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México y Canadá crean frente unido ante las amenazas de aranceles de Donald Trump

Los socios comerciales de EU advierten que las nuevas medidas perjudicarían a los consumidores de los tres países

Aime Williams, Christine Murray y Ilya Gridneff
Ciudad de México /

México y Canadá hacen a un lado sus diferencias y forman un frente más unido mientras tratan de evitar la amenaza del presidente estadunidense Donald Trump de imponer fuertes aranceles tan pronto como la próxima semana.

Desde que ganó las elecciones en noviembre, Trump en repetidas ocasiones ha lanzado amenazas a los dos socios comerciales más importantes de su país de imponer aranceles del 25 por ciento a todas las exportaciones a EU en represalia por lo que dice son niveles crecientes de inmigración ilegal y el tráfico del opioide fentanilo al país. Advirtió que los aranceles podrían aplicarse a partir del 1 de febrero.

“Trump habla de blanco y negro sobre esto”, dijo una persona familiarizada con los planes del equipo de Trump. “Les damos acceso al mercado de EU, ¿qué nos están dando?”.

México y Canadá envían tres cuartas partes de sus exportaciones a EU respaldadas por un acuerdo comercial tripartita, el T-MEC, que se firmó durante la última presidencia de Trump, lo que los hace vulnerables a las exigencias de Washington.

México depende de EU para obtener aproximadamente el 70 por ciento de su gas natural y Trump desde hace mucho tiempo los responsabiliza de la llegada de inmigrantes indocumentados y drogas a EU.

La cámara de comercio de Canadá predice que el PIB del país se reduciría un 2.6 por ciento o aproximadamente 78 mil millones de dólares canadienses (54 mil millones de dólares estadunidenses) si Trump llega a cumplir con sus amenazas, algo que le costaría a los canadienses alrededor de 1,900 dólares canadienses por persona al año.

A pesar de la amenaza de Trump que comparten los dos países, la relación entre México y Canadá se amargó el año pasado, inicialmente porque el embajador de Ottawa planteó inquietudes sobre una reforma del sistema judicial mexicano.

Empeoró significativamente en noviembre después de que el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, insinuó que estaría abierto a excluir a México del T-MEC y estuvo de acuerdo con Trump en que la inversión china en México era problemática, en un evidente intento de congraciarse con el presidente recién elegido.

Estos y otros comentarios provocaron furia en la Ciudad de México, pero los dos países se unen ante la advertencia de aranceles de Trump, con una serie de llamadas entre ministros que se realizaron el mes pasado, dijeron funcionarios.

“El ruido político posiblemente causó demoras y nubló las decisiones en Ottawa, pero los canadienses tal vez al final se dieron cuenta de que una mejor coordinación con México es crucial”, dijo Diego Marroquín Bitar, académico de Bersin-Foster North America en el grupo de expertos Wilson Centre.

Un objetivo clave del acercamiento es alinear las narrativas de los países sobre cómo los aranceles estadunidenses serían una propuesta que haría subir los precios para los consumidores en los tres países.

Trudeau dijo esta semana: “Trump anunció que quiere una ‘edad de oro’ para la economía estadunidense. Eso significa que van a necesitar más energía, más minerales, más acero y aluminio, más madera, más concreto, más de las cosas que Canadá ya les envía”.

Ottawa y Ciudad de México también elaboraron listas independientes de aranceles de represalia, al tiempo que envían ramas de olivo públicas y privadas al equipo de Trump en el tema de la seguridad fronteriza, dijeron personas con conocimiento del asunto.

México preparó aranceles denominados localmente como un “carrusel” de productos que se restringen durante unos meses antes de que se transfieran a otros estados y se dirigen a legisladores republicanos clave.

Canadá también señaló que prepara sanciones de ojo por ojo que crearían “la mayor cantidad de preocupación en EU, con la menor cantidad de dolor en Canadá”, dijo Jonathan Wilkinson, ministro de Energía y Recursos Naturales.

Se lleva a cabo una revisión del T-MEC programada para 2026, y Trump presiona para que se realicen cambios para reducir la presencia de China en la región. Las consultas públicas comenzaron esta semana en Washington y el presidente le pidió al representante comercial de EU (USTR, por sus siglas en inglés) que haga recomendaciones sobre el futuro del pacto antes del 1 de abril.

Ottawa y Ciudad de México se preparan para que Trump presione a favor de una renegociación del T-MEC -que el presidente renegoció durante su primer mandato en lo que llamó una “victoria colosal para los trabajadores estadunidenses”- en lugar de la “revisión” vagamente definida pero más estrecha programada en virtud del pacto.

“Está bajo su control, de él depende remodelarlo”, dijo Andrew Shoyer, ex funcionario del USTR y ahora abogado comercial de Sidley Austin.

Las personas familiarizadas con los planes de la Casa Blanca dicen que EU quiere hacer cambios para limitar el contenido extranjero en los coches y reducir los crecientes vínculos chinos con la economía de México.

Trump también planteó los altos déficits comerciales de EU con los dos socios del T-MEC, y advirtió a Ottawa que Washington podría utilizar la “fuerza económica””para convertir a Canadá en el estado número 51 del país.

Canadá “siempre puede convertirse en un estado, y si eres un estado, no tendremos un déficit”, dijo el jueves en el Foro Económico Mundial en Davos.

“No necesitamos su madera, porque tenemos nuestros propios bosques. No necesitamos su gas y petróleo. Tenemos más que nadie”, agregó.

De hecho, EU importa alrededor del 40 por ciento del crudo que refina, de los cuales el 60 por ciento proviene de Canadá y el 11 por ciento de México.

“Imponer aranceles no solamente afectará negativamente a los consumidores estadunidenses sino también a los intereses de seguridad energética estadunidense”, dijo Mark Scholz, director ejecutivo de la Canadian Association of Energy Contractors.

Canadá respondió a las demandas fronterizas de Trump, prometiendo gastar más de 1 mil millones de dólares en seguridad con helicópteros, drones y más personal, aunque Trudeau señaló el jueves que solamente el 1 por ciento de los inmigrantes indocumentados y las drogas ilícitas que ingresan a EU llegan de Canadá.

México también intensificó la aplicación de las medidas para prevenir y abordar las violaciones de inmigración y ahora aceptará de regreso a los solicitantes de asilo que esperan sus solicitudes en Estados Unidos.

Trump amenazó con desplegar fuerzas especiales estadunidenses en México para acabar con los cárteles del narcotráfico, y dijo en Davos que Estados Unidos también está “negociando muy bien con México”.

Su enfoque tuvo un efecto dramático en lo que suelen ser procedimientos de modificación de rutina en la mayoría de los acuerdos comerciales, dijo Shoyer.

“Esto es caos máximo, conmoción y pavor (dominio rápido)…él está usando todo esto como ventaja”, dijo.

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