la tecnología como Palantir y Anduril obtengan grandes porciones del presupuesto del Pentágono también pusieron nerviosos a los inversionistas en las empresas tradicionales de defensa.
Las acciones de Palantir, presidida por Peter Thiel, un confidente cercano de Musk y del vicepresidente J. D. Vance, subieron 40 por ciento este año por las apuestas a que los estrechos vínculos con la administración Trump van a impulsar las ventas al ejército y a las agencias de espionaje de EU.
Varios ejecutivos de defensa le restaron importancia recientemente al impacto de cualquier recorte de costos, enfatizando la necesidad del país de una fuerte inversión en defensa.
Christopher Calio, director ejecutivo de la matriz de Raytheon, RTX, reconoció que hubo “mucho ruido” en una reciente conferencia de inversionistas, pero destacó que hay “apoyo bipartidista para una defensa fuerte y una base industrial de defensa fuerte”.
También se produjo una “alineación general en torno a...una narrativa de paz a través de la fuerza y la necesidad de proyectar poder a nivel mundial”, agregó.
En el corto plazo, los ejecutivos y analistas dijeron que podría haber retrasos en las adjudicaciones de contratos dado el cambio de administración. DOGE también podría intentar renegociar los términos de los contratos existentes en lugar de fijar la mira en los programas reales.
“En el primer trimestre, como suele suceder, mientras observamos una transición de administración en EU, hay algunos retrasos en la adjudicación de contratos”, dijo Kathy Warden, directora ejecutiva de Northrop Grumman, a principios de este mes. La compañía, añadió, proyectó que el crecimiento “aumentaría gradualmente a lo largo del año”
Con información de: Joseph Cotterill en Londres