El dramático retiro de la estrella del tenis Naomi Osaka del Abierto de Francia, después de una discusión con las autoridades del torneo, puso de relieve cómo una nueva generación de atletas de alto nivel desafía el poder de las ligas deportivas para las que trabajan y abogan por un cambio social.
Al anunciar su decisión, Osaka, la número dos de la clasificación y atleta mejor pagada del mundo, reveló que ha estado luchando contra la depresión y mencionó que se estaba cuidando al evitar preguntas que equivalen a “patear una persona cuando está en el suelo”.
“La verdad es que he sufrido grandes episodios de depresión desde el Abierto de Estados Unidos en 2018 y me ha costado mucho lidiar con eso”, publicó Osaka en su cuenta de Twitter, y agregó que se tomará un descanso del deporte por un tiempo no especificado.
“En París ya me sentía vulnerable y con ansiedad, así que pensé que era mejor ejercer el autocuidado y saltarme las conferencias de prensa... siento como que las reglas son un poco anticuadas en algunas partes y quería resaltar eso”.
El episodio repercutió en todo el mundo del deporte, porque destaca un cambio generacional entre los atletas que están dispuestos a cumplir con las normas establecidas por las autoridades deportivas, y los deportistas más jóvenes que están dispuestos a participar en el activismo social y hablar directamente a los fans a través de las redes sociales.
Muchas estrellas del deporte apoyaron a Osaka. Stephen Curry, la estrella estadunidense de basquetbol, expresó su “máximo respeto” por ella al “tomar el buen camino cuando las autoridades no protegen a los suyos”. La campeona de tenis, Serena Williams, dijo que deseaba poder abrazar a Osaka porque sabe lo que se siente luchar contra las presiones del deporte, mientras que Billie Jean King, la pionera del tenis femenil, dijo que es “increíblemente valiente”.
El Abierto de Francia y otros torneos de tenis de Grand Slam obligan a los jugadores a participar en conferencias de prensa después del partido, siendo el acceso de los medios tradicionales a los jugadores una de las principales formas en que los organizadores promueven sus eventos en la televisión y la prensa.
Pero algunos jugadores cuestionan la utilidad de ese aspecto. Osaka recibió una multa de 15 mil dólares por no aparecer frente a los medios después de su victoria en la primera ronda del Abierto de Tenis, y fue amenazada con sanciones más severas, incluyendo la posibilidad de ser expulsada del torneo.
En su declaración inicial dijo que no haría entrevistas durante su participación en el torneo, no dio a conocer sus problemas de salud mental. Todavía no queda claro si le informó al comité organizador de ello antes de retirarse.
Los cuatro torneos de Grand Slam dijeron en un comunicado que trataron “sin éxito de hablar con (Osaka) para comprobar su bienestar, entender los detalles de su problema y qué se podría hacer para abordarlos de inmediato”.
Poco después, el Abierto de Tenis de Francia publicó un tuit en el que elogió a jugadores como el español Rafael Nadal y la estadunidense Coco Gauff por asistir a las conferencias de prensa, escribiendo: “Ellos entienden la tarea”. Más tarde borraron el tuit.
Ella Dice..."En París ya me sentía vulnerable y con ansiedad, así que pensé que era mejor ejercer el autocuidado y saltarme las conferencias de prensa"
Gilles Moretton, presidente de la Federación Francesa de Tenis, expresó una nota más conciliadora, diciendo: “Antes que nada, lamentamos y estamos tristes por Naomi Osaka. Le deseamos lo mejor y la recuperación más rápida posible... y seguimos muy comprometidos con el bienestar de todos los deportistas”.
La nueva era del activismo de los atletas despegó en 2016, cuando el jugador de la Liga Nacional de Futbol (NFL, por sus siglas en inglés) Colin Kaepernick se arrodilló durante el himno nacional estadunidense antes de los partidos, para protestar contra la brutalidad policial, algo por lo que lo excluyeron de la liga”.
El movimiento Black Lives Matter y la pandemia le dieron a los jugadores de la Asociación Nacional de Basquetbol (NBA por sus siglas en inglés) de Estados Unidos (EU) y la Premier League de Inglaterra una nueva urgencia para abogar públicamente en los temas que les preocupan. Esto llevó a una evaluación dentro de los organismos que rigen el deporte, que dependen del poder estelar de los atletas para atraer a los aficionados a las canchas e impulsar el negocio.
La tenista Naomi Osaka, de 23 años de edad, de madre japonesa y padre haitiano, nació en Japón y creció en Estados Unidos. Ella ha estado a la vanguardia de este cambio deportivo. El año pasado llegó a las canchas del Abierto estadunidense usando mascarillas adornadas con los nombres de víctimas de raza negra de la brutalidad policial en EU, incluyendo el de Breaonna Taylor.
Osaka, ganadora de cuatro títulos de Grand Slam, es la atleta femenina mejor pagada del mundo, según Forbes, y en 2020 ganó 37 millones de dólares, principalmente a través de patrocinadores como Nike, All Nippon Airways y Nissan.
Se esperaba que compitiera en los próximos Juegos Olímpicos de Tokio, con los organizadores fijando sus esperanzas en que Osaka llevaría gloria a la nación anfitriona. Ahora no está claro cuándo regresará a las canchas.
“Por ahora, debemos estar pendientes de su recuperación”, dijo Katsunobu Kato, secretario jefe del gabinete de Japón.
Tim Crow, un experto en mercadotecnia deportiva, sugiere que los patrocinadores se sienten cada vez más incómodos con las conferencias de prensa después de los partidos. “Es parte del trabajo... estamos en un mundo en el que las personas comienzan a cuestionar estas normas, y se preguntan ‘¿hay una mejor manera de hacer estas cosas?’”, dijo.
srgs