El fin de semana de la Fórmula 1 (F1) en Las Vegas, decenas de aficionados se sintieron inevitablemente atraídos por las brillantes luces de la ciudad del pecado para apostar su dinero en sus numerosos casinos. Nico Rosberg, por el contrario, buscó crear riqueza.
El campeón de Fórmula 1 de 2016 recibió a alrededor de dos docenas de invitados en la suite de hospitalidad de Mercedes —su antiguo equipo— para hablar sobre sus planes de inversión. El alemán de 39 años, que sorprendió a los aficionados cuando se retiró del deporte tan solo unos días después de ganar el campeonato de pilotos por delante de su compañero de equipo Lewis Hamilton, desarrolló una carrera fuera del deporte como inversionista ecológico.
Rosberg Ventures, un fondo de capital de riesgo que el excampeón lanzó este año, ya recaudó más de 100 millones de dólares (mdd) de familias adineradas e inversionistas para hacer uso de ellos en empresas de inversión, entre ellas Andreessen Horowitz, Accel y Kleiner Perkins.
“En la Fórmula 1 aprendí a moverme rápido, a tomar decisiones rápidas y, ocasionalmente, a romper cosas”, dice Rosberg. “En el capital de riesgo, así es como pasas de cero dólares a 100 mdd en tan poco tiempo”.
En una conversación con el Financial Times, a través de un enlace de video desde sus oficinas revestidas de madera en Mónaco, Rosberg habla con entusiasmo sobre la vida después de dejar la máxima categoría del automovilismo. Es uno de varios antiguos pilotos de F1 que, después de alejarse o perder su lugar en el equipo, se diversificaron en el mundo de los servicios financieros.
Se ganó una reputación durante su carrera profesional en la F1 por usar su conocimiento técnico para ayudar a mejorar su desempeño en la pista. Después de dejar el deporte, cambió este impulso analítico para familiarizarse lentamente con el mundo de las finanzas.
Al principio de su retiro, Rosberg recibía instrucciones del banco suizo UBS para construir una cartera básica que incluía acciones, bonos y bienes raíces antes de diversificarse en la inversión ángel y el capital de riesgo, participando en rondas de financiamiento para Airbnb, Lyft y SpaceX cuando eran startups.
Rosberg ahora cuenta con un pequeño equipo de seis personas que administran su fondo de capital de riesgo, que para él se convirtió en un trabajo a tiempo completo, ya que administra parte del patrimonio familiar de algunos de los principales industriales de Alemania.
Louise Johnson, directora ejecutiva de la agencia de mercadotecnia deportiva Fuse, afirma que, a medida que la F1 fue creciendo rápidamente durante la última década bajo la propiedad de Liberty Media y comenzó a capitalizar su alcance global, los pilotos ampliaron sus horizontes en términos de carreras profesionales después de dejar el deporte.
“La ruta tradicional para los pilotos en el pasado era ser comentarista, convertirse en embajador de una marca, competir en otra serie o incluso comprar un equipo”, explica. “Pero una nueva generación está buscando otras oportunidades”.
La F1 es despiadada y los pilotos pocas veces tienen la oportunidad de dictar la duración de su carrera. Tan solo en está temporada, dos pilotos fueron descartados con varias carreras por disputarse debido a malas actuaciones, y varios más se irán al final del año sin renovar sus contratos.
“Como piloto joven, tienes que cumplir de inmediato o estás fuera; hay otros 10 pilotos esperando en la fila”, dice Rosberg. “Ve a Franco Colapinto”, agrega, refiriéndose al piloto argentino que reemplazó al estadunidense Logan Sargeant en Williams a mitad de temporada. “Esta es su única oportunidad (de rendir) y probablemente nunca habrá otra”.
La presión que pone la F1 y la concentración absoluta que se exige a los pilotos durante su carrera deja a muchos sin preparación para lo que sigue. Pero también puede brindar un momento de claridad.
Poco después de que el entonces equipo Alpha Tauri lo despidiera a mitad de temporada en 2023, el expiloto de Red Bull, Nyck De Vries dice que un encuentro casual con el jefe de equipo de Mercedes, Toto Wolff, en una cafetería de Mónaco, lo llevó a Harvard, para realizar un curso de liderazgo ejecutivo, después de que el exbanquero le aconsejara que llenara algunos huecos en su CV.
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Hay otros 10 pilotos esperando en la fila”
“Me sentí lastimado y esperaba que funcionara de manera diferente”, dice el holandés de 29 años. “Pero, en nuestra industria, no hay certezas y no puedes dar nada por sentado. Solo eres tan bueno como tu última carrera. Traté de reorganizarme rápidamente, reiniciar y mirar hacia adelante”.
De Vries forma parte de una generación de pilotos que abandonaron la educación convencional temprana para enfocarse por completo en su carrera automovilística, lo que dejó poco margen para cualquier tipo de plan de contingencia.
El holandes afirma que el curso de Harvard le resultó informativo y le ayudó a ampliar sus horizontes, aunque posteriormente volvió al automovilismo como piloto de carreras de resistencia con Toyota, cinco veces ganador de Le Man, y a la Fórmula E con el equipo Mahindra Racing.
“Al subir la escalera hacia la F1, todo se centra en las carreras y en maximizar tu carrera profesional”, señala De Vries. “Cuando tienes 24 fines de semana de carreras en un año, el tiempo que tienes disponible para explorar otras cosas es inexistente. El tiempo (fuera del deporte) me permitió explorar”.
Poco después de que De Vries quedara fuera de la Fórmula 1, otro encuentro casual con Serge Savasta, director general de Omnes Capital, que administra seis mil millones de euros en activos y se especializa en inversiones de transición ecológica, despertó su interés por el capital privado.
De Vries, que desarrolló un interés por las inversiones ecológicas durante su primera etapa exitosa en la Fórmula E a principios de la década, ha trabajado con Omnes para desarrollar un “programa de aceleración” que puede ayudar a otros deportistas profesionales a aprender sobre el capital privado.
“Quiero competir durante el mayor tiempo posible”, dice De Vries, “pero para seguir siendo relevante en el futuro desarrollé un interés por los negocios”.
Rosberg todavía recuerda el miedo que sintió durante los primeros meses luego de dejar la Fórmula 1: “No sabía qué iba a pasar después”, afirma. “No fue hasta hace cinco años que finalmente entendí hacia dónde tenía que ir…. ahora lo sé exactamente”.
CHC