Los sudores nocturnos llegaron a los 43 años para la actriz Naomi Watts. La protagonista de las películas Sueños, Misterios y Secretos, King Kong y de la reciente serie de Netflix, The Watcher, habló abiertamente de sus síntomas de menopausia porque estaba cansada del hermetismo.
“Es un tema tabú del que nadie hablaba”, dijo a la revista InStyle en octubre. “Lo cual es ridículo porque es solo el final de la pubertad... ahora compartamos la sabiduría, conversemos y ayudemos a la generación más joven para que pueda estar mejor equipada en esta etapa de la vida”.
¿Tabú? No sé si la charla entre famosos sirve de medida. Watts es solo una de un número cada vez mayor de figuras públicas que hablan sin tapujos de sus menguantes niveles de progesterona y estrógenos durante la perimenopausia y la menopausia (que comienza 12 meses después de que se deja de menstruar), con una serie de síntomas como sofocos, palpitaciones, problemas de sueño, piel seca y molestias sexuales.
Esta franqueza no siempre es totalmente altruista. Watts, que empezó la perimenopausia a los treintaitantos años, es fundadora y directora creativa de Stripes, una marca y foro comunitario que ofrece consejos sobre el sueño, la pérdida de peso y el sexo. También vende productos para el cuidado vaginal, y el de la piel y el cabello, a mujeres menopáusicas. No son baratos. El suero facial Power Move se vende por 85 dólares, la crema hidratante The Dew As I Do cuesta 80 dólares, mientras que un paquete de suplementos vitamínicos de nombre The Inside Addition cuesta 40 dólares por 60 pastillas.
Naomi Watts no es la única “menoemprendedora” que saca provecho de una floreciente categoría de productos dirigidos al bienestar femenino después de los 40 años, llamada como la “fiebre del oro de la menopausia”. El minorista de fast fashion Primark tiene una gama de ropa de dormir y lencería diseñada para enfriar el horno interno femenino. Las marcas de belleza No7 y Vichy, tan solo para nombrar a dos, tienen nuevos tratamientos para la piel diseñados para hidratar, rellenar y refrescar la piel menopáusica. Stacy London, editora de una revista estadounidense, convocó el año pasado a una conferencia sobre el tema, The Menopause CEO Summit, con expositores de marcas de belleza y bienestar.
- Te recomendamos ¿Cuándo es la primera entrega de calificaciones para alumnos de la SEP 2023? Comunidad
Deborah Jermyn, profesora de estudios cinematográficos en la Universidad de Roehampton, está investigando el tema e identifica un reciente “giro menopáusico” en la cultura, respaldado por celebridades que comparten historias personales. Esto se debe, en parte, al deseo de las mujeres de no “desaparecer de la escena pública, como lo hicieron muchas de sus predecesoras al envejecer, y tener una plataforma para luchar por el cambio”. Pero también refleja la creciente franqueza sobre cuestiones que antes eran privadas, como la salud mental.
También hay otras razones por las que estas mujeres reciben más atención. Las mujeres de mayor edad constituyen un grupo demográfico cada vez más numeroso y próspero. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2021 el número de mujeres mayores de 50 años representó 26 por ciento de todas las mujeres y niñas del mundo, frente al 22 por ciento de la década anterior.
De cara al futuro, se proyecta que el mercado mundial de productos para la menopausia aumente de 15,400 millones de dólares (mdd) en 2021 a 24,400 mdd en 2030, de acuerdo con Grand View Research.
Se espera que las mujeres trabajen durante más tiempo a medida que aumenta la edad de jubilación en el mundo. El año pasado, la Fawcett Society, una campaña benéfica a favor de la igualdad de la mujer, dijo que 1 de cada 10 mujeres con menopausia dejó un trabajo a causa de sus síntomas. Jermyn afirma que existe un incentivo para que las empresas garanticen el bienestar y presten apoyo al personal femenino.
Mridula Pore, cofundadora y codirectora ejecutiva de Peppy, un proveedor de atención de salud digital para la menopausia y la fertilidad, dice que cuando se lanzó la compañía en 2018, la menopausia se trataba como un “nicho de atención médica” cuando “estuvo oculta a la vista de todos durante años”.
Eileen Burbidge, inversora y directora de Fertifa, un servicio digital de salud reproductiva, es optimista sobre el crecimiento del sector. “Cuando hay más atención y competencia, se obtienen productos más valiosos. El vacío era tan grande que hay espacios para muchos nuevos productos”, dice.
Si bien es estupendo que las mujeres mayores sean más visibles en nuestras pantallas y lugares de trabajo, hay algo bastante agotador en el cambio de imagen de la menopausia. A medida que envejezco, el paso del tiempo no solo estuvo marcado por los ritos de transición —adolescencia, carrera, relaciones, hijos—, sino por la creación de nuevas categorías de consumo: brasieres para adolescentes, ropa para mujeres emprendedoras, ropa para maternidad, dietas para después del embarazo. Ahora, se espera que las mujeres de mediana edad no solo superen los cambios corporales, sino que les den una nueva imagen. Los bochornos ahora son subidas de tensión.
El riesgo es que este movimiento de la menopausia se convierta en otra forma de animar a las mujeres a comprar servicios y productos. Las mujeres tienen que lanzar una mirada crítica sobre este tipo de negocios, dice Rina Raphael, autora de The Gospel of Wellness, quien añade que el problema con el mensaje de empoderamiento es que cualquier crítica puede ser percibida como negativa para la mujer.
Se dice
"En 2021 el numero de mujeres mayores de 50 años represento 26 por ciento de todas las mujeres y niñas del mundo frente al 22 por ciento de la década anterior"
Millie Kendall, directora ejecutiva del British Beauty Council, dice que los productos de belleza pueden abordar algunos de los cambios que sufren la piel, el pelo y el cuerpo durante la menopausia, pero “no deberíamos abusar de esto y convertirlo en un bombo de mercadotecnia para que compren un producto”. Esta línea difusa entre el consumismo y el activismo fue reconocida recientemente por Stacy London, que escribió en la revista Fast Company: “Cada vez me sentía más y más incómoda promocionando un producto; sentía que estaba diciendo ‘necesito que compres algo’ en lugar de ‘quiero que aprendas algo’”.
Algunos argumentan que animar a las mujeres a trabajar en ellas mismas para mejorar pasa por alto cuestiones más amplias. Un informe del banco Standard Chartered descubrió que no solo son los síntomas físicos y mentales de la menopausia los que obstaculizan la carrera profesional de las mujeres de más de 50 años, sino también la discriminación por motivos de edad.
Shani Orgad, profesora de la London School of Economics, ve paralelismos entre la mercadotecnia de estos nuevos productos y la publicidad de las décadas de 1950 y 1960 de productos estrógenos como Premarin, “que prometían a las mujeres volverse más agradables y ayudarlas a mantenerse así”.
“Los mensajes de empoderamiento que vemos en la actualidad parecen estar a kilómetros de distancia de estos mensajes sexistas y discriminatorios por motivos de la edad” , dice Orgad. “Los mensajes y campañas que se dirigen en la actualidad a las mujeres con menopausia tampoco son tan diferentes, ya que exhortan a las mujeres a ‘arreglarse’ (para) mantenerse agradables, tranquilas y contentas, tanto en el lugar de trabajo como en la casa”.
SGS