Adam Neumann intenta comprar y sacar de la quiebra a WeWork, y afirma que cuenta con el respaldo de Wall Street para tomar el control de la compañía de la que fue destituido después de acumular miles de millones de dólares de pérdidas.
Los abogados que representan a Neumann enviaron una carta a WeWork diciendo que se está “asociando” con el fondo de cobertura Third Point, de Daniel Loeb, y que desde diciembre han intentado interactuar con la compañía sin éxito.
Sin embargo, Third Point indicó a Financial Times que “solo sostuvo conversaciones preliminares con Flow (la compañía inmobiliaria de Neumann) y Adam sobre sus ideas para WeWork, y no se comprometió a participar en ninguna transacción”.
Los ejecutivos de Third Point, el conglomerado japonés SoftBank y Neumann celebraron por última vez una reunión oficial para discutir una posible oferta por la compañía en octubre, dijeron personas familiarizadas con el proceso.
Neumann supervisó WeWork cuando su valoración alcanzó un máximo de 47 mil millones de dólares en mercados privados, pero se desplomó tras descartar una oferta pública inicial. Los inversionistas potenciales habían expresado su preocupación sobre el negocio de la compañía, así como sobre la forma en cómo Neumann administraba y controlaba WeWork.
Cualquier intento de adquisición estará plagado de desafíos, dado que Neumann y sus posibles patrocinadores deben ganarse el apoyo de los acreedores principales de WeWork, que estaban preparados para tomar el control de la compañía si salía de la quiebra.
Eso significa ganarse a una empresa que Neumann ya golpeó: SoftBank ya invirtió más de 16 mil millones de dólares en WeWork y sus negocios afiliados.
En su carta, el abogado de Neumann, Alex Spiro, dijo que su cliente está consternado por la falta de compromiso de WeWork cuando el cofundador presionó para unirse al proceso de reestructuración.
Neumann ha mantenido conversaciones con algunos de los acreedores de WeWork, un grupo que incluye a King Street Capital, Brigade Capital y BlackRock; sin embargo, aún no queda claro si alguno está dispuesto a seguir adelante con sus planes.
También se enfrenta a que se acabe el tiempo mientras WeWork batalla a través del proceso de quiebra. Los abogados de la empresa dijeron a un juez de quiebras que WeWork se está quedando sin dinero, que necesita nuevo financiamiento y que sus esfuerzos por reestructurar los contratos de arrendamiento avanzan lentamente.
El abogado de Neumann dijo que la falta de voluntad de WeWork para proporcionar la información adecuada “puso en peligro la capacidad de la empresa para… maximizar el valor para todas las partes interesadas”.
A lo largo de los años, SoftBank le ha pagado a Neumann. El cofundador cerró un acuerdo de no competencia de 185 millones de dólares en 2019; en 2021 pactó 106 millones por el intento de SoftBank de retirarse de una oferta pública de adquisición. Su vehículo de inversión recibió 578 millones de dólares por parte de su participación en WeWork.
WeWork revisó todas las expresiones de interés, pero cree que “el trabajo que estamos haciendo —abordar nuestros gastos de alquiler insostenibles y reestructurar nuestro negocio— garantizará que WeWork esté mejor posicionado”.