Mike Wirth, Ceo de Chevron, defiende combustibles fósiles en el mundo real

FT MERCADOS

Chevron, es el ejemplo de una industria que promociona temerariamente productos que están calentando el planeta.

Mike Wirth, director general de Chevron.
Jamie Smyth y Andrew Edgecliffe-Johnson
Ciudad de México /

Para los críticos de Chevron, que van desde los manifestantes de Just Stop Oil hasta el gobernador de California donde se ubica su sede y el presidente de Estados Unidos (EU), la gran compañía estadunidense de gas y petróleo, valorada en 300 mil millones de dólares (mdd), es el ejemplo de una industria que promociona temerariamente productos que están calentando el planeta, al tiempo que aumenta con voracidad el precio de la gasolina.

Pero para Mike Wirth, su director general, la empresa a la que se incorporó hace 41 años “vende un producto que cambió la calidad de vida en este planeta. Para mejorar”.

Hablando en las semanas previas a que Chevron acordara la compra de Hess Corporation, productor estadunidense de gas y petróleo, en un acuerdo de 53 mil mdd, Wirth dijo que su compañía intentaría interactuar con los críticos “para ser parte de la solución”. Pero añadió: “eso no puede desalentarnos de lo que hacemos”. 

La cultura de Chevron “se basa en la integridad y en la profunda convicción de hacer lo correcto”, dijo Wirth con firme convicción. “No vendemos un producto que sea malo. Vendemos un producto que es bueno”.

Wirth eligió dirigir uno de los productores de gas y petróleo más grandes del mundo en un momento en que el consenso científico apunta más que nunca al papel que desempeñan los combustibles fósiles en el calentamiento del planeta. Eso convierte la dirección de una compañía de energía en 2023 en un singular reto de liderazgo. La perspectiva de ganarse a los antagonistas de las grandes petroleras parece remota, y el guardaespaldas que viaja con Wirth es un recordatorio de que la oposición a la que se enfrenta no solo es retórica.

“Creo que el puesto de CEO es un cargo que soporta peso”, dijo Wirth. En lugar de ceder a la presión, el ejecutivo de 63 años recientemente extendió su gestión y el Consejo de Administración de Chevron renunció a la edad de jubilación obligatoria para que pueda seguir dirigiendo la segunda compañía petrolera más valiosa del mundo occidental.

Todo parece indicar que el resto de su gestión incluirá una reconfiguración de la industria de Chevron, como lo puso de relieve la reciente oferta de 60 mil mdd que presentó su rival ExxonMobil por Pioneer Natural Resources, que precedió a su acuerdo con Hess en menos de dos semanas, y las continuas disputas sobre sus responsabilidades ambientales.

Mientras pares como BP y Shell pregonan transiciones más agresivas hacia un futuro con bajas emisiones de carbono, Wirth lanzó el mensaje de que la reducción de las emisiones es importante, pero no debe realizarse a costa de una oferta de energía asequible y confiable.

Su contundente respuesta a un pronóstico de la Agencia Internacional de Energía (AIE) de que la demanda de combustibles fósiles alcanzará su punto máximo antes de 2030 fue: “No creo que ni remotamente estén en lo correcto…se pueden construir escenarios, pero vivimos en el mundo real y tenemos que asignar capital para satisfacer las demandas del mundo real”.

Wirth admitió que la seguridad energética, la asequibilidad de la energía y la reducción de las emisiones entran “en tensión entre sí”. Pero dijo que trabaja sobre la base de que los productos principales de Chevron tendrán demanda en las próximas décadas.

En la práctica, lo que eso significa es que Chevron solo gastará 2 mil mdd de su presupuesto de gastos de capital de 14 mil mdd en inversiones con menores emisiones de carbono este año, porque esas apuestas ofrecen menores rendimientos. Al igual que Exxon, estaba aumentando su volumen de combustibles fósiles incluso antes de la adquisición de Hess, y en mayo anunció un acuerdo por 6 mil 300 mdd para el productor de gas y petróleo PDC Energy.

A pesar de que los encabezados sugieren que una nueva generación consciente del medio ambiente le está dando la espalda al negocio petrolero, Wirth dijo que Chevron no tiene problemas para contratar. Y “todos los días” le recuerda a su gente que ellos “ayudan a hacer un mundo mejor”.

El liderazgo de Wirth

Wirth nació en Los Alamos, donde su padre trabajó en el Laboratorio Nacional, un centro de investigación y desarrollo financiado con fondos federales, antes de mudar a la familia a Golden, Colorado, para convertirse en ejecutivo de Coors. En un trabajo de verano en la cervecería, Wirth se encontró fabricando ceniceros y se dio cuenta de la lealtad que inspiraba su padre al hablar con la gente en la línea de producción.

Ahora, durante las visitas a las instalaciones, se preocupa por hablar con “los operadores, los mecánicos, las personas que trabajan con las manos”, dijo. “Las personas que realmente hacen el trabajo duro son con las que trato de pasar tiempo porque aprendí lo importante que es mostrarles el respeto que les tienes”.

Wirth también le da crédito a los entrenadores de futbol americano y basquetbol de la escuela por inculcarle valores de trabajo duro, disciplina y trabajo en equipo. Un entrenador presionó a Wirth para que hiciera cosas que no creía que fueran posibles, incluido correr arriba y abajo de Lookout Mountain, un pico de más de 7 mil pies que domina la ciudad donde se crió.

Le enseñó “el poder de creer en alguien y ver algo en alguien que no ve en sí mismo”, dijo.

Un día en la vida de Mike Wirth, CEO de Chevron.

Wirth ahora se apoya en el consejo de tres exdirectores ejecutivos de Chevron, quienes viven a aproximadamente ocho kilómetros de su casa. “Estos tipos han vivido la caída de la Unión Soviética, varias recesiones, guerras, embargos y ataques terroristas”, señaló. Durante los almuerzos habituales, los interroga sobre las lecciones que aprendieron de ese tipo de crisis.

Dijo que su propio liderazgo en Chevron se define por la “disciplina del capital”. Wirth, licenciado en ingeniería química por la Universidad de Colorado, dirigió el negocio de refinación de la compañía antes de convertirse en CEO, donde los márgenes ajustados significan que “hay que vigilar cada centavo”.

Asumió el cargo al final de un auge de inversión en esquisto de una década de duración en EU y pronto frenó el gasto. Una de sus primeras grandes decisiones fue abandonar una batalla de adquisición de más de 50 mil mdd con su rival Occidental Petroleum por Anadarko Petroleum. “Le dije a la gente que queremos ganar en cualquier entorno, pero que no vamos a ganar a cualquier precio”, recordó.

Fue una decisión profética. Poco después, estalló la pandemia, los precios del petróleo se desplomaron y Occidental, cargado de deudas, se sumió en una crisis.

Desde entonces, los controles de costos de Wirth y el aumento de los precios del petróleo tras la invasión de Rusia a Ucrania convirtieron a Chevron en una máquina generadora de efectivo, con rendimientos sobre el capital empleado de más del doble que en 2018. Después de casi 70 mil mdd en dividendos y recompras desde que se convirtió en CEO, sus acciones eclipsan a los grandes rivales europeos.

Esa disciplina de capital creó el telón de fondo para la última megafusión de Chevron. El acuerdo se anunció unas semanas después de que Wirth habló con el Financial Times en septiembre, pero en ese momento insinuó la posibilidad de nuevas adquisiciones: “¿Podría suceder? Creo que probablemente podría”.

Sin embargo, Wirth también advirtió que hacer grandes negociaciones es “más difícil hoy”, subrayando que las empresas están mejor administradas que cuando Chevron compró Texaco por 36 mil mdd en el 2000, por lo que las adquisiciones ofrecen menos ahorros. “Las cuestiones regulatorias se vuelven más relevantes a medida que se alcanzan acuerdos cada vez más grandes”, señaló, y agregó: “Es complicado administrar las grandes empresas; es realmente complicado juntar dos de ellas”.

La decisión de Chevron de dar prioridad a las utilidades y a la producción continua de petróleo sobre la descarbonización los convirtió en blanco de políticos progresistas, litigantes en materia del clima y activistas.

Las adversidades de Mike Wirth

El mes pasado, California demandó a la compañía y a varios de sus competidores, alegando que engañaron al público durante décadas sobre el daño ambiental que estaban causando los combustibles fósiles. El gobernador de California, Gavin Newsom, siguió con las críticas contra Wirth.

“Estoy seguro de que es un tipo decente, o eso pensaba antes de presentar la demanda y finalmente entendí más que antes de reunir todas las pruebas”. Gavin Newsom

Wirth niega las afirmaciones de las demandas. “Nunca hemos engañado a nadie. Hemos sido parte de ese debate (climático) todo el tiempo, pero no sabíamos algo y dijimos: ‘Oh, bueno, espera, vamos a engañar a la gente o no vamos a hablar de esto’”.

El año pasado, Wirth se enfrentó al presidente Joe Biden, quien se quejó de que las compañías de energía “ganaban más dinero que Dios” --a expensas de los consumidores-- después de la invasión de Rusia a Ucrania. “Él escribió…una carta pública dirigida a mí y a otros directores que sentí que era inexacta y quería dejar las cosas claras”, explicó Wirth.

Pero se resistió a una tendencia entre los CEOs de hablar sobre temas polarizantes, desde el aborto hasta los derechos de las personas transgénero. La lógica es que hacerlo podría dividir a los más de 43 mil empleados de la compañía, muchos de los cuales trabajan en el estado progresista de California o en el estado conservador de Texas.

“He evitado hablar porque estaría hablando en nombre de una parte de mi personal y en contra de otra parte de mi equipo. Y mi papel no es opinar sobre las leyes electorales, las políticas de baños o las leyes sobre armas”. La mayoría de estos asuntos “son cuestiones que las empresas no están ahí para juzgar”. Mike Wirth. 

La extensión de la gestión de Wirth por parte de Chevron fue una divergencia con la ortodoxia de la planeación de la sucesión, que defendió para evitar el “juego de adivinanzas” que distraía y que podría haber iniciado una fecha fija de jubilación. Sus predecesores normalmente estuvieron en el cargo durante alrededor de una década, señaló. Esto llevaría a Wirth hasta 2028.

Cuando se le preguntó cuál quiere que sea su legado, respondió: “Espero que digan: ‘oye, era un líder decente que se preocupaba por la gente y la cultura y hacía avanzar a la empresa en un mundo que avanza’. No tengo una declaración profunda sobre el legado”.

DJR

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