Cuando Stéphane Bancel asumió el puesto más alto en Moderna hace 10 años, le advirtió a su esposa que la empresa solo tenía una probabilidad de 5% de tener éxito.El grupo de biotecnología, con sede en Boston, trataba de inventar una nueva generación de medicamentos basada en una técnica de ingeniería genética sin demostrar y, en lugar de invertir en medicamentos uno por uno, tenía como objetivo recaudar grandes cantidades récord de dinero para construir una plataforma que funcionara para desarrollar toda clase de nuevos productos.
Gracias a la mayor crisis de salud pública, parece probable que Moderna obtenga la aprobación para el primer producto antes de lo previsto, después de que los primeros datos publicados mostraran que su vacuna contra el covid-19 tiene una eficacia de casi 95%. “Se va a dar una gran aceleración del crecimiento”, dice Bancel. “Si bien actualmente tenemos seis vacunas en desarrollo, ¿por qué no querrías 10 o 15?”.
Moderna, que se fundó en 2010, espera que su prometedora vacuna contra el covid-19 haya reivindicado su apuesta por el Ácido Ribonucleico mensajero (ARNm) y su decisión de asociarse con el gobierno de Estados Unidos (EU) en lugar de una gran compañía farmacéutica, lo que le permite llevarse a la bolsa una mayor parte de las utilidades.
Sus acciones registran un alza de 420% desde que salió a bolsa en 2018, con una valoración de 7,500 millones de dólares (mdd), la mayor Oferta Pública Inicial (OPI) de biotecnología de la historia. Después de que se publicaron los resultados el lunes pasado, subieron 10% más, mientras que su capitalización de mercado ronda los 39,000 mdd. Pero todavía quedan algunos escépticos: el mercado de las vacunas siempre ha sido el rincón menos rentable de la industria farmacéutica.
Moderna todavía necesita demostrar que puede fabricar miles de millones de dosis, y su vacuna contra el covid-19 puede terminar como solo una más en un mercado saturado.
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Un nuevo tipo de vacuna
Todas las vacunas de Moderna se basan en el ARN mensajero, que se utiliza para entregar parte del código genético del virus para enseñar al sistema inmunológico a reconocerlo y combatirlo.
Junto con la vacuna de Pfizer/BioNTech, que también se basa en ARNm y anunció resultados positivos hace dos semanas, se prepara para romper récords como la vacuna que llega más rápidamente al mercado durante la pandemia.
Bancel describe el ARNm como una “molécula de información”, y dice que, como una empresa de tecnología, Moderna puede moverse rápidamente. Fue capaz de desarrollar una primera versión de la vacuna en solo 42 días, sin tener muestras vivas del virus en el laboratorio.
Noubar Afeyan, director ejecutivo de Flagship Pioneering, dice que este año está ayudando a demostrar que las vacunas de ARNm van a funcionar en grandes grupos de personas. Los ensayos clínicos de Moderna y Pfizer/BioNTech combinados involucraron a unas 70,000 personas.
La bella durmiente
Derrick Rossi, un biólogo de células madre que cofundó Moderna, se dio cuenta de que la tecnología de ARNm era prometedora cuando la utilizó para crear ratones que brillan en la oscuridad. Quedó fascinado con el potencial del ARNm, que traduce el ADN en proteínas, con la esperanza de que podría utilizarse para tratar enfermedades genéticas raras.
Además de las vacunas, Moderna trabaja en terapias de ARNm para enfermedades raras, problemas cardíacos y cáncer. Pero Rossi sabía que sería difícil introducir ARNm en el cuerpo, por lo que contrató a Kenneth Chien, que ahora trabaja en el Instituto Karolinska de Suecia.
Chien dice que ahora está claro que el ARNm es una “bella durmiente”, cuya importancia aumentó con el tiempo. Pero en ese entonces, existían serias preocupaciones de que era inestable y caro de producir en grandes cantidades. Moderna pasó sus primeros años trabajando en estos obstáculos. Afeyan dice que la compañía partió de la premisa de que funcionaría, y luego probarlo.
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El argumento vendedor
Para aprovechar al máximo esta flexibilidad, Moderna no quería seguir el modelo tradicional de biotecnología de centrarse en uno o dos productos durante años hasta que fueran aprobados. En su lugar, Lorence Kim se incorporó como directora financiera en 2014 procedente de Goldman Sachs, para recaudar dinero para desarrollar una gran cartera de productos y una planta de fabricación de alta tecnología.
En su primer año, logró la ronda de financiamiento privada de biotecnología más grande de la historia con 502 mdd, atrayendo inversores con un argumento de venta más parecido al de una compañía de tecnología: financiar infraestructura que generaría toda una cartera de productos.
Mientras se preparaba para salir al mercado de valores en 2018, el doctor Kim llevó a Moderna a una gira mundial y se reunió con cientos de posibles inversionistas en EU, Europa y Asia. Pero una persona familiarizada con la gira para reunirse con inversionistas dijo que la compañía se encontró con cierto escepticismo y que los especialistas en biotecnología cuestionaron si había suficientes datos para respaldar la valoración.
Otras compañías de biotecnología que trabajan en una vacuna se asociaron con grandes grupos farmacéuticos. BioNTech desarrolla su vacuna de ARNm con Pfizer y CureVac recibió una inversión de GlaxoSmithKline. En sus inicios, Moderna firmó un acuerdo con AstraZeneca, pero con esta vacuna, trabaja por su cuenta.
En cambio, recaudó 1,300 mdd en una oferta secundaria después de publicar datos iniciales positivos en mayo, y recibió alrededor de 2,500 mdd del gobierno de EU. Bancel dice que asociarse con un gran grupo podría desacelerar la toma de decisiones, y ahora puede conservar más dinero de la vacuna contra el covid-19 para invertir en los otros productos. “Si ves a Pfizer/BioNTech, se dividen las utilidades 50-50.
En nuestro caso, nos vamos a quedar con las utilidades”, dice. Sin embargo, esta dependencia de los fondos de los contribuyentes planteó preocupaciones. Activistas criticaron a Moderna por fijar el precio de su vacuna por encima de la de sus competidores.
Mientras que algunas compañías, como J&J, prometieron que se venderá una vacuna sobre una base sin fines de lucro, el precio de Moderna es de 25 dólares por dosis para el gobierno estadounidense. Para pedidos más pequeños, el precio será de 37 dólares por dosis.
El covid disrumpe el mercado
Todavía hay preguntas vitales sin respuesta sobre las vacunas que están en desarrollo, como por ejemplo, cuánto tiempo dura la protección contra el virus y si previenen la transmisión o simplemente impiden que las personas desarrollen la enfermedad. Pero también existen preguntas de negocios. Matthew Harrison, analista de Morgan Stanley, dice que otra prueba para Moderna es la fabricación a escala.
En lugar de depender de una gran compañía farmacéutica, Moderna tiene un acuerdo con Lonza, el fabricante por contrato suizo, y un objetivo muy flexible de producir entre 500 millones y 1,000 millones de dosis el próximo año. Históricamente, las vacunas son los productos con menor margen que proporcionan ingresos constantes debido a la falta de competencia. Pero con el covid-19 es probable que sea diferente.
Mani Foroohar, analista de SVB Leerink, menciona que el mercado podría volverse “desordenado y competitivo”, si varias vacunas tienen éxito. Y no está convencido de que el éxito con el covid-19 garantice un camino fácil para otros.
yvr