Los negociadores comerciales de EU y China se volverán a reunir la próxima semana en Washington, dijo ayer el presidente Xi Jinping, después de que la sexta ronda de negociaciones a nivel de gabinete terminó en Pekín sin señal de avances sustanciales.
Las dos partes se reunieron después de que el presidente Donald Trump insistió en que las reformas económicas estructurales de largo alcance deben formar parte de cualquier “acuerdo real” para poner fin a la guerra comercial entre las dos economías más grandes del mundo.
Los comentarios de Xi los informó la agencia oficial de noticias Xinhua News Agency después de que se reunió con el equipo de negociación estadunidense, correspondiendo a la cortesía de Trump de reunirse con el principal funcionario de economía Liu He en Washington el mes pasado.
“China y EU son inseparables”, se citó que dijo Xi. “A los dos les va bien o los dos salen lastimados. La cooperación es la mejor opción”.
Según la Casa Blanca, Robert Lighthizer, representante comercial de EU, y Steven Mnuchin, secretario del Tesoro, dijeron que se lograron avances en temas difíciles, pero que “todavía hay mucho trabajo por hacer”.
El punto muerto aumentó la presión sobre Trump para que retrase un aumento programado de los aranceles para el 2 de marzo con el fin de facilitar una posible reunión con Xi en una cumbre decisiva.
Si no se alcanza un acuerdo antes del 1 de marzo, Trump dijo que elevaría de 10 a 25 por ciento el arancel punitivo sobre 200 mil millones de dólares en importaciones chinas.
Según personas con información sobre las negociaciones, ambas partes esperaban al menos producir un memorando de entendimiento.
Cuando los señores Lighthizer y Liu celebraron su última ronda de conversaciones comerciales en enero, las partes no lograron llegar a un documento preliminar como base para futuras discusiones.
La incertidumbre de los inversores sobre el resultado de las conversaciones pesó el viernes en los mercados bursátiles de Asia. El índice CSI 300 de las empresas que cotizan en Shanghái y en Shenzhen cerró con una caída de 1.9 por ciento, mientras que el índice Hang Seng de Hong Kong registró una baja de casi 2 por ciento.
Las personas con información de las negociaciones agregaron que los funcionarios chinos los últimos días prometieron proporcionar una lista completa de todos los subsidios del gobierno central y local de acuerdo con los requisitos de información de la Organización Mundial del Comercio (OMC). También tomarían medidas para garantizar que los subsidios no violen las normas del organismo mundial.
Sin embargo, el equipo de Lighthizer se mostró escéptico acerca de esas promesas. “El sistema de China es tan opaco que tendrías que creer que la notificación a la OMC es completa”, dijo un miembro de su equipo.
Los funcionarios estadunidenses también se sintieron frustrados por el hecho de que el equipo de Liu ofreció pocas concesiones de acceso al mercado más allá de lo que Xi explicó en un discurso en abril pasado, que se centró en modestas liberalizaciones en los sectores financiero y automotriz.
De acuerdo con personas informadas sobre las conversaciones, esta semana el representante de Comercio de EU y los funcionarios de la Casa Blanca estaban “furiosos” por las filtraciones, que informó primero Bloomberg esta semana, de que Trump está considerando una extensión de 60 días sobre la fecha límite del 1 de marzo.
Ese margen de maniobra, si se concede, posiblemente no llegue a ser suficiente para calmar a los inversionistas, algunos de los cuales advirtieron que un retraso en la decisión sobre los aranceles comerciales conduciría a una mayor incertidumbre para las empresas en China.
“Mientras más esperas, se podría deteriorar más la confianza porque el gasto de inversión corporativa está en pausa”, dijo Ben Luk, un estratega de macroglobal de State Street Global Markets.
Los funcionarios chinos se enojaron por lo que consideraron como los esfuerzos de EU para socavar su economía dirigida por el Estado y la campaña de la administración Trump para excluir a Huawei, el grupo chino de telecomunicaciones, de participar en el desarrollo de las redes 5G en el extranjero. También se mostraron renuentes a aceptar cualquier mecanismo de aplicación posterior al acuerdo que le permitiera a EU mantener o volver a imponer los aranceles existentes sobre las importaciones chinas.
Pekín cree que una reunión entre Xi y Trump ofrecería la mejor esperanza de alcanzar un acuerdo comercial que prometa grandes compras de China a las exportaciones estadunidenses, pero evitaría reformas estructurales difíciles. Un acuerdo de este tipo representaría un resultado similar a las vagas promesas que Trump aceptó del gobernante norcoreano Kim Jong-un en su histórica cumbre del año pasado en Singapur.
Sin embargo, Trump ya dijo en repetidas ocasiones que solo aceptaría un “acuerdo real y no un acuerdo que estéticamente se vea bien para un año”.
En un comunicado que se emitió después de las conversaciones comerciales en enero, la Casa Blanca también dijo que insistiría en poner fin a lo que presuntamente fue un robo cibernético con respaldo del Estado de los secretos comerciales de EU por parte de hackers chinos. Pekín siempre ha negado que participe en ese tipo de prácticas.
Liu celebró tres rondas de negociación con Mnuchin y Wilbur Ross, el secretario de Comercio, en mayo y junio del año pasado, antes de que China se indignara por la decisión de Trump de proceder con aranceles punitivos, lo que llevó a una pausa de seis meses en las conversaciones de alto nivel.
El punto muerto se interrumpió por una reunión entre Trump y Xi en el marco de la cumbre de los líderes del G20 del año pasado en Buenos Aires. Pero pasaron otros dos meses antes que Liu y Lighthizer, quien ahora dirige el equipo de negociación de Trump, se volvieran a reunir a finales de enero.
Contacto
Pekín y Washington se reunieron luego de que el presidente Donald Trump dijera que las reformas económicas estructurales de largo alcance deben formar parte de cualquier acuerdo real.
Lazo
El gobierno del país asiático señaló que Estados Unidos y China son “inseparables”, dado que a los dos les va bien o los dos salen lastimados. Por lo cual llamó a tratar de encontrar un buen acuerdo comercial.
Tensión
Steven Mnunchin, secretario del Tesoro de Estados Unidos, adelantó que se lograron avances en temas complicados durante las negociaciones; sin embargo, dijo que aún hay mucho trabajo por hacer.
Presión
Si ambos gobiernos no llegan a un acuerdo antes del 1 de marzo, Donald Trump ha dicho que elevará de 10 a 25 por ciento el arancel punitivo sobre 200 mil millones de dólares en importaciones chinas.